El primer ministro británico Boris Johnson impuso el martes estrictas medidas para controlar la propagación del nuevo coronavirus en la región de Gran Manchester, luego de haber sostenido infructuosas negociaciones con las autoridades locales en torno a la ayuda financiera para las personas cuyos sustentos se verán afectados por las nuevas restricciones.
Johnson, quien ha tenido dificultades para implementar su plan de restricciones localizadas en regiones con una alta tasa de infecciones de coronavirus, dijo que lamentaba “amargamente” ordenar medidas que afectarán a los negocios, pero puntualizó que no actuar pondría en riesgo las vidas y el sistema de salud de Manchester.
El gobierno central británico y los políticos locales se han enfrentado durante días en torno a la efectividad de un sistema de alerta de tres niveles que Johnson presentó la semana pasada. El alcalde de Gran Manchester, Andy Burnham, ha peleado para obtener más apoyo financiero para los trabajadores y negocios que se verán afectados por las restricciones en la región de casi 3 millones de habitantes.
Un minuto después de la medianoche del viernes, Gran Manchester será una de las tres regiones del noroeste de Inglaterra que han sido colocadas en el nivel 3 de alerta, el más alto del sistema propuesto por Johnson. Las otras dos son Liverpool y Lancashire.
“Desafortunadamente no se alcanzó un acuerdo, y lo lamento”, manifestó Johnson, y añadió que su gobierno ha hecho una “oferta generosa e integral” para apoyar los negocios de la región.
Burnham acusó al gobierno de Johnson de abandonar las negociaciones y afirmó que las restricciones afectarían a los más pobres y a quienes tienen mayor necesidad de ayuda financiera: “La gente que trabaja en bares, en casas de apuestas, maneja taxis, esa gente a menudo es olvidada por los que están en el poder”.
El gobierno de Johnson se está resistiendo a adoptar la recomendación de sus asesores científicos sobre tener un confinamiento “disyuntor” para frenar la propagación del coronavirus. En lugar de eso, ha adoptado un sistema de tres niveles para Inglaterra, con zonas clasificadas bajo un riesgo de contagio medio, alto y muy alto. En el nivel máximo, los bares tienen que cerrar y la gente tiene prohibido reunirse con personas de otras viviendas.