El pasado 22 de junio tuvo lugar el panel “The Impact of U.S. Sanctions on Cuban Women”, el cual contó con las presentaciones de Elena Gentili, representante de Oxford Committee for Famine Relief (OXFAM) en Cuba, Conner Gorry, editora de Medical Education Cooperation with Cuba (MEDICC), María Isabel Alfonso, coordinadora de Cuban Americans for Engagement (CAFE), y Geoff Thale, presidente de Washington Office of Latin American (WOLA). Coordinando el panel estuvieron Stephanie Burgos, directora adjunta de la sección de asuntos gubernamentales de OXFAM-América, Jorge Quintana, director ejecutivo del Center for the Democracy in the Americas (CDA), y Geoff Thale (WOLA).
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del congresista del gobierno de los Estados Unidos Jim McGovern (Dem-MA 2nd District), quien posee una larga trayectoria abogando por el levantamiento del embargo.
La publicación de Right to Live Without a Blockade, un reporte OXFAM de mayo del 2021, antecede a este encuentro. Tanto el documento como el panel buscan visibilizar el impacto amplificado de las sanciones económicas de Estados Unidos en las mujeres y los grupos más vulnerables en la Isla dentro del contexto específico de la pandemia. El evento por Zoom precedió además al voto de la Asamblea General de las Naciones Unidas del pasado 23 de junio por una resolución a favor del levantamiento del embargo, la cual fue apoyada por 184 países, y a la cual Estados Unidos se opuso.
El evento hizo hincapié en el carácter abarcador y desmoralizador del embargo, el cual afecta tanto el espacio público como el privado en la Isla, en esferas tan disímiles como el acceso a tecnología y la capacidad y agencia de los cuidados. Incrementadas durante la administración Trump, las sanciones reproducen el estatus quo de un sistema patriarcal en el cual las mujeres y los grupos más vulnerables reciben un perjuicio mayor.
No quiere esto decir que las mujeres sean las únicas afectadas. Las sanciones perjudican tanto a mujeres como a hombres y demás grupos demográficos. Sin embargo, impactan acentuando las brechas de desigualdad de género pre-existentes.
OXFAM lleva años poniendo el foco en el empoderamiento de las mujeres y en el análisis constructivo de las desigualdades de género en la Isla. La organización ocupa así un lugar privilegiado para detectar los grados de intensidad con que las sanciones inciden sobre este grupo poblacional. El reporte ilustra las particularidades de tales incidencias, y reclama el derecho a vivir una vida digna en la que no haya que adoptar constantemente una actitud de resistencia y supervivencia.
La mujer cubana está en una situación de mayor vulnerabilidad dado el alto nivel de profesionalización de este grupo pero la existencia de estructuras patriarcales que aún dominan las dinámicas de género en la isla: por un lado, la mujer ocupa un alto porcentaje de la fuerza laboral del país; por otro, siguen teniendo un rol protagónico dentro de las labores domésticas y de cuidados.
La pandemia no discrimina, las desigualdades sí: mujeres amortiguando la crisis
Esto se agrava por la situación de confinamiento provocada por la pandemia. Por ejemplo, como algunos de los servicios de cuidados anteriormente subsidiados por el estado se han desplazado temporalmente a lo privado debido a la pandemia, es la mujer ahora quien por lo general se ocupa de dar apoyo, de manera no-remunerada, a otros sectores vulnerables como niños y ancianos. Es justo mencionar también que la mujer, según el reporte de OXFAM, ocupa el 71% del área de los servicios médicos, lo cual la hace más vulnerable al contagio por COVID-19.
Plataformas y grupos de la sociedad civil han detectado también un incremento en feminicidios y casos de abuso doméstico, disparado por el encierro que la pandemia conlleva. Estas situaciones no son únicas a Cuba, pero el contexto de sanciones que impiden la llegada de remesas y de vuelos a la Isla, impactan negativamente la autonomía, movilidad y agencia de la mujer cubana.
Por otra parte, la escasez de medicinas, desde las más básicas, hasta las más especializadas, afecta con mayor fuerza a las personas mayores y a quienes padecen de enfermedades crónicas. Que las sanciones interfieran incluso en las donaciones humanitarias para la prevención de la propagación del virus es quizá el ejemplo más notable de la crueldad de las mismas.
Tanto las panelistas como el reporte reconocieron que no todo es culpa del embargo. Existen trabas en el desarrollo interno de la nación que no dependen de éste. En el caso de CAFE, enfatizamos también la necesidad de que el gobierno cubano adopte estándares de derechos humanos en cuanto a la garantía de libertades políticas que abran paso a una sociedad civil más inclusiva y plural.
¿Cómo afectan las sanciones a la comunidad cubanoamericana?
Como representante de CAFE, organización que desde su fundación ha puesto la atención en los problemas que afectan a la comunidad cubanoamericana, expuse las circunstancias que atraviesa la mujer y la familia cubano-americanas tras el recrudecimiento de las sanciones por la administración Trump.
