La ciudad de Madrid y otros nueve grandes municipios de su región viven este sábado la primera jornada de prohibición de entrada y salida de personas, salvo motivo justificado, para tratar de contener la fuerte incidencia de nuevos contagios de la segunda ola de coronavirus.
La medida está en vigor desde la noche de este viernes, aunque es motivo de tensión política, ya que fue establecidas por el Ministerio español de Sanidad y rechazada y recurrida judicialmente por las autoridades regionales de la capital española.
Las primera horas de aplicación transcurren con normalidad y con algunos controles policiales aleatorios en las zonas limítrofes de esas poblaciones.
Las limitaciones serán aplicadas durante catorce días naturales y podrán prorrogarse en función de cómo evolucione la situación epidémica de esta región autónoma, la más afectada de España y Europa por la epidemia.
Sanidad notificó el viernes 11.325 nuevos contagios de coronavirus en todo el país (3.722 en las 24 horas anteriores), hasta 789.932 desde el inicio de la epidemia, con 32.086 defunciones.
Madrid sigue a la cabeza de casos nuevos, con el 22 %, del total español, aunque menos que un día antes, cuando representaba el 34 %.
España lidera la incidencia epidémica en la Unión Europa con 269,5 infectados por 100.000 habitantes en los 14 últimos días, por delante de Francia (225,4). La media regional de Madrid es de 692,1 casos, ampliamente superada en varios barrios de la capital de España y poblaciones limítrofes del sur y del este.
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Limitaciones sociales y de movilidad
El Gobierno nacional y 12 de las 17 regiones españolas acordaron el miércoles pasado, con la oposición del resto, endurecer las limitaciones de movilidad en todos los municipios de más de cien mil habitantes con al menos 500 casos nuevos de coronavirus por 100.000 personas, más de un 10 % de positivos en pruebas PCR y una tasa de pacientes de COVID-19 en unidades cuidados intensivos (UCIS) superior al 35 % de su capacidad total de camas.
Estas circunstancias se dan solo, por ahora, en la capital de España y otros nueve grandes municipios de la región de Madrid.
En esas diez poblaciones confinadas perimentralmente, con cerca de cinco millones de habitantes, no se podrá entrar ni salir, excepto por motivos de trabajo, sanitarios, de estudios o fuerza mayor, entre otros justificados adecuadamente.
Los ciudadanos que incumplan las medidas no serán sancionados por el momento, ya que antes deberán ser ratificadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Además, se limitan el número de personas de reuniones privadas y públicas, el aforo de lugares de culto religioso, comercios y establecimientos de hostelería y su hora de cierre.