El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, conversó este viernes en La Habana con el miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Charlie Crist sobre el estado de las relaciones entre ambos países.
Crist, representante demócrata por el estado de Florida, se encuentra de visita en Cuba al frente de una delegación integrada por asistentes legislativos de otras oficinas del Congreso y hombres de negocios, informó la Cancillería de la isla.
Durante el encuentro, de cuyo contenido no se revelaron más detalles, Rodríguez y Crist también dialogaron sobre asuntos de la actualidad internacional.
Esta es primera visita a Cuba del congresista estadounidense y está organizada por el Centro para la Democracia en las Américas (CDA, por su sigla en inglés), precisó la nota.
En la reunión también participó el director general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
En las últimas semanas, el Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha endurecido más su postura hacia Cuba con el anuncio de nuevas medidas de presión contra la isla, entre ellas la activación del título III de la ley Helms-Burton y nuevas restricciones a las remesas familiares y los viajes de los estadounidenses al país caribeño.
El pasado 17 de abril, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, anunció que a partir del próximo 2 de mayo Washington activará por primera vez en más de 20 años los títulos III y IV de la ley Helms-Burton, aprobada en 1996.
La reactivación del título III permitirá reclamar ante cortes de EE.UU. bienes expropiados tras la Revolución, lo que podría propiciar miles de demandas contra compañías extranjeras actualmente asentadas en el país.
Poco después, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, anunció desde Miami que el Gobierno endurecería aún más sus sanciones al imponer un límite a las remesas familiares desde EE.UU. a la isla y restringir aún más los ya complicados viajes de sus ciudadanos al país caribeño.
Las medidas apuntan a rematar la ya exhausta economía cubana en represalia, según el Departamento de Estado, por la violación de derechos humanos en Cuba y el apoyo de La Habana al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, su principal aliado político y económico.
La Administración Trump es contraria al “deshielo” bilateral impulsado por el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, y en los últimos dos años ha paralizado el acercamiento y endurecido el embargo sobre la isla, además de dejar su embajada funcionando bajo mínimos tras unos misteriosos incidentes de salud sufridos por diplomáticos de EE.UU. en La Habana.