Desde que Donald Trump apareció por primera vez en la boleta electoral para presidente de los Estados Unidos en 2016, FIU ha realizado cuatro encuestas sobre Cuba. Cuando faltan menos de dos semanas para que el mismo candidato se bata en las urnas con su oponente demócrata, Kamala Harris, los resultados del más reciente estudio del mismo tipo acaban de darse a conocer. Declaración-spoiler?: el apoyo a Donald Trump entre los cubanoamericanos “es fuerte”.
“En el prólogo de las encuestas anteriores sobre Cuba, predijimos que la intensificación de las políticas aislacionistas probablemente se reflejaría en la comunidad, ya que las actitudes tienden a ajustarse a los marcos de políticas establecidos por el liderazgo en Washington. No nos equivocamos”, declara el Dr. Guillermo Grenier en su presentación de esta entrega, apuntando al hecho de que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba desde 2022 “no han seguido el camino del acercamiento”.
Aun cuando la comunidad cubanoamericana apoya algunas políticas con ese cariz, la tendencia general entre los encuestados es en pro de “las sanciones y el aislamiento de la isla”.
Por ejemplo, el apoyo al embargo ha disminuido ligeramente en relación con las mediciones de dos años atrás; pero “el estado de ánimo de la comunidad sigue siendo el de adhesión a las políticas diseñadas para aislar al Gobierno cubano”, aunque inflija daño al pueblo. Este aspecto, explica Grenier, solo se ve mitigado de forma parcial por el apoyo a políticas que mantienen o aumentan el contacto con familiares y amigos en la isla.
En sus distintas ediciones, los resultados de estas encuestas perfilan una comunidad cubanoamericana en el sur de Florida siempre cambiante, a la vez que se mantiene una constante: la presencia de aspectos contradictorios en cuanto a las relaciones entre su país de acogida y su país de origen.
Este año, la Encuesta sobre Cuba de FIU abarcó una muestra de 1001 cubanoamericanos del sur de Florida y les preguntó sobre sus perspectivas acerca de las relaciones Estados Unidos-Cuba y otros temas que contribuyen a dibujar con rasgos demográficos cómo esta comunidad ve su relación con la isla.
Al ser año electoral, explica Grenier, añadieron preguntas sobre las inclinaciones frente a los candidatos presidenciales (más de la mitad de la muestra están registrados como republicanos; a la vez que la misma cantidad de los menores de 40 años están registrados como demócratas o como independientes) y los temas nacionales que consideran más importantes. “Nuestros hallazgos revelan diferencias importantes en las perspectivas según la afiliación partidaria, así como según la edad y la cohorte migratoria”, adelantaron los expertos.
El Partido Demócrata no ha hecho grandes progresos entre la comunidad estudiada desde el momento en que alcanzó su punto más alto, bajo el mandato de Obama. Sin embargo, el GOP tampoco ha logrado alcanzar el predominio de votantes registrados experimentado antes de los años en que Obama ocupó la Casa Blanca.
Aun así, al margen de un modesto 5 % que no ha decidido aún a quién dará su voto, casi el 70 % de los encuestados expresa clara intención de votar a Trump; frente a un 23 % en apoyo a Harris.
Son los cubanoamericanos no nacidos en la isla el único subgrupo fuerte en favor de la vicepresidenta: el 44 %; aunque también entre ellos es superior la tendencia pro Trump, con un 46 %. El apoyo al candidato republicano, además, parece haber aumentado desde 2020.
Si se miran los rasgos de los simpatizantes de una candidata y el otro, bien puede obtenerse un dibujo, algo discreto pero innegable, de la brecha social.
Los partidarios de Harris son más jóvenes (media: 48 años frente a 53 años), más del 58 % son mujeres (frente al 48 %) y tienen más años de educación formal (el 63 % frente al 46 % tienen estudios universitarios). El estudio apunta como curiosidad el hecho de que el 80 % de los partidarios de Trump que están casados, el cónyuge es cubano; mientras, solo el 60 % de los votantes de Harris comparten este rasgo.
