Las plantas han tomado algunos edificios en La Habana. Nacidas por obra del viento o los pájaros moviendo semillas de un lugar a otro, o sembradas originalmente en macetas, cambian el paisaje urbano y, en algunos casos, son un peligro que acecha desde las alturas.
1. Macetas en casas de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
Macetas en casas de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
2. Jardines colgantes de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
Jardines colgantes de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
Algunas llegan a ser árboles enormes que se levantan sobre las construcciones, desde su interior mismo, o salen de sus paredes rotas. Las ramas cubren las superficies y las raíces se extienden como vasos sanguíneos por toda la estructura, que se va debilitando y se vuelve inestable.
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Jardines colgantes de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
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Jardines colgantes de La Habana. Fotos: Otmaro Rodríguez.
Otras han sido plantadas, como enredaderas que cuelgan de balcones y flores que adornan las casas desde las latas oxidadas o los cubos donde alguien las sembró. En Centro Habana y La Habana Vieja algunos edificios están completamente invadidos por una maleza que amenaza el ya deteriorado fondo habitacional.