El Departamento de Salud de Florida registró 1.008.166 casos de coronavirus después de que hoy martes se agregaron más de 8.800 nuevas infecciones. Más de 18.600 personas han muerto.
Desde el 16 de noviembre, Florida ha registrado al menos 6.000 casos nuevos todos los días, según el Departamento de Salud del estado.
Solo California y Texas han tenido el mismo número total de casos desde el brote de la pandemia.
Antes de este aumento nacional, Florida fue uno de los peores puntos calientes de la COVID-19 a mediados del verano.
La mayor parte de los casos se localizan en el sureste del estado. El condado de Miami Dade registra más de 231.000 casos, el de Broward más de 108.000 y el de Palm Beach casi 66.000.
Este récord se produce justamente cuando el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, se enfurece con la implementación de medidas de salud más estrictas, reiterando su decisión de mantener abiertas las escuelas públicas y manteniendo que “se opone a los mandatos [de usar nasobucos], punto”.
Dijo ayer lunes que requerirá que las escuelas permanezcan abiertas, a pesar del aumento en los casos confirmados de la COVID-19 y de las hospitalizaciones. También que el estado no estaba considerando ninguna restricción adicional a las empresas que pudiera provocar despidos o pérdidas financieras.
Países como Suecia, Dinamarca, Alemania y Suiza, dijo, mantuvieron a los niños en las escuelas con resultados positivos. Argumentó que algunos estudios muestran que el virus se puede propagar más cuando los niños no asisten a la escuela.
“Cerrar las escuelas debido al coronavirus es probablemente el mayor error de salud pública en la historia moderna de Estados Unidos”, dijo en una conferencia de prensa.
DeSantis también ha recibido críticas por extender una orden que prohíbe multar a las personas que violen los mandatos locales relacionados con la pandemia. El gobernador, un subrogante del presidente Trump, se ha hecho eco de los mensajes de la Casa Blanca centrados en la economía.