La empresa farmacéutica estadounidense Merck&Co, que opera en el resto del mundo como Merck Sharp & Dohme o MSD, anunció este viernes que su tratamiento oral contra la COVID-19 ha reducido en alrededor del 50 % el riesgo de hospitalización o muerte en pacientes con esta enfermedad, según los resultados de un estudio clínico.
MSD y Ridgeback Biotherapeutics, que desarrollaron el medicamento, solicitarán una autorización para uso en emergencia a las autoridades sanitarias de Estados Unidos y pedirán permisos de comercialización en otras agencias regulatorias en el mundo.
Merck & Co. said its experimental COVID-19 pill reduced hospitalizations and deaths by half in people recently infected with COVID-19 and that it would soon ask health officials in the U.S. and around the world to authorize its use. https://t.co/DiJQQIeSeB
— Pittsburgh Post-Gazette (@PittsburghPG) October 1, 2021
En su anuncio, la farmacéutica indicó que el análisis interino de los resultados en el uso del compuesto Molnupiravir mostró que el 7,3 % de los pacientes que recibieron el medicamento fue hospitalizado dentro de los 29 días siguientes.
Dentro de los 29 días de la prueba, el 14,1 % de los pacientes que recibieron un placebo, fue hospitalizado o murió.
No hubo muertes entre los pacientes que recibieron molnupiravir, en tanto que murieron ocho pacientes del grupo que recibió un placebo.
“Si se autoriza el uso, Molnupiravir podría ser el primer medicamento antiviral de uso oral para la COVID-19”, añadió la firma.
Molnupiravir se administra por vía oral y funciona inhibiendo que el coronavirus se replique dentro del cuerpo.
“Se necesitan de urgencia más herramientas y tratamientos para combatir la pandemia de la COVID-19, que se ha convertido en la causa principal de muertes y continúa afectando profundamente a pacientes, familias y sociedades”, indicó en un comunicado Robert Davis, presidente de Merck&Co.
“Con estos resultados impresionantes, somos optimistas en el sentido de que molnupiravir pueda convertirse en un medicamento importante como parte del esfuerzo global para luchar contra la pandemia”, agregó.
Los 775 participantes en la prueba tenían COVID-19 sintomática y confirmada en el laboratorio, y se les asignó al azar la administración de molnupiravir o del placebo dentro de los cinco días desde que aparecieron los síntomas.
El informe señaló, además, que todos los participantes no habían recibido vacunas anticovid y tenían al menos una condición subyacente que les ponía en riesgo mayor de desarrollar un caso más grave de la enfermedad.