Nuevamente la afectación eléctrica en Cuba superó los 2000 MW, una barrera a la que nunca se había llegado hasta mediados de julio y que desde entonces ha sido sobrepasada varias veces en medio de la agudización de la crisis energética en la isla.
Este martes la afectación máxima ascendió hasta los 2010 MW a las 9:10 de la noche. Dicho registro fue unos 140 MW superior a lo planificado por la Unión Eléctrica (UNE) y apenas 44 MW por debajo del récord negativo del pasado 21 de julio.
Según la entidad, ello se debió a la “salida imprevista” de la unidad 6 de la termoeléctrica Renté —que hoy amaneció reportada en avería— y una “limitación tecnológica” en la unidad 3 de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, que la UNE no detalla en su informe.
Estas dificultades, reiteradas en un escenario energético signado por las constantes roturas y mantenimientos de unidades térmicas y el crónico déficit de combustible, se suman a la reciente desconexión de la mayor patana turca que permanecía en el país y que aportaba unos 240 MW.
En este crítico escenario, ya a las 7:00 de la mañana de este miércoles la afectación ascendía hasta los 1418 MW y para el mediodía el pronóstico oficial era incluso superior: 1550 MW. Ello, a pesar del aporte de los 24 nuevos parques solares, que ayer a esa hora entregaron 551 MW.
Para la noche, la UNE proyecta una disponibilidad de 1962 MW y una afectación máxima de 1858 MW, por lo que —al menos en teoría— los apagones simultáneos a esa hora afectarán a cerca de la mitad de los cubanos.
Sin embargo, para que así ocurra —y la afectación no sea aun mayor— deben haber sincronizado para el pico nocturno las unidades 6 de las termoeléctricas de Renté y el Mariel, ambas reportadas previamente en avería, y que entre las dos deben sumar 145 MW al sistema eléctrico cubano.
Además, también deben incorporarse siete motores de la patana turca de Regla, los que aportarían otros 48 MW.
Si alguna de estas entradas previstas no se produce, u ocurre otra rotura, el déficit eléctrico volvería a ser mayor que lo estimado oficialmente.
Al margen de las ahora mencionadas, otras seis unidades seguirán fuera por averías (3) y mantenimientos (3), de acuerdo con la UNE, mientras que son 294 los MW afectados por limitaciones térmicas y 63 las centrales de generación distribuida paradas por falta de combustible.