El desempeño de la Administración
En el contexto del deshielo (2014-2016), los cubanoamericanos mantuvieron su apoyo a una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. No obstante, las encuestas revelan que desde 2018 se ha producido una reducción constante de esa postura.
Del 67 % de apoyo al mantenimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países se ha pasado al 50 % este año en la muestra general.
Durante estos cuatro años, la Administración “no priorizó el desarrollo de un enfoque cohesivo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. La política de Biden hacia Cuba se diferenció poco de la visión aislacionista implementada por el expresidente Donald Trump”, establece el estudio.
Un comportamiento que describen como “lenta implementación y declaraciones tardías” ha provocado escaso impacto en el fortalecimiento del sector privado en la isla. “Si bien las relaciones diplomáticas siguen firmemente en su lugar, la diplomacia ha avanzado poco”, concluyen.
A la par, la mayoría de los cubanoamericanos del sur de Florida evalúa mal a la actual Administración en numerosos temas.
En cuanto a la política hacia Cuba, apenas el 27 % de los encuestados la apoyan; salvo por la inclusión de la isla en el programa de parole humanitario iniciado por Biden en 2023, que goza de un notable respaldo del 72 %.
En lo relativo a asuntos internacionales, la forma en que el actual Gobierno conduce las relaciones con China tiene un apoyo del 29 %; con Rusia, también del 29 %; la gestión del conflicto entre Ucrania y Rusia es aprobada por un 34 %; el mismo porcentaje de aprobación en cuanto al manejo de la invasión israelí a Gaza.
“Es la economía, estúpido”
El estudio muestra que “la economía claramente ocupa el primer lugar entre las preocupaciones políticas más importantes entre los encuestados de todas las categorías de edad”. De hecho, los tres problemas identificados como más importantes, tanto para la muestra en su conjunto como dentro de cada categoría de edad, son, en ese orden, la economía, la atención sanitaria y la inmigración.
La política hacia Cuba ocupa el sexto lugar en la muestra total y en los subgrupos, pero los de 76 años o más elevan la política hacia Cuba al cuarto lugar, empatado con el tema del control de la venta de armas de asalto.
Al aplicar un filtro de afiliación partidaria, resulta que son los demócratas y los no ciudadanos quienes consideran la atención médica como el tema más importante, junto con la economía para el último grupo.
Como es predecible, al derecho al aborto, el control de armas y las relaciones raciales, los demócratas le otorgan mayor importancia (segundo, cuarto y quinto lugares, respectivamente).
Un dato revelador: en la prioridad de temas, la política hacia Cuba quedó en sexto lugar entre los republicanos y en séptimo lugar entre los independientes y los no ciudadanos. Entre los demócratas, cae al octavo lugar en importancia.
El informe muestra que los republicanos están redoblando su apuesta por la política de aislacionismo, mientras los demócratas son menos insistentes en este aspecto.
Aproximadamente el 65 % de los republicanos está a favor de que continúe el embargo/bloqueo (contra el 25 % de los demócratas) y el 65 % se opone a la libertad de viajar sin restricciones para todos los estadounidenses (el 25 % de los demócratas).
El 47 % de los menores de 40 años (el grupo más joven) apoya la continuación del embargo, mientras que en todas las demás categorías de edad superan el nivel de apoyo del 50 %.
La cohorte más joven, los no ciudadanos, los recién llegados y los cubanoamericanos no nacidos en Cuba son los más propensos a apoyar los viajes sin restricciones de todos los estadounidenses.
De hecho, la segunda y tercera generación de cubanoamericanos son las que impulsan la esperanza de un acercamiento, mientras que los residentes más establecidos insisten en la postura de línea dura.
Percepción sobre el sector privado cubano
Los demócratas son mucho más optimistas sobre las posibilidades de invertir en la isla. Un 64 % de ellos apoya una política que permita la inversión en pequeñas empresas independientes (solo el 21 % de los republicanos). Alrededor del 37 % de los independientes considera que se trata de una política que vale la pena implementar.
