El canciller cubano, Bruno Rodríguez, recibió este miércoles en La Habana al congresista demócrata estadounidense Donald Payne Jr., con quien conversó sobre la coyuntura actual que atraviesan las relaciones entre ambos países, tensas desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump.
Durante el encuentro, Rodríguez y el legislador por el estado de Nueva Jersey también conversaron sobre las potencialidades existentes para el desarrollo de la cooperación bilateral en el área de la salud, según informó el sitio oficial Cubaminrex.
Payne estuvo acompañado en la reunión por su asistente legislativa, Laverne Alexander, y, por la parte cubana participó Carlos Fernández de Cossío, director general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Recibe el Canciller cubano a congresista estadounidense Donald Payne Jr. https://t.co/ZNt07IhnV4
— Carlos F. de Cossio (@CarlosFdeCossio) October 18, 2018
El estadounidense, miembro del Caucus Negro de la Cámara de Representantes del Congreso, realiza su primera visita a Cuba acompañado de un grupo de especialistas vinculados al sector de la salud, en el que se encuentran sus mayores intereses.
La Cancillería de la Isla refirió que el congresista ha desarrollado un programa de visitas a instalaciones de servicios médicos y de investigación científica asociadas a la salud.
Cuba y EE.UU. anunciaron el restablecimiento de sus relaciones a finales de 2014, con Barack Obama en la Casa Blanca y Raúl Castro en la presidencia de la Isla, y lo materializaron con la mutua reapertura de embajadas en 2015, el restablecimiento de los vuelos comerciales directos y la firma de acuerdos en áreas como seguridad, migración, educación, salud y cultura.
Pero la llegada de Trump a la presidencia en 2017 frenó la normalización de las relaciones bilaterales y ha revertido parcialmente la política de deshielo iniciada por su antecesor mediante la restricción de los viajes de estadounidenses a Cuba y la imposición de obstáculos a los negocios con la Isla.
A ello se ha sumado el asunto de los supuestos incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses en Cuba entre noviembre de 2016 y agosto de 2017, cuya causa aún se investiga.
La Administración de Trump reaccionó con la retirada del 60 por ciento del personal de su legación en La Habana y ha acusado a Cuba de no haber protegido a su personal adecuadamente, algo que niega el Ejecutivo cubano.
Durante su reciente visita a Nueva York, para participar en el período de sesiones de la ONU, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se reunió con legisladores demócratas y republicanos a los que expresó su voluntad de “promover el avance de las relaciones” entre ambos países.
Poco antes, había recibido en La Habana al senador republicano y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., Bob Corker.
Sin embargo, hace unos días, el gobierno cubano aseguró que Washington ha escalado la “retórica hostil” y que recurre a “acusaciones fraudulentas” y a “campañas difamatorias” contra la Isla. Además, diplomáticos cubanos boicoteraon el lanzamiento de una campaña sobre los presos políticos en Cuba, organizada por Estados Unidos en la sede de la ONU, al que La Habana calificó como “farsa política”.
EFE / OnCuba