Canciller cubano reitera denuncias contra EEUU ante diplomáticos extranjeros

A pocos días del 15 de noviembre, Rodríguez Parrilla aseguró que existe una operación organizada desde suelo estadounidense para provocar un "cambio de régimen" en el país caribeño, con un fuerte componente comunicacional "de aliento al odio, incitación a la violencia e instigación al delito".

El canciller cubano durante su intervención ante el cuerpo diplomático acreditado en la Isla, el 10 de noviembre de 2021 en La Habana. Foto: @CubaMINREX / Twitter.

El canciller cubano durante su intervención ante el cuerpo diplomático acreditado en la Isla, el 10 de noviembre de 2021 en La Habana. Foto: @CubaMINREX / Twitter.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, reiteró las denuncias de su gobierno contra su par de EE.UU., al que acusó de llevar adelante una “campaña desestabilizadora” para provocar un estallido social en la Isla, en una intervención ante el cuerpo diplomático acreditado en Cuba.

A tono con declaraciones anteriores suyas y de otros representantes gubernamentales y medios oficiales cubanos en los últimos meses, Rodríguez Parrilla aseguró que existe una operación organizada desde suelo estadounidense para provocar un “cambio de régimen” en el país caribeño, con un fuerte componente comunicacional “de aliento al odio, incitación a la violencia e instigación al delito”.

Se trata, dijo, de “una operación que se organiza desde el punto de vista material y práctico, en lo fundamental, desde territorio de los Estados Unidos, que conecta con grupos violentos con pasado y presente de acciones terroristas contra nuestro pueblo”, la cual pretende “construir, desde la mentira y la irrealidad, un escenario virtual inexistente en la esperanza de convertirlo en un escenario real”.

Su intervención tuvo lugar a pocos días del 15 de noviembre, fecha en la que la Isla reabrirá al turismo y los vuelos internacionales a gran escala, luego de las restricciones provocadas por la pandemia. Para ese día está también convocada una marcha cívica “por el cambio” por parte de activistas opositores, una iniciativa no autorizada por el gobierno de la Isla, que la considera “ilícita” y parte de un estrategia de “golpe blando”.

En tal sentido, el titular cubano de Exteriores aseveró que “Cuba jamás permitirá acciones de un gobierno extranjero en nuestro territorio, tratando de desestabilizar el país” y dijo que su gobierno “impedirá cualquier ensayo de acciones anticonstitucionales” y no permitirá que se invoque a la Carta Magna para “violentarla”.

Añadió que “no existe derecho alguno, a nivel internacional, ni en la legislación nacional cubana, que avale la práctica estadounidense de financiar acciones e individuos para atentar contra el orden constitucional y el derecho de los cubanos a la paz y la tranquilidad”, y comentó que se evitará que acciones de ese tipo “eche a perder el momento de alegría del pueblo” por la mejoría de la situación epidemiológica y la reapertura del país. 

Rodríguez Parrilla consideró “infructuoso, desesperado y tonto” el intento de Washington de mostrar a Cuba como un “Estado fallido”, con la intención de mantener y ampliar las sanciones contra la Isla, y se refirió a las numerosas declaraciones y publicaciones de políticos y funcionarios estadounidenses en los últimos meses destinadas, dijo, a “intervenir en los asuntos internos” del país caribeño. 

Señaló, además, que existe una operación de “toxicidad” en las redes digitales y emplazamientos y amenazas a diplomáticos y corresponsales de la prensa extranjera en Cuba para que respalden la marcha del 15 de noviembre y otras acciones opositoras, y reclamó al gobierno estadounidense el cese de estas presiones.

En otra cuerda, negó que Washington haya ofrecido ayuda humanitaria a la Isla, ni de alimentos o medicamentos, durante la pandemia, y afirmó que EE.UU. “continúa aplicando medidas que impiden la reunificación familiar, los viajes, el otorgamiento de visado” a los cubanos, al tiempo que no incluyó a las vacunas anticovid de la Isla entre las permitidas a los viajeros para acceder a territorio estadounidense, una medida que estimó “discriminatoria”.

Sobre las vacunas, el canciller comentó de un reciente ofrecimiento “oportunista” de un millón de dosis a Cuba, con  “requisitos estrictos e injerencistas” cuando ya la mayoría de la población de la Isla está inmunizada y ya incluso está en marcha un programa para aplicar dosis de refuerzo.

No obstante, apuntó que si la oferta es “seria, sincera y responsable”, Cuba la reconoce “como un acto en la dirección correcta” y dijo que, ante el hecho de que la misma ya no tendría “impacto epidemiológico alguno” en la Isla, su gobierno ofreció a la administración Biden emplear esa donación junto a otra de vacunas cubanas para contribuir a la inmunización de “algún país altamente necesitado”.

Finalmente, hizo un llamado a la comunidad internacional a rechazar la “nueva maniobra agresiva” de EE.UU. contra la Isla, a la que calificó de “un acto grave, inaceptable y violatorio del Derecho Internacional”. 

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