Es la primera vez que el cubano Michel Mirabal exhibirá en la Isla su serie de las banderas. Ya había mostrado una pequeña selección en el Hotel Nacional durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana en 2010. Pero nunca antes había reunido en un espacio expositivo, el trabajo que ha venido desarrollando durante los últimos 5 años de su carrera. Ahora, como parte de las muestras colaterales de la 11na Bienal, las banderas de Michel estarán expuestas en el complejo Morro Cabaña.
El crítico de arte Antonio Alejo, refiriéndose a Metamorfosis —exposición que reunió un conjunto de obras de este artista sobre La Habana—, escribió: “Mirabal sabe llevarnos de la experiencia puramente sensorial a la experiencia reflexiva, despertando en nosotros el mecanismo de las asociaciones afectivas, resonancias, enriqueciendo así la autonomía de nuestra percepción”. Quise citar la frase porque considero que se aviene perfectamente con esta nueva exhibición de sus banderas.
Porque Michel pertenece al grupo de esos artistas que parecen no abandonar nunca la habilidad de sorprendernos. Sus soluciones plásticas parecieran existir en un segundo plano. Y no porque apreciemos en ellas altibajos en sus terminaciones. Sus piezas están plásticamente resueltas, pero el atrevimiento con que este joven artista suele tratar los temas que elige, termina convirtiéndose en el texto central de cada obra.
Michel Mirabal se vale de un símbolo aparentemente intocable; y con un desenfado a veces desgarrador, lo resemantiza entregándonos una bandera otra: su bandera. Con esa trastocación que hace a las figuras del ícono por antonomasia de la nación, va dibujando su propia identidad, su cubanía y su relación con la historia social de la Isla.
Banderas ondulantes, que flotan, se dehojan, hieren… Esas son las banderas de Michel, llenas de flores y espinas. Una vez, dos veces o infinitas veces repetidas en un mismo cuadro. En pinturas, instalaciones, fotografías o combinando técnicas sobre disímiles objetos.
La exposición estará abierta al público durante todos los días de la 11na Bienal de La Habana, en la sala I del Morro Cabaña.
A solas con Michel
Hace unos días lo visitamos en su casa de Centro Habana. Ultimaba los detalles para sus presentaciones durante la Bienal.
“Además de mis banderas, estará la pieza Quejas y sugerencias, la cual da título a mi exposición en el Morro. Se trata de un buzón de esos que uno se encuentra en muchas calles de La Habana. Solo que la abertura por donde se debieran introducir los sobres, tiene dientes incrustados. No me gusta explicar el significado de mi obra. Prefiero creer que el artista propone y el espectador dispone”.
“En la Bienal estaré también en el Cine Acapulco en un concierto con mis amigos raperos y el dúo Buena Fe. Ellos harán su interpretación musical a varias de mis obras y yo estaré en el escenario pintando una de mis banderas. Hicimos algo similar hace algún tiempo en Miami y al final invitamos a las personas del público a que dejaran su huella en ella. Yo les pintaba las manos en rojo, azul y blanco y recuerdo haber tenido que sujetar a mucha gente porque temblaba de emoción. Claro que se trataba de personas que viven fuera de Cuba y que por tanto, toda esa simbología, les provoca una nostalgia ligada a un sentido de pertenencia con su país. No obstante, creo que lo que haremos en el Acapulco será igual de emotivo y esperamos poder terminar un DVD que incluya las canciones y un video documental con lo que ocurra esa noche en el Acapulco”.