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El Banco Central de Cuba (BCC) abrió un canal legal y bancarizado para que las formas de gestión no estatal puedan adquirir divisas en el nuevo mercado cambiario, una posibilidad inédita hasta ahora dentro del sistema financiero oficial.
La medida permitirá a estos actores económicos comprar moneda extranjera mediante solicitudes en bancos comerciales y a través de sus cuentas fiscales, sin uso de efectivo, explicó Ian Pedro Carbonell, director de Políticas Macroeconómicas del BCC, citado por el Portal del Ciudadano de La Habana.
De acuerdo con la normativa, las compras estarán limitadas a un máximo del 50 % del promedio de los ingresos brutos registrados en la cuenta fiscal durante el último trimestre.
El diseño, de acuerdo con el comunicado, evita topes fijos y vincula el acceso a divisas con el nivel real de actividad de cada negocio, al tiempo que refuerza los objetivos de bancarización y control del circulante.
“No consideramos adecuado establecer una cuantía fija, porque cada actor tiene distintos niveles de actividad”, explicó a Cubadebate el director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central de Cuba, Ian Pedro Carbonell.
Sin cambios para las personas naturales
Para las personas naturales no se introducen cambios, pues se mantiene el límite de hasta 100 dólares estadounidenses por operación, bajo el mismo procedimiento vigente. La venta continuará realizándose en 41 oficinas autorizadas y mediante el sistema de turnos gestionado por la aplicación Ticket, señala el BCC.
Carbonell reconoció que las listas de espera en Ticket se mantienen debido a que la demanda supera la disponibilidad de divisas. Sin embargo, indicó que la introducción de una nueva tasa de cambio podría modificar el comportamiento de parte de los compradores y, eventualmente, reducir la presión sobre el sistema.
Asimismo, agregó que las oficinas que se incorporen al esquema comenzarán con turnos nuevos, aunque operarán bajo el mismo mecanismo.
El directivo indicó que el uso del sistema de tickets se conservará de forma temporal “hasta que se recupere la operatoria anterior, en la que se compraba y vendía de manera natural”.
Cuba estrenó el pasado jueves una nueva tasa de cambio flotante que coexistirá con las otras dos tasas que se mantienen vigentes de manera oficial.
La medida persigue “incentivar la entrada de divisas al mercado cambiario, lo que constituirá fuente para sus operaciones y reducirá las presiones e irregularidades del mercado informal”, explicó Delgado durante reciente intervención televisiva.
Preguntado sobre el valor de la nueva tasa, el director de Políticas Macroeconómicas del BCC reconoció que no es bajo. “Quizás no es lo que muchos esperaban, pero es la que va a permitir que el mercado cambiario funcione”, señaló.
Para Carbonell, la nueva tasa “se sustenta en operaciones reales” y no “en intenciones de compra y venta, como ocurre en el mercado informal”.
A su juicio, la nueva medida era impostergable, porque “seguir esperando era el peor de los escenarios”.
“Las personas naturales necesitan cambiar sus remesas por moneda nacional. Los actores económicos, tanto estatales como no estatales, necesitan acceder a divisas para completar sus ciclos productivos y, en el caso de los exportadores, también cambiar esas divisas a moneda nacional”, explicó.
El establecimiento de la nueva tasa flotante había sido anunciado para el segundo semestre del año por el primer ministro Manuel Marrero. Sin embargo, el avance de los meses y la agudización de la crisis económica en el país, hacían pensar que la medida sería nuevamente pospuesta.
La nueva tasa llegó en medio de una batida gubernamental contra el mercado informal de divisas y los mecanismos informales de remesas, en paralelo con las acusaciones de las autoridades contra el medio opositor El Toque y su tasa de cambio, empleada mayoritariamente por los cubanos como referencia para la compra y venta de divisas.
