El repunte de la actividad en China y Estados Unidos permitirá que la economía global crezca este año un 5,4 %, según las previsiones revisadas de Naciones Unidas, que advierte, sin embargo, que ese dato esconde una recuperación cada vez más desigual de la crisis de la COVID-19.
La ONU modificó este martes al alza los cálculos que había publicado el pasado mes de enero, elevando la cifra de crecimiento a escala mundial del 4,7 al 5,4 %, tras una contracción del 3,6 % durante 2020.
Esa mejora está vinculada en gran medida a la situación en las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, donde la recuperación marcha mejor de lo esperado inicialmente, mientras que las dudas continúan en muchos otros países.
Repunte económico desigual
Según las previsiones de la organización, la economía de EE.UU. crecerá este año un 6,2 %, en lo que sería su tasa más alta desde 1966, gracias principalmente a la rápida campaña de vacunaciones, el nuevo estímulo fiscal y la reapertura de la actividad. El dato mejora el estimado de Naciones Unidas de enero, cuando pronosticaba que la economía estadounidense crecería un 3,4 % en 2021 tras caer más de un 3 % en 2020.
En China, mientras, se espera un crecimiento del 8,2 % gracias a una clara recuperación de las exportaciones y de la demanda interna, una cifra también mejor que el 7,2 % que se planteaba en enero.
La situación contrasta con la de otra de las grandes economías mundiales, la de la Unión Europea (UE), donde la ONU empeora sus previsiones hasta el 4,1 % a pesar de que su recesión en 2020 fue peor que la de EE.UU.
El panorama es peor todavía para muchos países en vías de desarrollo, sobre todo en el África Subsahariana, donde importantes economías como Sudáfrica (2,8 %) y Nigeria (1,8 %) tendrán avances muy moderados. También hay fuertes dudas en el Asia Meridional, dado el desbocado avance del coronavirus en la India.
La India: escasez de vacunas y récord de muertes por COVID-19
En la región de América Latina y el Caribe, la ONU espera un crecimiento del 4,3 % este año, una ligera mejoría con respecto a enero, pero avisa de la fuerte incertidumbre que sigue habiendo en países como Brasil, Argentina, Perú y Colombia.
En ese sentido, el principal responsable del informe, Hamid Rashid, explicó en una conferencia de prensa que las cifras aún pueden variar de forma importante en muchos lugares en función de cómo evolucione la pandemia del coronavirus.
“La recuperación de la que estamos hablando ahora mismo es muy desigual y también muy incierta”, señaló Rashid.
El desigual ritmo de las campañas de vacunación, con países ricos en los que ya hay una proporción importante de la población inmunizada y muchas naciones en desarrollo que apenas han puesto dosis, es uno de los principales factores de estas previsiones, apunta la organización.
En ese sentido, Rashid destacó que —al contrario de lo que ocurre habitualmente— el ritmo de crecimiento que se prevé en los países en vías de desarrollo es menor al global, algo que consideró “preocupante”, pues hará crecer las diferencias.
“La desigualdad con las vacunas entre países y regiones está planteando un riesgo significativo a una recuperación global ya desigual y frágil”, señaló en una nota el economista jefe de Naciones Unidas, Elliott Harris.
Según Harris, un acceso universal y a tiempo a las vacunas contra el coronavirus marcará la diferencia entre una recuperación rápida o la pérdida “de muchos más años de crecimiento, desarrollo y oportunidades”.
Impacto en la mujer
El informe destaca, además, el impacto específico que la actual crisis está teniendo en las mujeres, que han abandonado en mayor medida el mercado laboral y cargan con la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado. Esa situación está haciendo que aumente la brecha de empleo y de salarios entre hombres y mujeres y tiene importantes consecuencias en materia de desarrollo.
Así, la ONU destaca que la pandemia ha empujado a casi 58 millones de mujeres y niñas a la pobreza extrema, dando un golpe enorme a los esfuerzos mundiales de reducción de la pobreza, y ampliando las brechas de género en ingresos, riqueza y educación.
Por ello, la organización reclama que las medidas fiscales y monetarias para impulsar la recuperación tengan en cuenta el distinto impacto que la crisis está teniendo en diferentes grupos de población para así garantizar una salida inclusiva y que dure en el tiempo.
Canadá, en septiembre
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anticipó este martes que Canadá volverá a la normalidad en septiembre cuando la población que quiera estar inmunizada haya recibido todas las dosis de las vacunas contra la COVID-19.
Trudeau también aconsejó a las autoridades provinciales, responsables de las medidas para combatir la pandemia, que no se apresuren a levantar las restricciones hasta que el número de nuevas infecciones sea mucho menor.
“Dar una dosis para el verano nos prepara para la segunda dosis en el otoño, cuando seremos capaces de hablar de volver a la escuela, regresar al trabajo y de vuelta a una mayor normalidad”, declaró Trudeau durante una rueda de prensa en Ottawa.
Canadá ocupa el número 26 en el ranking mundial en términos de porcentaje de población vacunada con al menos una dosis, gracias a la decisión de las autoridades del país de retrasar las segundas dosis hasta cuatro meses después de la primera.
Un 39,72 % de la población canadiense ha recibido al menos una dosis, pero el porcentaje desciende a solo el 3,36 % cuando se contabiliza la segunda dosis, lo que deja a Canadá en el puesto 80º del mundo en población totalmente inmunizada.
Canadá es el único país industrializado que ha decidido espaciar al máximo, hasta cuatro meses, la segunda dosis de las vacunas contra la COVID-19.
A diferencia de Estados Unidos o Europa, el país norteño ha aprobado el uso del suero de AstraZeneca para mayores de 18 años, aunque las provincias han limitado su uso en los grupos de la población de mayor edad tras registrar varias muertes de personas que han recibido el medicamento de la compañía anglo-sueca.
Precisamente este martes, la provincia de Alberta, en el oeste del país, dejó de utilizar la vacuna de AstraZeneca en primeras dosis por problemas de abastecimiento.
Trudeau se mostró seguro de que para septiembre la población canadiense habrá recibido la inmunización completa contra la COVID-19. También aconsejó a las provincias del país, que están sufriendo la tercera ola de la enfermedad, no levantar las restricciones en vigor en estos momentos y explicó que hay que esperar a abrir la economía a que al menos el 75 % de la población haya recibido una dosis de las vacunas.
“No podemos relajar las restricciones de sanidad hasta que los casos hayan descendido mucho más. Todos queremos tener un verano en el que podamos ver a nuestros seres queridos e invitar a nuestros amigos a una barbacoa”, añadió Trudeau.
EFE / OnCuba