Los casos y muertes por COVID-19 han aumentado en numerosos países africanos en las últimas semanas, informaron hoy los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC África), al advertir de que, si se baja la guardia, el continente sufrirá una segunda ola de la enfermedad.
Desde que se detectó el primer contagio continental, el pasado 14 de febrero en Egipto, la región acumula algo más de 1,6 millones de casos (el 4,2 % del total mundial), 39.000 muertes (3,6 % del total mundial) y 1,3 millones de curaciones, según los últimos datos divulgados hoy por CDC África, organismo de la Unión Africana (UA).
Cinco países suman el 69 % de los contagios reportados en el continente: Sudáfrica (696.414, 43 %), que continúan siendo el epicentro africano de la pandemia; Marruecos (160.333, 10 %), Egipto (104.915, 7 %), Etiopía (86.430, 5 %) y Nigeria (60.834, 4 %).
Tras alcanzar el punto máximo el pasado julio, la pandemia remitió después pero se ha vuelto a recrudecer en las últimas cuatro semanas, cuando se registró un aumento medio del 7 % de nuevos contagios, señaló hoy el director de CDC África, John Nkengasong.
También se ha contabilizado en ese periodo “un incremento medio del 8 % en el número de nuevas muertes a la semana”
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“Hemos alcanzado un punto crítico en nuestra respuesta” a la crisis del coronavirus. Hemos visto grandes reducciones (de casos) y ahora estamos viendo aumentos”, subrayó Nkengasong en una rueda de prensa telemática.
“Hago un rotundo llamamiento al continente para que no bajemos la guardia porque las consecuencias serían devastadoras”, advirtió el virólogo camerunés.
“No podemos permitirnos una segunda ola a lo largo del continente” como resultado de una “fatiga” en la adopción de medidas para contener la propagación del coronavirus, insistió.
Una segunda ola tendría también un desolador impacto económico en África, donde el crecimiento de contagios corre paralelo a la suavización de las medidas de confinamiento en muchos países cuya economías se han hundido por la crisis sanitaria global.
“Nuestras economías no sobrevivirían de ninguna manera” si llega esa posible segunda ola, alertó el director de CDC África, quien instó a los países a abrir sus economías “de forma segura”, evaluar el impacto y actuar en consecuencia.
Con todo, África continúa siendo uno de los continentes menos castigados por la COVID-19 a tenor de las cifras oficiales.
América supera los 18 millones de contagiados con la COVID-19
Es una circunstancia que muchos expertos atribuyen a factores como su joven población, su experiencia en epidemias previas (ébola y malaria, por ejemplo), su menor interconexión y la posibilidad de que goce de cierta inmunidad de otras cepas de coronavirus.
Sin embargo, la incidencia real de la pandemia sigue sin estar nada clara en el continente, donde sólo se han realizado 16,6 millones de análisis para una población de unos 1.300 millones de personas y donde consta la existencia de muchos asintomáticos.
Y únicamente diez países –de los 54 Estados soberanos de África– han efectuado el 75,7 % de las pruebas de detección efectuadas en la región: Sudáfrica, Marruecos, Etiopía, Egipto, Kenia, Nigeria, Camerún, Ruanda, Uganda y Ghana, según el organismo de la UA.