Un cubano que se cosió la boca para protestar la negativa de un juez a concederle asilo político será deportado a la isla este viernes, reveló este mediodía el canal local de la cadena NBC.
Se trata de Osleivy Carnaval, de 26 años, quien fue trasladado de una cárcel en Louisiana, donde protagonizó su acto de protesta, hacia la prisión de inmigración de la avenida Krome, al oeste de Miami.
Carnaval se cosió la boca el septiembre mientras permanecía confinado en la cárcel de Pine Prairie del departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), después que un juez de negó su pedido de asilo político con el argumento de que el joven no tenía una razón “creíble” para temer que fuera a sufrir represalias si regresaba a Cuba. Las autoridades lo descubrieron cuando fueron a buscarlo a la celda para montarlo en un avión, informaron a la familia y, desde entonces, han levantado un bloqueo informativo a su alrededor. Un portavoz de ICE en Miami rehusó comentar este jueves la situación de Carnaval.
El caso del joven se desarrolló inusualmente rápido, un reflejo de que las autoridades de inmigración están acelerando los procesos de deportación.
Carnaval ingresó a Estados Unidos por la frontera con México en el esta de Texas hace siete meses. Pidió asilo político pero fue puesto en un listado de espera para ser interrogado por un juez de inmigración. La audiencia se dio en septiembre y ahora el viernes será deportado a la isla. Normalmente los casos de deportación, aunque se han incrementado en los últimos 12 meses, tardan un poco más en ser procesados.
En la primera semana de septiembre, ICE efectuó una de las mayores deportaciones masivas de cubanos de siempre. Más de 120 fueron enviados a Cuba en un vuelo desde Nueva Orleans. Al parecer, Carnaval estaba supuesto a ser deportado en esa altura pero la salida fue retrasada por su actitud. “No soy su abogado, pero me han comentado que debían haberlo subido al avión en septiembre. Últimamente inmigración está acelerando las deportaciones una vez que los jueces se la conceden”, dijo a OnCuba, el abogado Julio Fonseca.
Según las últimas cifras disponibles de ICE durante el año fiscal 2017 fueron deportados 160 cubanos y en 2018 la cifra ascendió a 463, lo que supone un incremento del 189%. A fines de julio Los Angeles Times indicó que ICE tiene un plan para llegar a los 560 cubanos deportados antes de fin de año.
La hermana del joven se quejó a NBC de que desde que se cosió la boca no tuvo más conocimiento de su situación ni su paradero y que las autoridades no han informado de sus planes para devolverlo a Cuba hasta este mismo jueves. “Su regreso a Cuba no va a ser una cosa fácil después de todo lo que pasó allá. El se fue de Cuba porque estaba pasando dificultades y ahora esta situación es aún más difícil”, dijo Osmalilyx Gutiérrez, residente en Tampa.
A inicios de mes un cubano de Pinar del Río, Roylán Hernández Díaz, de 43 años, se suicidó en la misma cárcel donde Carnaval se cosió la boca y donde se encuentran otros 500 cubanos esperando sus audiencias de inmigración o ser deportados a su país natal.
El caso de Hernández Díaz es aún más raro, porque el hombre y su esposa cruzaron la frontera hace cinco meses por El Paso, Texas, y fueron detenidos por inmigración. Sin embargo, la mujer fue liberada y el esposo enviado a la cárcel en Louisiana.
Precisamente para el 2 de noviembre un grupo de mujeres y familiares de los presos han convocado a una manifestación de protesta frente a la cárcel en Louisiana donde ocurrieron los hechos, exigiendo la mejoría de las condiciones de vida de los reos.