Los nuevos casos de coronavirus cayeron a cero en China por primera vez hoy sábado, pero aumentaron en la India. En América Latina los enfermos abrumaban los hospitales, tanto en países laxos con respecto a las cuarentenas como en los que han recibido elogios por adoptar medidas firmes de distanciamiento social.
Muchos gobiernos están flexibilizando las restricciones a medida que enfrentan recesiones históricas provocadas por la pandemia. Su persistencia ha colocado a las autoridades en el dilema de encontrar el equilibrio entre la urgencia de reactivar la economía y el temor a los riesgos para la salud.
China no reportó ningún contagio el sábado por primera vez desde el inicio de la pandemia, que surgió allí a finales del año pasado.
En Corea del Sur hubo 23 nuevos casos, en su mayoría en la densamente poblada área metropolitana de la capital, Seúl, donde las autoridades cerraron miles de clubes nocturnos, bares y salas de karaoke para frenar las transmisiones.
A principios de marzo, Corea del Sur reportaba alrededor de 500 nuevos casos diarios hasta que comenzó a utilizar una agresiva política de rastreo y pruebas para estabilizar el brote. Más de 200 de los últimos contagios estaban ligados a personas que acudieron a clubes nocturnos en el área metropolitana de Seúl cuando la nación comenzó a aliviar las restricciones.
En Japón, un grupo que representa a camareros de bares y trabajadores del sector del ocio nocturno presentó sus pautas para proteger a los trabajadores con la reapertura. Deben llevar nasobucos, hacer gárgaras cada 30 minutos y desinfectar los micrófonos de los karaokes después de cada uso.
El Banco de Japón, que recientemente anunció medidas para facilitar los préstamos en la tercera economía del mundo, dijo en un comunicado conjunto con el gobierno: “trabajaremos juntos para que la economía japonesa vuelva a una sólida trayectoria de crecimiento después de la pandemia”.
El número de nuevos casos diarios en el país se redujo a dobles dígitos, y las muertes relacionadas con el virus están por debajo de las 800.
En Estados Unidos, las medidas de control interrumpieron el fin de semana alargado por el Memorial Day. Se trata del día en que el país conmemora a los hombres y mujeres de sus fuerzas armadas muertos en servicio. La pandemia también interfirió en las celebraciones colectivas en todo el mundo musulmán que marcan el final del mes sagrado del Ramadán.
América Latina es el nuevo epicentro mundial del coronavirus. Los expertos han recalcado los límites de acción de los gobiernos en una región donde millones de personas tienen empleos informales y muchas fuerzas policiales son débiles o corruptas.
Los dos países más poblados de la región —México y Brasil— batieron sus marcas de infectados y muertos casi a diario esta semana, alimentando las críticas a sus presidentes, que han aliviado las cuarentenas en un intento por limitar los daños económicos. Sin embargo, la tasa de infecciones también aumentó en países antes elogiados por la imposición de cierres de negocios y cuarentenas tempranas y enérgicas, como Perú, Chile y Ecuador, donde las unidades de cuidados intensivos estaban abrumadas por el alto número de enfermos.
Brasil confirmó un total de más de 330.000 casos, superando a Rusia para situarse como la segunda nación con mayor número de afectados, solo por detrás de Estados Unidos, que tiene 96.000 decesos y 1,6 millones de contagios, según los especialistas de la Universidad Johns Hopkins. Brasil también registró más de 21.000 fallecidos, aunque los estudiosos creen que la cifra es mayor.
En Estados Unidos, algunas regiones se están abriendo más rápido que otras. El presidente Trump presiona para que las autoridades estatales y municipales se muevan más rápido en el levantamiento de las medidas de control.
Associated Press/OnCuba