Los casos globales de la COVID-19 aumentaron un 11,5 % la semana pasada, con subidas de doble dígito en casi todas las regiones, y el mundo se encuentra en un momento de la pandemia “muy peligroso”, advirtió este lunes la jefa de la unidad técnica anticovid de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove.
“Después de 18 meses, es una situación muy preocupante”, subrayó en un encuentro en redes sociales la experta estadounidense, quien señaló que los fallecidos en los últimos siete días también subieron, aunque de forma más moderada (un 1 %).
En Europa, los casos del 12 al 18 de julio aumentaron un 20 % con respecto a la semana anterior, mientras que en el sur de Asia el crecimiento fue del 30 %, en el este del continente asiático de casi el 30 % y en Oriente Medio los contagios subieron un 15 %, detalló Van Kerkhove.
Los factores que explican este aumento, comentó, son la expansión de variantes más contagiosas, como la delta, el aumento de los movimientos de personas y la socialización, y un “uso incorrecto de las medidas de salud pública”, advirtió.
Un cuarto factor para la actual situación, afirmó, es la desigualdad en la administración de vacunas, ya que en muchos países ni siquiera los grupos de mayor riesgo, como la tercera edad o los trabajadores sanitarios, han podido recibir dosis.
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Anticuerpos de la COVID persisten al menos nueve meses tras infección
Un estudio realizado en una ciudad italiana, difundido este lunes en Nature, mostró que el nivel de anticuerpos por la COVID-19 continúa siendo altos al menos nueve meses después de producirse la infección por SARS-CoV-2, independientemente de si ésta fue o no sintomática.
Investigadores de la universidad de Padua y del Imperial College de Londres sometieron a pruebas de coronavirus a más del 85 % de los 3.000 residentes en esa localidad italiana en febrero y marzo de 2020 y los volvieron a someter a tests de anticuerpos en mayo y noviembre de ese año.
El equipo investigador halló que el 98,8 % de las personas infectadas en febrero y marzo mostraron niveles detectables de anticuerpos en noviembre y que no hubo diferencias entre aquellos que habían sufrido síntomas de COVID-19 y los que habían sido asintomáticos.
Los niveles de anticuerpos se detectaron empleando tres tests para detectar tipos diferentes de anticuerpos que responden a partes del virus diferentes.
Los resultados arrojaron que aunque todos los tipos de anticuerpos mostraron algún declive entre mayo y noviembre, aunque la tasa de deterioro era diferente según el test. También hallaron casos de niveles de anticuerpos que aumentaron en algunas personas, sugiriendo una potencial reinfección con el virus, lo que proporciona un impulso al sistema inmunológico.
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“No encontramos pruebas de que los niveles de anticuerpos entre las infecciones de sintomáticos y asintomáticos difieran de manera significativa, lo que sugiere que la fuerza de la respuesta inmunológica no depende de los síntomas y la severidad de la infección”, apunta la autora principal del estudio, Ilaria Dorigatti, del Centro para el Análisis Global de Enfermedades Infecciosas y del instituto Abdul Latif Jameel para Analíticas de Emergencia y Enfermedades en el Imperial College.
No obstante, agregó que el estudio muestra que “los niveles de anticuerpos varían, a veces de manera notable, dependiendo del test utilizado”.
“Esto implica que se necesita precaución cuando se comparan estimaciones de los niveles de infección en una población obtenidos en partes del mundo diferentes, con test diferentes en diferentes momentos”, puntualizó.
También observó que “está claro que la pandemia no ha terminado, ni en Italia ni en el extranjero. Para avanzar, es de importancia fundamental continuar administrando primeras y segundas dosis de la vacuna así como reforzar sistemas de vigilancia como los de rastreo de contactos”.