Los casos de la COVID-19 relacionados con la nueva variante ómicron que se detectaron hasta la fecha en Sudáfrica fueron “suaves”, si bien el número de contagios identificados aún es bajo para sacar conclusiones y la situación puede cambiar en las próximas semanas, según expertos sudafricanos.
“Los síntomas son suaves (…) Dentro de dos semanas podríamos tener una imagen diferente, pero por ahora así es como es”, indicó la doctora sudafricana Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica (SAMA, por sus siglas en inglés), en declaraciones este domingo a la cadena de televisión local Enca.
En opinión de esta médica, a la vista de lo observado por los facultativos, la situación por el momento no justificaría el “pánico” generado. Otros expertos del país, sin embargo, incidieron que es muy pronto para extraer conclusiones dado el escaso número de casos identificados.
“Las observaciones de los médicos clínicos sobre el terreno son siempre importantes y nos apoyamos considerablemente en ellas, pero tenemos que ser cautos con los informes tempranos de que todos los casos de esta variante son suaves”, puntualizó el especialista en enfermedades contagiosas Richard Lessells, a través de las redes sociales, tras las expectativas generadas por Coetzee.
Observations from clinicians on the ground are always important, and we lean heavily on them, but we need to be cautious about jumping on early reports that all cases with this variant are mild
— Richard Lessells (@rjlessells) November 27, 2021
Lessells hizo hincapié también en que muchos de los casos que está registrando en estos días Sudáfrica –en general, no específicamente los ya identificados con la variante ómicron– fueron entre personas jóvenes.
“Con esto y con la demora temporal (necesaria) para que las infecciones progresen hacia la enfermedad severa y la hospitalización, solo podríamos esperar ver el impacto en las hospitalizaciones en las próximas semanas”, recalcó este experto a través de Twitter.
So with this, and the time lag for infections to progress to severe disease and hospitalisation, we would only expect to see the impact on hospitalisations in the next few weeks
— Richard Lessells (@rjlessells) November 27, 2021
El descubrimiento de esta nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529 y bautizada con la letra griega ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue anunciado el jueves por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre.
En el momento del anuncio se habían identificado ya contagios en Botsuana y en Hong Kong (China), pero posteriormente se añadieron detecciones en Israel, en Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto sin aparentes vínculos con el sur de África), Australia, Reino Unido y otros lugares.
La nueva variante –de la que, no obstante, aún hay muy pocos casos confirmados en total– se caracteriza por presentar un número inusualmente alto de mutaciones, cuyo impacto aún debe ser estudiado. La OMS, al categorizarla este viernes como variante de riesgo, reconoció, no obstante, que algunas de estas nuevas mutaciones parecen sugerir una aún mayor capacidad de transmisión que las variantes anteriores.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección), numerosos países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África.
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Sudáfrica urge a eliminar restricciones de viaje
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, urgió este domingo a todos los países que impusieron restricciones de viaje al sur de África por la detección de la variante Ómicron a “revertir urgentemente sus decisiones” porque no tienen “justificación científica”.
“Llamamos a esos países que impusieron prohibiciones de viaje a nuestro país y a nuestros países hermanos del sur de África a revertir urgentemente sus decisiones y levantar las prohibiciones que impusieron antes de que se haga más daño a nuestras economías”, sentenció Ramaphosa, en su primer discurso a la nación tras la identificación de esta nueva variante del coronavirus.
Para el mandatario, las restricciones son “injustificadas” y “discriminan injustamente” a las naciones australes africanas, además de que “no serán efectivas para prevenir la expansión de esta variante”. “En lugar de prohibir viajes, los países ricos del mundo deben apoyar los esfuerzos de las economías en desarrollo para acceder y fabricar suficientes dosis de vacunas para sus pueblos sin demora”, subrayó.
“La emergencia de la variante ómicron debería ser una llamada a despertar para el mundo sobre que la desigualdad de la vacuna no puede continuar”, agregó Ramaphosa.
El jefe de Estado indicó también que el Gobierno sudafricano decidió no imponer nuevas restricciones nacionales por ahora, pero recalcó que, dado el incremento de casos en los últimos días, esto solo podrá mantenerse si aumenta el nivel de vacunación (alrededor del 24 %).
En ese sentido, Ramaphosa anunció que el país intensificará la inoculación contra la COVID-19 y comenzará el proceso para introducir dosis de refuerzo. También estudiará hacerla obligatoria para “actividades y lugares específicos”.
“Somos conscientes de que la introducción de tales medidas es un tema difícil y complejo, pero si no abordamos esto seriamente y con urgencia, continuaremos siendo vulnerables a las nuevas variantes y continuaremos sufriendo nuevas olas de infecciones”, argumentó.
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El descubrimiento de esta nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529 y bautizada con la letra griega Ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue anunciado el jueves pasado por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas entre el 14 y 16 de noviembre.
Paralelamente se habían identificado ya los 4 contagios iniciales de Botsuana y uno en Hong Kong (China), de un viajero procedente de Sudáfrica. Desde el viernes, otros países confirmaron también casos de la variante ómicron como Israel, Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto sin aparentes vínculos con el sur de África), Australia, Países Bajos, Reino Unido y otros lugares.
La nueva variante –de la que, no obstante, aún hay muy pocos casos confirmados en total– se caracteriza por presentar un número inusualmente alto de mutaciones, cuyo impacto aún debe ser estudiado.
La OMS, al calificarla este viernes como variante de riesgo, reconoció, sin embargo, que algunas de estas nuevas mutaciones parecen sugerir una aún mayor capacidad de transmisión que las variantes anteriores.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección), numerosos países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África, medidas que generaron un fuerte malestar en el continente africano.
Sudáfrica se mantiene como el epicentro de la pandemia para África, con 2,9 millones de casos acumulados y casi 90.000 muertes.