España superó este martes los 600.000 contagios y las 30.000 muertes por coronavirus desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos oficiales. Se trata de cifras que reflejan lo imparable de la enfermedad, que amenaza con colapsar los servicios médicos de urgencias a la espera de la ansiada vacuna, cuyos primeros resultados del ensayo en humanos se prevén en cuatro meses.
El Ministerio español de Sanidad notificó hoy 9.437 nuevos casos de coronavirus, 3.022 en las últimas 24 horas, lo que eleva la cifra total de contagiados en España a 603.167 y la de muertos a 30.004, con 303 nuevos fallecimientos en los últimos siete días.
Según estos datos oficiales, Madrid sigue siendo la región más afectada por la COVID-19 en España, con un tercio de los nuevos casos en las últimas 24 horas (1.207), seguida de Navarra (norte), con 302 nuevas infecciones confirmadas ayer, y del País Vasco (norte), con 270.
Las cifras facilitadas hoy por el Ministerio no incluyen las de Cataluña por razones técnicas, aunque el Gobierno regional catalán sí notificó 1.328 nuevos casos de coronavirus confirmados con pruebas PCR . Ese dato supone el triple de contagios que el día anterior, cuando se registraron 402 nuevos casos en esa comunidad autónoma española.
Además, el servicio catalán de Salud informó hoy de 14 fallecidos en las últimas 24 horas, si bien el número de ingresados y de pacientes en las UCI ha disminuido en los hospitales de esa región.
Actualmente casi 10.000 personas están ingresadas en los hospitales españoles por el virus y 1.273 se encuentran en unidades de cuidados intensivos (UCI), de acuerdo al último balance del Ministerio español de Sanidad.
Las urgencias, al borde de la saturación
Ante estas cifras, los médicos de urgencias alertaron hoy que España se encuentra ante “la segunda ola” de la pandemia y que los servicios de Urgencias se encuentran “al borde de la saturación”.
Lo advirtió el vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Pascual Piñera, durante su intervención en el I Congreso Nacional COVID-19, en el que aseguró que esos servicios asistenciales se encuentran “tensionados”, porque deben atender a todo tipo de pacientes, “tanto a los COVID-19 como al resto”.
Por ello, se mostró partidario de que todos los servicios de Urgencias se configuren como circuitos covid, dada la amplitud de síntomas que puede presentar un paciente con coronavirus.
“No sería descabellado atender a todos los pacientes como si fueran sospechosos de coronavirus”, advirtió Piñera en ese sentido e insistió en que no se puede volver a tolerar el nivel de contagio a sanitarios registrado en la primera ola de la pandemia, que representaba el 25 % del total de los pacientes.
La esperada vacuna
Entretanto, en los hospitales madrileños de La Paz y La Princesa comenzaron este martes a administrar a un grupo de voluntarios las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 que desarrolla la farmacéutica estadounidense Janssen, cuyos primeros resultados sobre la generación de anticuerpos frente al virus se prevé que se conozcan en unos cuatro meses.
En este primer ensayo clínico que se hace en España participan 550 voluntarios, entre jóvenes y adultos, de tres países, de los cuales 190 corresponden a España.
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El estudio acabará en 14 o 16 meses pero se realizarán análisis intermedios y “posiblemente en cuatro meses tengamos datos de respuesta de anticuerpos y los datos de seguridad a corto plazo lo tendremos a final de año”, explicó a EFE el jefe del servicio de farmacología clínica de La Princesa, Francisco Abad.
Los voluntarios fueron seleccionados la semana pasada y a todos ellos se les hizo la prueba PCR y la serología para confirmar que no han tenido infección previamente. Algunos solo recibirán una dosis única; otros solo placebo; otros una dosis al mes, otros a los dos meses y otros a los tres meses.
A la fase dos que acaba de comenzar en España, Holanda y Alemania, le ha precedido la fase 1, en la que participaron Bélgica y EEUU y en la que se obtuvieron buenos resultados.
Dada la urgencia de disponer de una vacuna contra la enfermedad, no se esperará a la finalización de la fase 2 para comenzar la fase 3 (el fármaco se verifica en un mayor número de personas), lo que se producirá en torno a finales de año.
“Posteriormente puede ser que a mediados del año que viene pueda haber una vacuna autorizada de forma anticipada, en condiciones normales una vacuna conlleva cinco años de desarrollo-“, según el jefe del servicio de farmacología clínica de La Princesa.
En España, más de media docena de equipos de investigación están trabajando en el diseño de una vacuna contra el coronavirus, pero en el caso de este ensayo existe la ventaja de que el vector (adenovirus) ya se ha usado y se ha demostrado seguro, con lo que los plazos de la investigación preclínica se han acortado “enormemente”, según el doctor Abad.
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