Cuba y Estados Unidos celebraron en Washington el cuarto Diálogo de Justicia y Aplicación de la Ley, en el que discutieron distintos avances realizados en el ámbito de la seguridad nacional en ambos países.
Según un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU., representantes de ambas naciones intercambiaron perspectivas sobre temas como “los fugitivos y el regreso de cubanos que son objeto de una orden final de deportación”.
Otro de los aspectos abordados durante la reunión fueron los supuestos “ataques sanitarios” contra personal diplomático estadounidense en la embajada de La Habana, “incluidos dos casos recientes”.
De acuerdo al escrito, el Gobierno estadounidense recordó a Cuba su “responsabilidad” de proteger a los diplomáticos de cualquier “daño”.
Cuba, por su parte, “instó al Gobierno de EE.UU. a desistir de la continua manipulación política de los alegados casos de salud que devinieron pretexto para la adopción de nuevas medidas unilaterales que afectan el funcionamiento de las respectivas embajadas”.
“Tras más de un año de investigaciones por parte de las agencias especializadas y expertos de Cuba y EE.UU., se confirma que no hay evidencias ni hipótesis creíble ni conclusiones apegadas a la ciencia que justifiquen las acciones tomadas por el Gobierno de EE.UU. contra Cuba“, añadió.
Entre los progresos enfatizados por el Ejecutivo estadounidense, resaltaron las mejoras en los lazos entre ambas partes y citaron el caso del procesamiento y condena en Estados Unidos de un cubano que asesinó a un ciudadano de EE.UU.
La nota destaca que también se han registrado avances “en otras áreas en las que resta trabajo por hacer como el tráfico de personas”.
Según la delegación cubana, “la reunión transcurrió en un clima de respeto y profesionalidad”.
El primer diálogo formal sobre justicia y aplicación de la ley entre EE.UU. y Cuba se produjo en noviembre de 2015, en el marco del proceso de deshielo que comenzó en 2014 bajo el mando del entonces presidente Barack Obama, un gesto que puso fin a medio siglo de enemistad y desembocó en el restablecimiento de las relaciones.
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, el gobierno estadounidense decidió dar un fuerte viraje sobre la política con Cuba después del proceso de deshielo de Obama.
A los seis meses de acceder a la Casa Blanca, el multimillonario emitió un memorando con el que zanjó dicho acercamiento mediante nuevas sanciones contra los militares cubanos y limitando de nuevo los viajes de los estadounidenses a Cuba.
EFE / OnCuba
Por qué no le reclamaron a China lo mismo que le han hecho a Cuba por los supuestos ataques
A todas luces es un isntrumento más para manterner en el limbo la mejoria de las relacviones y ante cada sintoma de mejoria va a salir otro caso de ataque. Muy bien pensado por la mafia cubano americana