Ben Rodhes, uno de los arquitectos de la política de deshielo de Barack Obama hacia Cuba, reiteró esta semana que la cancelación de esa política por parte de Donald Trump y su continuación parcial por Joe Biden constituye una forma de perjudicar a los cubanos.
En su cuenta de Twitter, el exdirector adjunto de Seguridad Nacional de Obama dijo que las acusaciones de que Cuba estaría detrás del llamado Síndrome de La Habana eran “un elefante en la habitación” con su carga “turbia”. Y se preguntó si la administración Trump lo usó “para revertir la apertura sabiendo que no había evidencia de que el gobierno cubano fuera responsable”.
One elephant in the room here given how murky this has always been is whether the Trump Administration used "Havana syndrome" to rollback the opening to Cuba knowing that there wasn't evidence of the Cuban government being responsible. https://t.co/F7FaIcgHq3
— Ben Rhodes (@brhodes) March 1, 2023
Sin mencionarla directamente, Rhodes criticó a la actual administración demócrata, que poco ha cambiado la política de Trump apelando al argumento de los derechos humanos.
“En cualquier caso, que Estados Unidos se aferre a los últimos vestigios de una política fallida de línea dura hacia Cuba, que ha alimentado una crisis humanitaria y migratoria, no ha hecho nada para promover los derechos humanos, mientras nos aliena en América Latina y en el sur global parece aún más absurda hoy”.
Además, acotó, “una política de línea dura fallida tampoco ayuda a los demócratas a ganar en Florida, por lo que no hay justificación para ello. Existe una enorme oportunidad de ayudar a los cubanos mejorando sus vidas y haciendo crecer su sector privado”.
Spoiler alert: a failed hardline policy doesn't help Democrats win in Florida either, so there's no political or policy rationale for it. There's a huge opportunity to help Cubans by improving their lives and growing their private sector.
— Ben Rhodes (@brhodes) March 1, 2023
Se pronunció por “levantar las sanciones, permitir que los estadounidenses viajen (es una locura que los estadounidenses no puedan viajar 90 millas a Cuba, pero pueden ir prácticamente a cualquier otro lugar)”. También por “eliminar a Cuba de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo”, de donde Obama la quitó y Trump volvió a ponerla.
Cuba, sostuvo, “no es un Estado patrocinador del terrorismo. Trump/Pompeo la colocaron en esa lista cuando salían por la puerta [de la Casa Blanca], a pesar de que Cuba no patrocina de ninguna manera el terrorismo (otras naciones que lo hacen no están en esa lista, por cierto)”.
Taking a hardline has made life worse – not better – for Cubans, including activists and entrepreneurs. The humanitarian crisis in Cuba has fueled massive migration as well. It is time for this policy to go back to the opening that was making things better in 2015-16.
— Ben Rhodes (@brhodes) March 1, 2023
En conclusión, “adoptar una línea dura ha empeorado, no mejorado la vida de los cubanos, incluidos activistas y empresarios. La crisis humanitaria en Cuba también ha alimentado la migración masiva. Es hora de que esta política regrese a la apertura que estaba mejorando las cosas en 2015-16”, escribió Rhodes.