Científicos cubanos enviarán una carta abierta al presidente de los Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, en respuesta a recientes pronunciamientos del mandatario estadounidense sobre la Isla y su campaña de vacunación contra la COVID-19.
La misiva, que estará disponible en formato electrónico para que pueda ser suscrita por todas las personas —sean del sector de la ciencia o no, o incluso de fuera de Cuba— que deseen hacerlo, refuta tres supuestos que se desprenden de declaraciones emitidas por Biden el pasado 15 de julio, tras las masivas protestas antigubernamentales en el país, en las que aseguró que Cuba era un “Estado fallido”.
En esas declaraciones, el presidente de Estados Unidos dijo estar “dispuesto a administrar cantidades significativas de vacunas (a Cuba) si una organización internacional administrara esas vacunas y lo hiciera de manera que los ciudadanos promedio tuvieran acceso a esas vacunas”.
Tales pronunciamientos, sostiene la carta, “no reflejan la realidad cubana”, por lo que “sorprendieron a muchos, incluidos estadounidenses que han tenido contacto directo con el sistema de salud cubano”, e “indignaron a los trabajadores cubanos de la salud de primera línea que arriesgan sus vidas para contener la epidemia de la COVID-19”.
Científicos cubanos rechazaron declaraciones de Joe Biden, el pasado 15 de julio, cuando se refirió a Cuba, como un estado fallido, descalificando la capacidad de la Isla y su sistema de salud y de ciencia de dar respuesta a los enormes desafíos que impone la Covid19. pic.twitter.com/kCJfr854rq
— BioCubaFarma (@BioCubaFarma) August 10, 2021
“Se trata de pronunciamientos completamente desinformados y que van dirigidos a desvirtuar la realidad de lo que está ocurriendo en nuestro país”, comentó al respecto Mayda Mauri, vicepresidenta primera del grupo empresarial BioCubaFarma, en conferencia de prensa realizada este martes en La Habana.
Mauri explicó que, en respuesta, una amplia representación de científicos cubanos dirigirán la carta a Biden “con argumentos que demuestran la capacidad y la voluntad política del país de enfrentar, como lo ha hecho, los desafíos de la actual pandemia”.
“Entre esos argumentos ponemos énfasis en cómo Cuba desde la ciencia ha sido capaz, de manera innovadora y altruista, de dar respuesta a los desafíos presentados por la COVID-19, especialmente, a partir de las durísimas condiciones impuestas por el bloqueo de Estados Unidos”, precisó la directiva, quien añadió que los resultados de la Isla frente a la pandemia “han estado siempre a disposición de todos los observadores”, y ponderó los índices relativamente bajos de mortalidad a causa de la enfermedad en comparación con otras naciones.
Los supuestos refutados por la carta son tres. El primero, que “se necesita una intervención internacional para garantizar que todos los cubanos reciban vacunas”. El segundo, que “la respuesta de Cuba a la pandemia ha sido lúgubre, sintomática de un ‘Estado fallido'”. Y el tercero que “las vacunas suministradas por Estados Unidos son la única vía para garantizar la inmunización contra el COVID-19 para los 11 millones de habitantes de Cuba”.
Cada uno de ellos es desglosado y analizado en la carta, con argumentos que apelan al devenir histórico de la ciencia y las campañas de vacunación en la Isla, precisiones sobre el enfrentamiento a la pandemia en el país y datos sobre las vacunas y el programa de inmunización anticovid actualmente en marcha.
Así, por ejemplo, afirman que “el programa nacional de inmunización, creado en 1962, cubre todo el país” y que “desde 1999, todos los cubanos han estado protegidos contra 13 enfermedades potencialmente mortales, incluidas la difteria, el tétanos y la tosferina”, mientras que “las tasas de vacunación infantil en Cuba superan el 99%”, según confirman tanto la UNICEF como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En cuanto al segundo supuesto, aseveran que “es desconcertante por qué, con tantas catástrofes de COVID reales en el hemisferio occidental, solo Cuba es etiquetada como un ‘estado fallido'”.
“Cuba ha experimentado un aumento reciente en los casos que amenaza con abrumar el sistema de salud en algunas partes del país. Sin embargo, su respuesta ha sido más eficaz que la de muchas otras naciones que no han recibido esta dura crítica de Estados Unidos”, señala la carta.
Y sobre el tercer supuesto, además de brindar los datos de eficacia de las vacunas cubanas y la actual cobertura de vacunación en la Isla —más de 2 millones de cubanos ya han recibido las tres dosis—, la misiva apunta que “al ritmo actual de vacunación, se podría llegar a toda la población en octubre o noviembre”.
Más de 10 millones de dosis de vacunas anticovid administradas en Cuba, confirman autoridades
Además, los redactores denuncian el impacto del embargo/bloqueo de Estados Unidos en este empeño y en el enfrentamiento de la pandemia en general, y afirma que las dificultades en la campaña de inmunización, “incluidas las importaciones de ingredientes vitales para la producción de las vacunas, se deben principalmente a las restricciones financieras impuestas por las sanciones estadounidenses”.
“La Ley de Democracia Cubana de 1992 (Parte II.6) prohíbe explícitamente las exportaciones a Cuba desde los Estados Unidos en los casos en que: ‘el producto a exportar podría usarse en la obtención de cualquier resultado biotecnológico’, lo que incluye las vacunas”, destaca el texto.
“Si el gobierno de Estados Unidos realmente quisiera ayudar a los cubanos, podría revertir las 243 medidas de la era de Trump, posiblemente solo con una firma del Presidente. El Congreso también podría levantar las sanciones por completo, como lo exigen cada año los votos abrumadores de las naciones del mundo en la Asamblea General de la ONU”, aseguran los científicos cubanos, quienes llaman a potenciar la colaboración bilateral para enfrentar la pandemia y otros desafíos.
“Pudimos vislumbrar lo que ambos países podrían haber hecho juntos durante la epidemia del virus del Ébola en África Occidental (2013-2016), cuando ambos países se esforzaron por contener la enfermedad y salvar vidas”, añade la carta, la que reconoce que “obviamente, los gobiernos de Estados Unidos y Cuba difieren en cuestiones fundamentales. Sin embargo, el mundo está lleno de tales discrepancias”.
“La pregunta esencial, no sola para Cuba y los Estados Unidos, sino también para la civilización humana, es si las naciones pueden respetarse lo suficiente como para existir una al lado de la otra y cooperar”, agrega.
“Presidente Biden, Ud. puede hacer mucho bien si avanza en la dirección correcta y toma en consideración lo que la mayoría de los cubanos que viven en Cuba desean. Esto no incluye ignorar y debilitar su sistema de salud pública, pero sí incluye el respeto por los logros de la nación. Esperemos que las amenazas compartidas que plantea la pandemia de COVID conduzcan a una mayor colaboración, no a más confrontación. La historia será el juez”, finaliza la misiva.
Cuba atraviesa su peor momento de toda la pandemia, con más de 8.000 casos diarios como promedio en las últimas jornadas, en tanto los fallecidos superaron ya los. A la par, la Isla lleva adelante un programa de vacunación anticovid que, tras iniciar en La Habana y otros territorios y grupos de riesgo, comienza a extenderse ya al resto de los municipios y sitúa al país a la vanguardia global de inyectados con respecto a su población.