Alan Gross, el contratista de la USAID preso en Cuba desde 2009, suspendió este viernes la huelga de hambre que había comenzado el pasado 3 de abril, informó su abogado Scott Gilbert en Washington.
Gross, de 64 años, dijo que su “huelga de hambre queda suspendida a partir de hoy”, luego de un contacto telefónico con su madre, quien le pidiera finalizar la protesta. Aun así, Gross notificó a su abogado que “otras protestas ocurrirán”, aunque no especificó las fechas o las formas en que lo hará, reseñó AFP.
Condenado a 15 años de cárcel por distribuir ilegalmente equipos de telecomunicaciones en Cuba, como parte de una misión de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo (USAID), Gross y su esposa han señalado en repetidas ocasiones la pasividad con que el gobierno norteamericano ha asumido los esfuerzos para su liberación, aunque recientemente, el Secretario de Estado, John Kerry dijera que tenía “un par de ideas” para conseguirla.
En los últimos días, el escándalo desatado por la agencia AP sobre el caso de ZunZuneo –una especie de “Twitter cubano” a base sms creado y financiado por la USAID– ha puesto sobre el tapete las labores de subversión de esa agencia contra Cuba, de la cual Gross era empleado al momento de su detención. De acuerdo con Gilbert, esta fue “la gota que colmó el vaso” y motivó la huelga de hambre de Gross.
Desde hace meses y ahora ante estas revelaciones y la protesta de Gross, el gobierno de Cuba ha reiterado su disposición a dialogar una solución humanitaria para el caso del contratista, y que incluya el tema de los tres antiterroristas cubanos, parte del grupo de los Cinco, que aun están presos en Estados Unidos.