El imponente MGM Grand Garden Arena de Las Vegas se vistió de gala con la cartelera 194 del Ultimate Fighting Championship (UFC), un evento que en su interior guardó para Cuba un hecho importante: Yoel Romero tiene un puesto seguro para discutir el título mundial de las 185 libras.
En duelo de invictos dentro del UFC, Yoel Romero (7-0) venció en combate entretenido y cerrado al brasileño Ronaldo “Jacare” Souza (5-1) en programa de estrellas por PPV (pago por ver). Fue un choque entre la lucha del caribeño y el boxeo del sudamericano.
Romero, subcampeón del estilo libre de los 85 kilogramos en las Olimpiadas de Sydney (2000), llegaba a este desafío precedido por su victoria más trascendente. Hace unos meses, dominó con un nocaut descomunal en el tercer asalto al exmonarca semicompleto Lyoto Machida, mientras que su oponente, “Jacare”, se mostraba sobrado desde 2011, con una racha de ocho triunfos en fila, si incluimos sus actuaciones en la extinta Strikeforce.
Resultaba esta la tercera ocasión en que los organizadores del UFC intentaban poner a ambos entre rejas. Inicialmente se programó el desafío para el 28 de febrero, pero se canceló cuando Souza enfermó de neumonía. Después se dispuso para el 18 de abril, pero Romero declinó debido a una lesión de rodilla. Sin embargo, el pasado fin de semana dejó a ambos en excelentes condiciones físicas y consumaron el dilatado suceso.
El pinareño salió decidido en el round inicial, dispuesto a cerrar rápidamente las acciones ante un contrincante que posee un alto nivel técnico- táctico en materia de jiu-jitsu. Así, consiguió conectar un masivo golpe giratorio que mandó a Souza a la lona. Todos quedaron estupefactos. El spinning back fist (golpeo de puño derecho con giro a la mandíbula) dejó en muy malas condiciones al número 2 del ranking de la categoría. La situación hizo que el llamado “Soldado de Dios” intentara poner punto final al encuentro con “leñazos” fuertes de codo y puño, algo que no consiguió, pues el brasileño fue salvado por la campana.
De alguna extraña manera, “Jacare” no demoró en tomar un segundo respiro, e inmediatamente se mostró recuperado en el capítulo intermedio. Ambos se unieron en una franca guerra en el tapiz, aunque arriba trabajaron en varias ocasiones con patadas a la zona inferior del cuerpo en busca de barridos. Mencionar que el antillano resultó amonestado por agarrar la reja del octágono.
“Jacare” reaccionó en el tercer asalto, cuando metió algunos puños y además logró derribar, aunque nunca logró convencer a los jueces. A la postre, el golpe de reversa del primer acto fue tan contundente que llenó los ojos de los “imparciales”. Fuera de ahí, la pelea se tornó bastante pareja, Souza tuvo lo suyo, pero Yoel no sufrió y el sí. Eso hizo la diferencia para las tarjetas divididas de 29-27, 29-28 y 28-29 de Glenn Trowbridge, Tony Weeks y Lester Griffin, por ese orden.
“Estoy listo para todo el mundo. Soy un Soldado de Dios, y estoy listo para el título y ganarle a quien sea”, declaró a ESPN Deporte el vencedor, tras finalizar la pelea.
Para un experimentado conocedor de estos avatares, Carlos Finales, fundador del único arte marcial cubano reconocido oficialmente, el Judokickbox, Yoel llegó al combate con la mente puesta en ganar, y con ello tener la oportunidad de chocar por la faja de la división.
Ahora en la cintura de Luke Rockhold (15-2), quien le ganó la misma noche al campeón de hasta ese instante, Chris Weidman (13-1), está listo para destronar a cualquiera. Por lo pronto, estaremos viendo al espectacular Soldado de Dios, disputando el cinturón del UFC.
Finales también expresó su insatisfacción personal con la boleta del juez Lester Griffin, pues está muy seguro que el vueltabajero ganó cada uno de los períodos. “Todavía me estoy preguntando cuál pelea estaba viendo”.
Yoel Romero abandonó en el 2007 una delegación oficial en Alemania. Antes, además de la plata en Australia, había sumado cinco podios en Campeonatos del Mundo (oro en 1999) y dos preseas panamericanas, una de ellas dorada en Santo Domingo 2003. Es calificado como uno de los grandes luchadores de Cuba. Muchos lo recuerdan por su agresividad en el colchón y la pasión que le ponía a cada combate.
Dentro de las artes marciales mixtas, posee balance de 11 éxitos y un revés. Su único fiasco aconteció dentro de la Strikeforce frente a Rafael Cavalcante, el 10 de septiembre de 2011. Excesivo fuera de combate en el segundo round que le dejó una severa lesión en el cuello, la cual lo mantuvo fuera de acción hasta el 2013. Actualmente, a sus 38 años de edad, se vende como una de las máximas figuras del UFC, y el primer cubano que realmente ha triunfado en esta difícil y brutal competición. Otros ya siguen su estela.