Getting your Trinity Audio player ready...
|
Alrededor de 110 mil cubanos llegaron a Estados Unidos a fines de 2024 por el Programa Parole aprobado durante la administración Biden. Aproximadamente el 80 % entraron por cuatro ciudades del estado: Miami, Fort Lauderdale, Orlando y Tampa.
Casi el 70 % de los cubanos que viven en Estados Unidos está en Florida; pero su distribución territorial no es homogénea. De acuerdo con el Censo de 2020, la voz cantante la lleva, obviamente, el condado de Miami-Dade, donde antes de la última estampida los cubanos y sus descendientes eran el 34,3 % de la población hispana o latina.
Le seguían, en este orden, los condados de Monroe (20,6 % de población hispana, 11,3 % cubanos), Hillsborough (24,9 % de población hispana, 5,3 % cubanos), Broward (25,1 % de población hispana, 4,8 % cubanos), Palm Beach (19 % de población hispana, 3,3 % cubanos) y Okechobee (28,9 % de población hispana, 1,3 % cubanos).
Sin dudas, uno de los fenómenos más interesantes de la nueva oleada migratoria es el establecimiento de cubanos en Florida central, región históricamente dominada por boricuas, mexicanos, colombianos y venezolanos.
Gobierno de EEUU notifica a beneficiarios del parole humanitario que deben abandonar el país
Si bien este fenómeno tiene características propias, no puede verse desvinculado de una tendencia nacional. De acuerdo con Redfin, uno de los sitios de bienes raíces más manejados y populares en Estados Unidos, durante los primeros meses de 2023 unas 9 mil personas se habían mudado al área de la Bahía de Tampa provenientes de distintos estados de la Unión.
Los cubanos de Miami-Dade no han estado de espaldas a esa tendencia, en la que participan no solo los llegados por el Parole y la frontera sur, sino también otros que estaban ahí desde antes.
Lo hacen, en general, buscando nuevas oportunidades y mejores condiciones de vida, sobre todo tras rentas y compras de apartamentos y casas competitivas, lo cual sin embargo puede constituir un espejismo. Así y todo, “el corredor de la carretera I-75, desde Naples hasta Tampa, es el sitio ideal económicamente”, nos dice un informe. “Las principales zonas que miran los habitantes de Miami son Port Lucie, Naples, Fort Myers, Brandon y Sarasota”.
El condado de Hillsborough, en Tampa, es un área de 3 279 km2 caracterizada, entre otros rasgos, por su crecimiento demográfico. En 2010 su población era de 1 229 226 habitantes, pero de entonces a acá ha experimentado un crecimiento sostenido.
Hoy tiene una población de 1 528 924 personas, con una tasa de crecimiento del 1,53 %. Se trata, nos dicen las estadísticas, del cuarto condado más grande del estado de la Florida, solo superado por Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
Allí los cubanos fueron la fuerza fundacional y la población mayoritaria después de establecida Ybor City (1886), que se levantó prácticamente de la nada para producir habanos. Demógrafos y sociólogos han estudiado el correlato demográfico del hecho, denominado boom town, es decir, un crecimiento geométrico de la población en muy poco tiempo.
“En los años finales del siglo XIX —escribe el historiador Lisandro Pérez— Ybor City se convirtió en la primera comunidad cubana en Estados Unidos. El Censo de 1900 encontró que 3 553 personas nacidas en Cuba residían en el condado Hillsborough, en el que se encuentra Tampa. Era la más grande concentración de personas nacidas en Cuba, sobrepasando a Nueva York”.
Pero la distribución de los cubanos de hoy en el condado tampoco es homogénea. Alrededor del 20-25 % residen en West Tampa, área establecida en 1892 por el inmigrante escocés Hugh Macfarlane para hacerle la competencia a Ybor City en el negocio de los habanos.
La presencia de cubanos es fácilmente palpable en el breve espacio comprendido entre la Avenida Columbus y Himes: un Sedano, el cementerio Colón-Martí, varias botánicas para santeros y creyentes —curiosamente, ubicadas al lado de locales evangélicos—, el restaurante La Teresita, una cafetería llamada Guanabo y otros sitios de etnicidad manifiesta.
En el año fiscal 2023 el condado de Hillsborough registró la llegada de aproximadamente 14 576 cubanos. Esta cifra lo convierte en el segundo con más connacionales después de Miami-Dade. La mayoría de las llegadas, alrededor del 78 %, provinieron de Cuba, seguida por Haití (16 %) y Ucrania (4 %).
El otro Hialeah
Uno de los nuevos lugares de asentamiento de los cubanos es el reparto Town ‘n’ Country. Antes de los años 50 del pasado siglo, era un área boscosa con fincas de ganado. A fines de esa década, una corporación compró una granja lechera, cerca de la intersección de la Avenida Hillsborough y Memorial, y empezó a construir la nueva localidad suburbana.
Dos décadas después, hacia 1978, los miembros de la comunidad de real state testimoniarían notables avances constructivos en una superficie de más de 2 mil acres que se extiende por más de tres millas —casi 5 kilómetros— desde el sur del Memorial Highway hasta el norte de la Avenida Waters.
De acuerdo con los datos del último Censo (2020), hace cinco años Town ‘n’ Country tenía una población de 89,5 mil personas con una edad media de 38,4 años y un ingreso familiar medio de 63.947 dólares anuales.
Sus residentes eran diversos, con la siguiente composición racial y étnica: 56.3 % blancos (31.4 % no hispanos), 24.1 % de dos o más razas, 6.9 % afroamericanos, 4.0 % asiáticos y 0.1 % nativos americanos). El 36.4 % de ellos había nacido en el extranjero. Su población la componían principalmente familias, y el 53 % de los hogares lo ocupaban parejas casadas. Su tamaño medio era de 2.7 personas.
Según Neighborhood Scout, hoy alrededor de 24 800 residentes de Town ‘n’ Country se reportan como cubanos, lo cual significa el 28.9 % de su población total.
Varios indicadores así lo sugieren: mayores congestiones en el tráfico de vehículos, no solo en la llamada rush hour, sino en horas “normales”. Aumento del número de motorinas y bicicletas circulantes. Carritos de comida en los que se ofertan pan con lechón, pizza cubana, tamales criollos y pasteles de guayaba. Nuevos restaurantes y letreros en español donde antes no los había.
Todo eso, y más, ha llevado a rebautizar la localidad con un nombre nunca antes escuchado en el área: “el Hialeah de Tampa”.