Japón administró hoy las primeras dosis de la vacuna contra el nuevo coronavirus a los trabajadores de la salud, arrancando así una campaña de vacunación considerada fundamental para efectuar los postergados Juegos Olímpicos.
Pero el progreso de la campaña es incierto en un país preocupado por una posible escasez de vacunas importadas y donde la gente suele ser reacia a recibirlas por temor a sus efectos secundarios.
El gobierno otorgó su demorada primera aprobación a la vacuna desarrollada y distribuida por Pfizer. Japón se rezagó luego de pedirle a Pfizer realizar ensayos clínicos con ciudadanos japoneses, además de los ensayos previos que la compañía llevó a cabo en otros seis países. Pero las autoridades dijeron que era necesario resolver las inquietudes sobre las vacunas en un país es conocido por su baja confianza en ellas.
El abastecimiento de las vacunas importadas es una de las principales preocupaciones debido a la escasez y a las restricciones de suministro en Europa, donde se producen muchas. El suministro de vacunas importadas determinará el progreso de la campaña de vacunación en Japón, señaló Taro Kono, ministro a cargo de la campaña de vacunación del país.
Unos 40.000 médicos y enfermeros de cien hospitales recibieron su primera dosis, y la segunda está prevista para el 10 de marzo. La mitad participará en un estudio de siete semanas.
Pero tras las semanas de demoras, el programa de vacunación se está llevando a cabo en un calendario apretado.
Un primer cargamento de la vacuna de Pfizer que llegó el viernes pasado al país se considera suficiente para inmunizar a 40.000 médicos y enfermeros de cien hospitales seleccionados en el país, dijo Kono.
La vacunación de 3,7 millones de trabajadores de la salud adicionales empezará en marzo, seguida por la de unos 36 millones de personas de 65 años y más en abril. La gente con enfermedades prexistentes, así como los encargados de atender las residencias de ancianos y otros centros, serán los siguientes antes de que la población en general reciba su turno.
Será alrededor de junio cuando la población en general comience a ser vacunada, por lo que alcanzar la inmunidad colectiva contra el virus antes de los Juegos Olímpicos sería imposible, señalaron expertos.
Está programado que los Juegos Olímpicos de Tokio empiecen en julio.
La desconfianza de los japoneses hacia las vacunas viene de décadas atrás. Muchas personas sienten una intranquilidad al respecto, en parte porque a menudo se han exagerado los efectos secundarios.
Associated Press/OnCuba.