Cuando cae la noche, en los campos cubanos solo hay dos cosas que hacer: niños o cuentos de aparecidos. A nadie se le ocurriría reunir a fornicadores del mundo para debatir sobre el arte de la procreación, pero en Cuba acaban de celebrar un Congreso Internacional sobre Espiritismo, con declaraciones oficiales y todo…
Después de haber visto tanto, uno debería ya estar curado de espanto. Pero precisamente el don de “ver” cosas que espantan a otros ha reunido aquí a expertos de varios países, en esta tierra de la Siguaraya donde cualquiera tiene una tía que percibe a los seres, y cuando note tu nerviosismo te diga: “Tranquilo, que miedo se le tiene a los vivos”.
Sin ir más lejos, mi bisabuela nombró Allan a un hijo porque era fiel seguidora de las doctrinas del galo Allan Kardec. Ella sabía quitarte un muerto oscuro, aunque al irse de casa dejó a mi bisabuelo con Veneranda, una vieja atravesá que cinco lustros después de muerta aún pone el picao malo y el ambiente enrarecido. Mi abuela es otra que a mitad de comida te suelta como si nada, “Nosequién está parado en ese rincón”. ¡Siá caráj…!
Más allá de cuentos de guardarrayas ruidosas, o camioneros que recogen muertas en la carretera y las dejan en el cementerio, los casos de espiritismo más famosos de Cuba son Clavelito y Marta Estévez, la mujer que inspiró la película Las profecías de Amanda.
Clavelito, cuyo nombre real era Miguel Alfonso Pozo, hizo de todo para ganarse la vida, fue un gran repentista y lector, pero su consagración le llegó en Unión Radio, cuando Ángel Campo le dio luz verde para producir un programa a su aire. Así nació “Aquí está Clavelito”, que comenzaba con los célebres versos de “Pon tu pensamiento en mí, y verás que en este momento, mi fuerza de pensamiento ejerce el bien sobre ti…”.
A ver, no era un espiritista, pero era una suerte de consejero espiritual que instaba a sus oyentes a poner un vaso de agua sobre el radiorreceptor, y que se concentrara para recibir la energía positiva y los poderes curativos que le transmitía a través de las ondas hertzianas.
Por el contrario, el caso de Marta Estévez es toda una incógnita. Esta mujer de Lawton quiso ser la Faraona de Cuba, y acabó siendo nuestra Nostradamus. Aseguran quienes la conocieron que el filme de Pastor Vega le hizo poca justicia, aunque admiten que Marta atinaba en casi todas sus predicciones, y que se le montaban muertos de toda índole.
Una psicóloga estudió su caso, impresionada por cómo la mujer predijo la muerte de su propio esposo en un quirófano donde aparentemente todo iría bien. No sé los resultados, ni tampoco qué fue de Marta, pero muchos que fueron a verla como una atracción de feria, acabaron escuchando lo que no querían oír. O saber.
Por lo pronto, en La Habana se reunieron la pasada semana unos mil 500 delegados de 34 países. Según Edwin Bravo, uno de sus organizadores, en el foro se habló del origen y base del espiritismo, de su práctica como ciencia, y la neurofisiología de la mediumnidad. El foro fue a puertas cerradas, pero se sabe que hablaron del Evangelio según el espiritismo.
En Cuba se leyó mucho a Kardec (1804-1869), en especial su clásico fundacional El libro de los espíritus. Se estima que aquí existen 574 sociedades establecidas de espiritistas y otras 400 en proceso de reconocimiento, solo superada por Brasil, sede del Consejo Espírita Internacional.
“Los cubanos (…) nos sentimos orgullosos de que el Consejo Espírita Internacional haya seleccionado a Cuba como su sede, por su gran vocación espiritual y por su empeño en la construcción de un mundo de paz”, aseguró Caridad Diego, la jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
“El Estado cubano nos ha dado todas las posibilidades para crear, construir y continuar esta tarea”, declaró el cubano Servando Agramonte, quien añadió que sus colegas de la isla aspiran a crear una confederación nacional.
Bueno… que le pongan energía positiva entonces…