El concepto de familia extendida ocupa un lugar central en la identidad cubana y cubanoamericana. Dentro de este paradigma, las sanciones tienen un efecto amplificado puesto que muchas veces una familia desde Estados Unidos provee no solo para su núcleo cercano (madre, padre, hijos, abuelos), sino también para su familia extendida (primos, tíos, etc.).
Las mujeres cubanoamericanas son parte importante esencial de esta estructura de apoyo que, a través de remesas y viajes, busca aliviar la situación de crisis que atraviesan sus homólogas y el resto de los cubanos en la Isla. Reciben un impacto mayor también en este contexto puesto que, sumado a las circunstancias de confinamiento y al redoble de responsabilidades en los espacios privado y en el público, tienen sobre sus hombros el peso de sus familiares en Cuba.
Cuatro de las sanciones impuestas por Trump tienen un efecto particularmente devastador: la prohibición de las remesas vía Western Union, el cierre de las embajadas, la subsecuente congelación del programa de reunificación familiar, y la cancelación de los viajes a provincia. El costo actual del envío de dinero a las tarjetas receptoras de MLC es abusivo. Quienes envían son, en muchos casos, mujeres y personas mayores que, de entrada, cuentan con menos recursos, ya sea por la conocida disparidad de salarios en desventaja para la mujer, o porque muchas de las personas mayores viven en una situación de dependencia económica.
Sumado a este impacto real, palpable, está el emocional y psicológico. Aquellas y aquellos que vinimos a Estados Unidos en busca de una mejoría en nuestras condiciones de vida, ya sea en el área de lo económico, o de derechos y libertades, o simplemente en ambos aspectos, nos vemos condicionadas y condicionados a nuevas violaciones al tener que depender de un estado que regula nuestros movimientos y decisiones impactando zonas tan personales como las dinámicas familiares.
El efecto de ansiedad colectiva que esto crea no es cosa menor. Gobiernos anteriores, como el de G.W. Bush, con un carácter claramente intrusivo, han dictado a la comunidad cubanoamericana cuándo y cómo podemos viajar, así como la cantidad de dinero que podemos enviar a nuestras familias, y la frecuencia con la que podemos hacerlo. Los extremos a los que llegó Trump al eliminar la única vía sólida que teníamos de proveer remesas, es francamente ultrajante. Tales regulaciones coartan nuestras libertades como ciudadanas y ciudadanos cubanoamericanas y cubanoamericanos ya que, además de agravar la situación de nuestros familiares en la Isla, limita derechos constitucionales a quienes colaboramos con impuestos, trabajo, y buen comportamiento ciudadano, al bien común de nuestra nación adoptiva.
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Redimensionar la visión de túnel de los derechos humanos
La administración Biden ha dicho en sucesivas ocasiones que su política hacia Cuba estará basada en dos principios básicos: la promoción de los derechos humanos y la consideración de los cubanoamericanos y americanos como los mejores embajadores de los valores estadounidenses.
CAFE recomienda una revaloración de estos principios desde una perspectiva abarcadora y contextualizada.
Primeramente, es necesario abandonar la visión de túnel que ha caracterizado la promoción de los derechos humanos en la Isla por parte de ésta y a otras administraciones. Una política de derechos humanos que busca asegurar garantías de libertades políticas a un grupo a costa de limitar el acceso a recursos básicos como alimentos y medicinas de una mayoría no es, simplemente, una buena política de derechos humanos. No existen datos de que la mayoría del pueblo cubano apoye al Movimiento San Isidro o refrende todos los reclamos de éste. Sí existen, por el contrario, evidencias de que las personas están desesperadas, de que las colas en medio de una pandemia pueden crear una crisis epidemiológica (para no mencionar el estrés y el desgaste que causan), y de que los enfermos necesitan, de manera urgente, medicinas que escasean.
Por otra parte, insistimos en que un ambiente de hostilidad hacia Cuba no garantiza una mayor observancia de los derechos humanos. Por el contrario, el asilamiento asegura la radicalización de los sectores más ortodoxos y la reproducción de más violaciones.
Una forma de darle agua a esta política de hostilidad es empezar a reconocer zonas de acierto del otro lado, por mínimos que sean. A contrapelo del innegable recrudecimiento en los últimos tiempos del asedio contra sectores de la oposición, existen avances que parecen no tener marcha atrás tales como el acceso de los cubanos a Internet, los derechos de la comunidad LGBTQ, las reformas económicas, y las libertades religiosas, entre otras. Un reconocimiento de estas importantes áreas de progreso puede ser un primer paso para la tan necesaria distensión.
Retomar los tratados de colaboración intergubernamental es otra forma de propiciar un nuevo rapprochement y a la vez, de promocionar una política basada en una visión extensiva de derechos humanos. El área de la salud es ideal para ello. El éxito de los científicos cubanos con la producción de las vacunas contra el COVID-19, demuestra una vez más que los investigadores cubanos tienen la altura profesional y la capacidad inventiva necesaria para establecer una cooperación sólida en esta área con los Estados Unidos.
