“Tras un largo y minucioso proceso de análisis de los casos de doping descubiertos en Lima 2019, el Comité Ejecutivo de Panam Sports aprobó las decisiones y descalificaciones propuestas por la Comisión Disciplinaria, provocando una serie de cambios en la tabla de medallas de los Juegos celebrados en julio y agosto pasados.”
Así comienza la nota de prensa que Panam Sports publicó en la tarde de este jueves, en la cual dieron a conocer los cambios en el medallero de los Panamericanos de Lima tras comprobarse los positivos por doping en la lid continental de la capital peruana.
Cuba, que inicialmente había quedado en la quinta posición del certamen, se vio particularmente afectada en el nuevo cómputo, pues bajó al sexto escaño, aunque sumaron par de preseas más (de bronce) y llegaron al centenar, superando por tres el total de Toronto 2015.
El cambio de los cubanos en el escalafón se debe a que Argentina sumó otra medalla de oro en el remo, específicamente en la prueba del cuádruple par, dominada originalmente por la embarcación uruguaya.
De esta manera, el bote albiceleste integrado por Brian Rosso, Ariel Suárez, Rodrigo Murillo y Cristian Rosso recibirá los metales dorados, mientras los cubanos Jorge Patterson, Reidy Cardona, Boris Guerra y Adrián Oquendo escalaron al segundo escaño y cambiarán sus bronces por plata.
Además, resultaron beneficiados en la misma especialidad la cuarteta mexicana, que había terminado en la cuarta posición y ahora se cuelga el bronce.
Lo increíble del asunto es que la embarcación uruguaya, compuesta por integrada por Leandro Salvagno, Bruno Cetraro, Martín González y Marcos Sarraute, ha sido descalificada por una desatención administrativa, y no propiamente por el uso de sustancias para mejorar el rendimiento.
Resulta que Sarraute consume desde pequeño el medicamento Concerta para tratar un trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Dicha medicina no es vetada, pero contiene metilfenidato, sustancia que sí figura en la lista de prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje.
Como era de esperar, Sarrate dio positivo en el control de los Juegos, y si situación se agravó porque no obtuvo antes de la competencia la autorización del uso terapéutico de la sustancia.
Tras esta situación, Uruguay perdió la única medalla de oro que había ganado en los Panamericanos de Lima, y la primera conquistada por el remo del país sudamericano en los últimos 32 años.
De esta manera, Argentina añadió otro título y llegó a 33, la misma cifra facturada por Cuba, pero el combinado albiceleste toma la delantera en el medallero general al sumar más preseas de plata (34 por 28).
El combinado antillano, por su parte, también sacó algunos dividendos positivos luego de las mencionadas sanciones, pues la discóbola Denia Caballero y la judoca Anailys Dorvigny alcanzaron sendas preseas de bronce.
Denia, quien tuvo un mal día en Lima tras lograr varios de los mejores disparos en la temporada internacional, se benefició del positivo de la brasileña Andressa Oliveira de Morais y ascendió del cuarto al tercer escaño. Oliveira había logrado la plata en una competencia dominada por Yaimé Pérez en el último disparo.
En tanto, Dorvigny también subió al tercer escaño en los 57 kilogramos del judo femenino, prueba en la cual fue descalificada la brasileña Rafaela Silva, titular de la justa continental. Tras este fallo, la dominicana Ana Rosa recibirá el oro (número 11 de la delegación quisqueyana en Lima), mientras Yadinys Amaris (Colombia) pasará de bronce a plata.
En total, se reportaron 15 positivos en Lima 2019 entre 1905 muestras tomadas (1652 de orina y 253 de sangre), según reporta Panam Sports.