En cuanto a permitir a los propietarios de pequeñas empresas de la isla, que no tienen vínculos con el Partido Comunista, abrir cuentas bancarias en los Estados Unidos, una minoría lo consideró buena idea (42 %). También esta vez hubo diferencia según la edad: la mitad de los más jóvenes se mostró más entusiasmada (49 %). Ellos, y los recién llegados (67%).
El 70 % de los demócratas opina que se debería permitir a los propietarios de pequeñas empresas de la isla utilizar el sistema bancario estadounidense; representan más del doble de la cantidad de republicanos que sostienen esa opinión (32 %).
Mantener el embargo/bloqueo y el complejo entramado de sanciones añadidas por Trump, en un contexto de relaciones bilaterales poco dinámicas que han impedido el acceso a condiciones, recursos y servicios por parte de Cuba, tiene un efecto negativo de mucho mayor alcance en medio del colapso económico que vive la isla desde hace unos cinco años.
Los recién llegados
En los últimos años casi medio millón de cubanos se han ido a los Estados Unidos por mar o por tierra. La mayor parte de ellos se establece, al menos en los primeros tiempos, en el estado de Florida, donde la comunidad connacional es fuerte y tienen mayores redes de apoyo y posibilidades de ser acogidos y trabajar. A los condados de Miami-Dade y Broward han llegado más de 200 mil cubanos desde 2022.
“Estos recién llegados están aprendiendo sobre el sistema político estadounidense en un momento de extrema polarización y conflicto”, declara el estudio.
Se trata de cubanos que han escapado de la crisis extrema que vive la isla y se insertan en una cultura política “que entiende su resentimiento hacia el Gobierno cubano y traduce este resentimiento en una aceptación de un enfoque aislacionista de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y una lealtad política al Partido Republicano”. Existe, añaden, una abrumadora presión sobre los recién llegados para que se integren en un panorama político profundamente polarizado. Esta circunstancia se refuerza por la situación de vulnerabilidad y dependencia que tiene este grupo.
A propósito de la polarización, la encuesta contempla el fenómeno de los influencers, que desde hace tiempo ha dejado de ser algo marginal y forma parte del “complejo industrial de los medios de comunicación”. En todos los sectores, salvo los de mayor edad, los cubanoamericanos están familiarizados con los influencers y otras personalidades de las redes sociales. Se han convertido en fuente de información tanto como lo son de entretenimiento.
El 36 % de los encuestados dijeron que reciben/buscan noticias e información sobre Cuba en las redes sociales.
También aquí se perfila una diferenciación generacional y de ola migratoria. Mientras que solo el 11 % de los encuestados de mayor edad se informan sobre Cuba por esta vía, el 52 % de los más jóvenes la señalan como la principal. Los recién llegados utilizan cada vez más las redes sociales para recibir información sobre Cuba (56 %).
La mitad de los encuestados niega estar influenciado por los mensajes políticos de las personalidades de las redes sociales. Pero la mayoría de los cubanoamericanos, excepto la generación de 76 años o más, parecen reconocer que sí existe algún tipo de influencia sobre su pensamiento político. A la vez, el 38 % de los partidarios de Trump y el 22 % de los partidarios de Harris reconocen que los influencers tienen “alguna o una fuerte influencia en su pensamiento político”.
Dejen de hablar tanto y de publicar encuestas. Qué quiten el bloqueo para que vean el cambio radical en Cuba. Quiten el bloqueo ya. Después hablamos
Estamos ante la frase no hay peor cuña que la del mismo palo. Pero FIU me parece que al final del artículo se encuentra lo infidedigno de la encuesta no puede haber encuestados con una manipulación constante de su subconsciente si constantemente estos cubanos “encuestados” se les bombardea y manipula por las TIC. Ahora FIU los cubanos que viven en la isla te pido encarecidamente hacerles una encuesta sobre este mismo tema creo que sería bien contrastantes lo que piensan los cubanos de aquí . Me divertirá tanto conocer sobre esta propuesta. Quedando de uds un sañudo.