Existen ya ejemplos que dan fe del potencial éxito en este tipo de colaboración. El Centro de Inmunología Molecular de La Habana ha desarrollado varias terapias contra el cáncer, incluyendo CimaVax, una vacuna contra el cáncer de pulmón, cuyos estudios clínicos están siendo subvencionados por el Instituto Roswell Park de New York. Casos como estos deberían ser norma y no excepción.
CAFE ha dejado claro en múltiples ocasiones que se opone a detenciones arbitrarias de disidentes, campañas televisivas difamatorias contra la oposición, y resto de manifestaciones de violencia por diferencias políticas. No hemos tenido problema en así comunicárselo al gobierno de la Isla en nuestras sucesivas visitas a la embajada en Washington y demás escenarios de diálogo en que hemos tenido oportunidad de conversar de manera civilizada. El gobierno de la administración Biden, por su parte, debe entender que en Cuba no todo el mundo es disidente, y que sacrificar los derechos básicos de 11 millones para garantizar libertades a un sector de la sociedad civil cubana no es una buena política de derechos humanos.
Asimismo, no se entiende que el presidente crea que somos los mejores embajadores de los valores norteamericanos y que a la vez limite nuestras libertades de viaje. ¿Cómo se supone que transmitamos esos valores? La reapertura de viajes, así como de servicios consulares y de manera inminente, las remesas, al igual que la restauración de una licencia general para los viajes de Pueblo a Pueblo, son la mejor forma de asegurar un libre intercambio de ideas en beneficio de ambas comunidades. El presidente no depende del Congreso para la restauración de tales regulaciones ¿Qué está esperando?
Nosotros, por nuestra parte, esperamos que el panel haya logrado visibilizar la dimensión humana y real de las sanciones.
No somos ingenuos en cuanto a la manera en que funcionan la política en Estados Unidos. Sabemos que en muchas ocasiones son las dinámicas electorales, y no una verdadera preocupación por los derechos, las que desafortunadamente, guían las agendas de política exterior.
Es nuestra responsabilidad, no obstante, llamar la atención sobre lo necesario de un inminente reordenamiento de focos y prioridades, no sólo ya desde una perspectiva moral sino también desde otra de realpolitiks. A fin de cuentas, una política negligente conductora a una crisis migratoria podría costarle a Biden la reelección que tanto busca garantizar. Más que ello, lo haría pasar a la historia como el presidente que causó un impacto negativo desproporcionado en mujeres, niños, enfermos, ancianos, y resto de poblaciones vulnerables en Cuba, con una política heredada de la administración anterior.
hay q tener la cara bien dura para hacer éste artículo.
Estan a la cara, se trata de un bloqueo selectivo-conspirativo que impide construir viviendas pero no se detiene construyendo majestuosos hoteles, que constuye campos de golf con sofisticado sistema de riego pero tiene a hospitales y vecindarios sin agua, ese bloqueo que permite gastar millones recuperando playas pero no repara una carretera, ese bloqueo que apenas permite garantizar un minimo para suministrar racionadamente alimentos y otros basicos al cubano pero que abarrota las mesas bufet de los hoteles y los supermercados donde compra la nomenclatura, ese bloqueo que permite comprar Mercedes Benz para la renta pero impide comprar omnibus para el transporte de la poblacion. Es un bloqueo que le permite a la primera dama realizar un evento culinario internacional pero nunca se acuerda de celebrar junto a los infantes y proveerles golosinas, confituras, alegria. Un bloqueo que les permite comprar pollos en USA a dollar la libra y se los vende al cubano a 7 dollar la libra. Un bloqueo donde vez a la nomenclatura atabiado en ropas, joyas de marca, coches lujosos, viajes, eventos, banquetes y mucho glamour mientras al pueblo que padece y carece se le pide comprension, sacrificio, entrega y mucho esfuerzo y al que no coopera ya sabe lo que le espera. No se presten para esa falacia, no se presten para hacer coro. La verdad inunda las redes, la verdad se impone., la mentira tiene patas cortas y esta exhausta, decaida. Un bloqueo que le permite al gobierno gasar la bicoca de 12 mil millones de dollares cada año, sin rendir cuenta, quien sabe donde y como, mientras tiene un pais en ruinas carente de alimentos, medicinas y hasta esperanza.
Esta clarisimo que los q patrocinan oncubanews(aunque Canel dijo en una oportunidad que la iban a tumbar y ellos no obstante siguen de guatacones profesionales con el gobierno de la isla) y el grupo Cafe también, les importa una m… el pueblo cubano, Ellis quieren que se aligere todo eso que piden para estar en la “masamba” con la dictadura cubana, es decir, con todo este patético artículo tonan partido para defender sus intereses, sus negocios y quién sabe que más.