Bolivia elegirá su próximo presidente en segunda vuelta, tras los resultados de este domingo en las urnas que marcaron una dura derrota para la izquierda y, en particular, para el hasta ahora gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
En definitiva, serán dos opositores de derecha, el senador Rodrigo Paz Pereira, candidato del Partido Demócrata Cristiano, y el exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga, de Alianza Libre, quienes se disputen la presidencia en el balotaje que se celebrará el 19 de octubre.
Paz Pereira, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, dio la sorpresa al liderar la primera vuelta por delante de Quiroga y del liberal Samuel Doria Medina, quienes eran los favoritos para disputar la jefatura del Estado según los sondeos previos.
El senador por Tarija, quien se presentó como el rostro del cambio, alejado de los extremos, se hizo con alrededor del 32 % de los votos, mientras “Tuto” Quiroga superaba el 26 % y Doria quedaba en cerca del 20 %, de acuerdo con resultados preliminares ya irreversibles.
Según la ley electoral boliviana, si ningún candidato logra más del 50 % de los votos, ni tampoco alcanza un mínimo del 40 % y una diferencia de 10 puntos con respecto al segundo puesto, entonces habrá que disputar una segunda vuelta, recuerda la agencia EFE.
Tras divulgarse los resultados, Paz y Quiroga celebraron junto a sus seguidores y comenzaron ya la campaña de cara al balotaje, que confirmará el cambio de signo político en Bolivia. Doria, por su parte, reconoció su derrota y adelantó que apoyaría al candidato del Partido Demócrata Cristiano, lo que podría inclinar definitivamente la balanza a favor de este.
El senador opositor Rodrigo Paz Pereira, que lidera los datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre las elecciones generales en Bolivia, afirma que todavía “queda una final por jugar que se definirá en dos meses”.https://t.co/7bH3Ad7UbU pic.twitter.com/EipoVWfkGG
— EFE Noticias (@EFEnoticias) August 18, 2025
La caída del MAS
Por la izquierda, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, representante de la Alianza Popular, quedó en el cuarto puesto con solo un 8 % de los votos.
Mientras, el candidato del MAS, el exministro de Gobierno Eduardo del Castillo, apenas sobrepasó el 3 %, lo que al menos le permite al todavía partido gobernante mantenerse como agrupación política, pues de quedar por debajo de ese umbral debería desaparecer según establece la ley.
La formación que dominó la política boliviana durante dos décadas ha vivido el desgaste de la actual crisis económica en el país y del enfrentamiento entre el mandatario saliente, Luis Arce, y el expresidente Evo Morales, ninguno de los cuales participó en los comicios.
Morales, quien fue impedido de presentarse como candidato y se mantiene resguardado por sus seguidores en Cochabamba, hizo campaña por el voto nulo como castigo a Arce y al MAS —del que se había separado—, una opción que fue respaldada por 1,2 millones de votantes.
“De no ser por Luis Arce, ¡estas elecciones las ganábamos!”, aseguró tras los comicios.
Los eternos perdedores como Tuto, Doria Medina y Manfred nunca ganaron una elección nacional. Tuto se presentó en 2005 y 2014, obteniendo el 2.º y 3.º lugar; en 2020 se retiró porque no alcanzaba ni el 3 % de intención de voto. Doria Medina intentó ser vicepresidente en 1997 y… pic.twitter.com/9Ww4y1B1SP
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) August 17, 2025
El mandatario saliente, por su parte, felicitó a los bolivianos por participar en la jornada electoral y dijo que su Gobierno cumplió al “garantizar” que el proceso fuese “pacífico y transparente”.
No obstante, tras su salida del poder el MAS enfrentará un panorama muy difícil. Además de la fractura provocada por la lucha entre Arce y Morales y la pérdida de la presidencia, tampoco tendrá ya prácticamente ningún peso a nivel parlamentario.
El otrora partido dominante solo había conseguido hasta el momento un legislador de 130, mientras que en Senado no pudo renovar ninguno de sus 21 escaños y quedó sin representación, según el diario El País.