Los cubanos que deseen solicitar visas de no inmigrante para Estados Unidos solo podrán hacerlo en consulados de terceros países. Hoy se conoció que la medida incluye a quienes ya habían iniciado la solicitud e incluso pagado la tasa de 160 USD.
“Deberán hacer su solicitud en un lugar distinto de La Habana (…). La tasa de solicitud de visa no es reembolsable, ni transferible a otra persona, ni tampoco útil en otro país”, notifica la embajada vía correo electrónico a un solicitante que ya había abonado el impuesto mencionado.
El retiro de la mayor parte de los diplomáticos estadounidenses en Cuba, ordenado por el Secretario de Estado Rex Tillerson este 29 de septiembre, tiene ya duras consecuencias para el flujo de ciudadanos entre los dos países.
Tillerson indicó que solo permaneciera en La Habana “personal de emergencia” para encargarse de “asuntos esenciales”, con la intención de minimizar la posible exposición a los supuestos ataques acústicos reportados. Por esta razón, su embajada debió suspender “indefinidamente” la mayor parte de los procesamientos de visas y otros trámites consulares.
Entonces, se informó que como alternativa los cubanos podrían aplicar para visas de no inmigrante (para visitar a familiares, hacer turismo o negocios) en otras embajadas o consulados de los Estados Unidos fuera de la Isla. Pero el trámite no es sencillo y, sin duda, resultará mucho más caro.
“La embajada en La Habana cancelará todas las citas de entrevistas para visas de inmigrantes y no inmigrantes que ya estén programadas. Los ciudadanos cubanos, al igual que los ciudadanos de otros países, pueden solicitar visas en cualquier embajada o consulado estadounidense del mundo, pero deberán estar físicamente presentes en ese país”, dice un comunicado del Departamento de Estado citado por el Nuevo Herald.
De acuerdo con la publicación, una vocera del Departamento de Estado explicó que de esta manera ha sucedido en países como Venezuela, Rusia e Irán, “en los que la reducción del personal o el cierre de embajadas ha obligado a sus ciudadanos a viajar a países vecinos para solicitar visas”.
Según El Nuevo Herald los funcionarios del Departamento de Estado no contestaron “preguntas sobre si la embajada mantiene alguna capacidad para procesar visas en casos de emergencias”.
Además, señala que Estados Unidos no reembolsarán los aranceles de las visas ($160 para las visas de turismo, negocios o visitas familiares) a quienes ya la habían solicitado pero no habían sido entrevistados aún por un oficial consular.
“El arancel ya pagado tampoco sirve para solicitar la visa en un consulado de otro país”, agrega el medio de prensa.
No obstante, reconoce que el monto abonado es válido por un año, lo que en opinión de la publicación resulta “un pequeño consuelo en caso de que la actual crisis se resuelva en ese periodo y la embajada en La Habana retome la tramitación de visas”.
La comunicación del Departamento de Estado, citada por el Nuevo Herald asegura que “los aranceles de solicitudes de visas únicamente son reembolsables en circunstancias limitadas y no son transferibles a otra embajada / consulado. Sin embargo, el arancel es válido y podrá ser usado para una solicitud de visa durante un año a partir de la fecha de pago”.
Sin embargo, estas precisiones no aparecen en el perfil de Facebook de la embajada estadounidense en La Habana. Su más reciente publicación se limita a informar que “los ciudadanos cubanos que deseen solicitar un visado de no inmigrante pueden hacerlo a través de cualquier embajada o consulado estadounidense en el exterior” y que “los solicitantes de visa de inmigrante y parole deben mantenerse atentos a que se publique más información al respecto”.
También comunica que se encuentra “entregando aquellos pasaportes, visas y paquetes de viaje que habían emitidos previo al anuncio del 29 de septiembre”, al tiempo que informa que “los solicitantes pueden revisar si su documentación se encuentra lista para ser recogida” a través de una página web cuya dirección publica.
Vacíos e inconformidades
Ni el comunicado del Departamento de Estado obtenido por El Nuevo Herald ni las publicaciones de la embajada de Estados Unidos en La Habana aclaran qué sucederá con el programa de reunificación familiar y otras visas para emigrar a los Estados Unidos, en particular las pactadas por los acuerdos migratorios entre los dos países que establecen un mínimo de 20 mil visados por año.
Las reacciones de los cubanos en ambos lados del estrecho de la Florida no se han hecho esperar. Muchos muestran su descontento con las nuevas medidas y sus repercusiones familiares y sociales.
La más recientes publicaciones en la página de Facebook de la embajada estadounidense en La Habana han recibido cientos de comentarios que reflejan la inconformidad y la angustia de muchos cubanos ante esta situación.
Muchos se quejan por el limbo en el que han quedado producto de las más recientes medidas del gobierno de Trump y se preguntan sobre los inconvenientes de viajar a terceros países para solicitar la visa estadounidense, en particular cuando muchos países son rigurosos con el visado a los cubanos.
“Alguna solución debe haber, Dios, y lo más triste es que pagan las personas que no tienen nada que ver con lo que está sucediendo. Yo particularmente tengo mis niños menores en Cuba y ya tengo mi proceso completo sólo esperando la fecha de entrevista y ahora esto, por Dios”, escribió Yanet Martínez.
La suspensión “indefinida” de los visados en la embajada de los Estados Unidos en La Habana cierra aún más la puerta a los inmigrantes de la Isla, que en enero recibieron el golpe del cese de la política “pies secos, pies mojados” por la administración Obama. Esta medida eliminó privilegios de los que gozaban los cubanos que intentaban llegar ilegalmente a territorio estadounidense.
Por si fuera poco, los cubanos han recibido la mayor cantidad de negativas a sus solicitudes de visado por las autoridades de los Estados Unidos en todo el mundo en los últimos dos años. Fueron denegadas nada menos que el 81 por ciento de las solicitudes en 2016 y el 75 por ciento en 2015.
De acuerdo con el Departamento de Estado, nuevamente citado por El Nuevo Herald, “la disminución de las emisiones de visados a los cubanos ha coincidido con un aumento en la validez de la visa para los nacionales cubanos que viajan en condición B-2 de seis meses a cinco años [visas con entradas múltiples]”.
La comunicación oficial explica que “los cubanos no necesitan renovar con tanta frecuencia, lo que lleva a una disminución de las emisiones totales” y apunta que “a pesar de la actual tasa de denegación, más cubanos tienen ahora visas de no inmigrante válidas para viajar a los Estados Unidos que nunca antes”.
Habría que ver en la práctica qué sucede de ahora en adelante, pero las más recientes medidas del gobierno estadounidense no prometen precisamente aumentos y facilidades.
Mientras, familias cubanas, de aquí y de allá, esperan y sufren.