Las autoridades de Israel reforzaron su segundo confinamiento a nivel nacional, ordenaron el cierre de todos los negocios no esenciales y exigieron a la población no desplazarse a más de 1.000 metros de sus hogares.
Las oraciones durante el actual período de Yamim Noraim, así como las protestas políticas, serían limitadas a zonas al aire libre y con no más de veinte personas. Quienes participen deberán respetar la distancia restringida desde su vivienda.
Las medidas están programadas para el viernes por la tarde, momento en que el país cierra por el shabat semanal previo al día sagrado de Yom Kipur el domingo y el lunes. Durante épocas normales, Israel cierra por completo por el Yom Kippur, el Día de la Expiación, en el que negocios y aeropuertos permanecen cerrados, las avenidas están vacías e incluso las estaciones de radio y canales de televisión suspenden su programación.
En un mensaje nacional, el primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció las molestias que causa el cierre, pero dijo que el período sagrado, cuando muchos de los negocios cierran de igual forma, era el mejor momento para tomar las nuevas medidas.
Comparando la situación con una guerra, indicó que las medidas salvarían muchas vidas. “Despierten. Es suficiente. Estamos ante una nueva realidad”, sostuvo. La limitación de las oraciones y las protestas podría desatar reacciones violentas.
La comunidad ultraortodoxa, de gran poder político, se ha manifestado contra las limitaciones a la oración en espacios públicos durante el Yamim Noraim. Los detractores de Netanyahu lo acusan de utilizar el confinamiento para frenar las protestas semanales contra su manejo de la crisis.
Netanyahu catalogó esas acusaciones de “absurdas” y afirmó que todas las restricciones se aplicarán por problemas de seguridad pública.
Associated Press/OnCuba.