Después de pasar un bache económico sin precedentes en el último trimestre, la economía de Estados Unidos enfrenta un panorama oscuro a medida que el repunte de casos de coronavirus intensifica las dudas sobre la posibilidad de cualquier recuperación sostenida el resto del año.
Se calcula que el enorme desplome en el gasto de los consumidores debido a que las personas permanecieron en casa y evitaron salir de compras, viajar o reunirse en grandes multitudes a medida que el virus se esparcía, provocó una contracción de la economía a una tasa anualizada de cerca del 32% de abril a junio. La cifra sería más del triple que el peor descenso trimestral previo: una caída del 10% en 1958.
La depresión de la actividad económica en sectores como la inversión empresarial, la construcción de viviendas y el gasto público posiblemente también contribuyó a la peor contracción trimestral desde que comenzaron los registros en 1947.
El jueves, el gobierno emitirá el primero de sus tres estimados de actividad económica para abril-junio. La contracción del trimestre pasado fue tan vertiginosa, que la mayoría de los analistas prevén que la economía logre una marcada recuperación durante el periodo actual de julio a septiembre, incluso de hasta 17% a tasa anualizada. Pero ante el aumento en la tasa de casos confirmados de coronavirus en la mayoría de los estados, más negocios se han visto obligados a cancelar sus reaperturas. El Senado ha propuesto una reducción en los subsidios gubernamentales por desempleo, por lo que la economía podría empeorar en los próximos meses.
El gobierno del presidente Donald Trump está apostando en contra de ese resultado al afirmar que la economía tendrá una recuperación drástica en forma de “V”, en la que el desplome del trimestre pasado dé paso a una recuperación impresionante en el periodo actual, una deseada dosis de buenas noticias que serían reportadas a finales de octubre, a pocos días de las elecciones presidenciales.
Sin embargo, muchos analistas tienen una visión completamente opuesta. Haciendo énfasis en que la economía no puede recuperarse por completo hasta que la pandemia haya quedado derrotada o haya una vacuna disponible, visualizan un escenario en forma de “W” en el que a la recuperación en el trimestre actual le siga un periodo sostenido de crecimiento tenue o incluso una recesión.
“Las reducciones en los pronósticos están ocurriendo debido al evidente daño económico que está causando el virus”, dijo Mark Zandi, economista en jefe de Moody’s Analytics, quien cree que la economía perderá empleos este mes luego de dos meses de ganancias.
“Vamos en reversa”, dijo Zandi.
Los analistas advierten que el panorama podría oscurecerse aún más en caso de que el Congreso no logre promulgar la suficiente ayuda financiera para reemplazar el apoyo federal de 600 dólares semanales en subsidios por desempleo, que está por expirar, o proporcione ayuda suficiente para los negocios y los gobiernos estatales y locales.
Los senadores republicanos presentaron el lunes una propuesta de 1 billón de dólares que está muy por debajo de la medida de 3 billones de dólares que ha aprobado la Cámara de Representantes, dejando un enorme hueco que conciliar entre ambas facciones a medida que comienzan a agotarse algunos elementos de los programas de ayuda de emergencia que el Congreso había otorgado anteriormente.
Reportes recientes pintan un panorama cauteloso sobre la economía, en el que todavía habrá más de un millón de solicitudes semanales de subsidios por desempleo y la confianza del consumidor caerá marcadamente, en particular en estados como Michigan, Florida, Texas y California, donde se han registrado notables repuntes de casos confirmados del coronavirus.