Hoy estaremos conversando sobre olimpismo, los Juegos Olímpico de Tokio que comenzarán en menos de 50 días si no hay ninguna novedad de los organizadores y el Comité Olímpico Internacional, presionados desde distintos ángulos para posponer o cancelar definitivamente la cita estival por los problemas de la pandemia.
A la espera de cualquier movimiento de última hora, queremos enfocar nuestra mirada hoy a la potencial delegación cubana, que por primera vez en 57 años tendrá menos de 100 exponentes, luego de confirmarse que el béisbol quedó sin oportunidades de clasificación
Sin la pelota y sin ningún deporte colectivo con boleto a Tokio, Cuba presentará su comitiva más pequeña precisamente desde los Juegos que se organizaron en la capital japonesa en 1964, cuando solo se participó en seis deportes con 27 atletas, de los cuales el velocista Enrique Figuerola puso la nota más alta con su medalla de plata en los 100 metros planos.
Hoy el panorama es distinto. Si bien Cuba tiene exponentes de máximo nivel en varios deportes (algunos de ellos con posibilidades reales de subir al podio en cualquier competencia mundial), ya no se puede hablar de dominio absoluto entre los países latinoamericanos, por ejemplo, pues ya se ha perdido hasta el reinado en las lides regionales y continentales.
Deportes individuales como las pesas, la esgrima y hasta el judo han experimentado un declive cualitativo muy marcado, mientras las disciplinas colectivas son ahora mismo un fantasma de lo que fueron en el pasado. Sin ir muy lejos, Cuba no tendrá representación en ningún deporte colectivo en Tokio, tan solo la segunda vez que esto sucede en los últimos 57 años.
Quizás este puede parecer un propósito sencillo, llevamos diez Juegos consecutivos entre los 20 primeros del medallero, pero la distribución de las fuerzas en el deporte moderno nos indica todo lo contrario.
Ese teórico buen resultado tiene que sustentarse obligatoriamente en los deportes que tradicionalmente han aportado más a las delegaciones antillanas. Hablamos, por supuesto, del boxeo, que contará con el liderazgo y favoritismo de Andy Cruz y Julio César la Cruz. Hablamos también de la lucha, del judo y del atletismo, todas con aspiraciones puntuales.
En el judo todas las miradas se enfocan en Idalis Ortiz, quien podría convertirse en la primera judoca cubana con dos títulos olímpicos y, a su vez, igualar las cuatro medallas conseguidas por Driulis González desde Barcelona 92 hasta Atenas 2004. Idalis ganó bronce en Beijing, oro en Londres, y plata en Rio, y se mantiene como una de las principales exponentes de la división pesada.
El atletismo, por su parte, también estará en el centro de atención, teniendo en cuenta que es el deporte con la racha más larga de Juegos subiendo al podio. Desde 1964, el deporte rey siempre ha logrado al menos una medalla para cuba en los Juegos, y ahora tienen la esperanza de ganar su primer oro desde que Dayron Robles se coronara en los 110 con vallas en Beijing, hace ya 13 años.
Estas son solo algunas pinceladas de lo que puede conseguir Cuba en Tokio, pero hay más, mucho más, y prometemos realizar una mirada profunda a la delegación cuando se oficialicen todas los cupos y se conozcan al detalle los miembros de la comitiva antillana. Mientras, los invito a que sigan los espacios deportivos de Oncuba, donde le estaremos dando seguimiento a toda la actividad de los deportistas cubanos rumbo a Tokio, con reseñas históricas, acercamiento a los protagonistas y a grandes glorias de la Isla en la lid bajo los cinco aros.