Cuenta un patakí (historia) yoruba que cuando Orula tuvo en peligro a sus hijos, recibió la ayuda de tres mujeres en el trayecto del rescate: Igború, Igboyá e Igbó Cheché. Por eso cuando un babalawo se despide de sus ahijados le dice la frase “Igború, Igboyá, Igbó Cheché”, como una forma de desearle que la muerte y el mal se alejen de su vida. Es también un saludo, que se da y se devuelve, como muestra de aprecio y respeto mutuos.
La tradición africana también sale a flote en las calles cubanas, entre otras cosas, cuando de darle la bienvenida a Obama se trata.
Voy a pedir pa’ ti, lo mismo que tu pa’ mi…
Obama es hijo de elegguá. Lo mismo te cierra que te abre los caminos
Coñó ya lo tienen tirado por la planta hasta los yorubas,jejeje
Yo quiero ver como se construye una NACIÓN con Igború, Igboyá e Igbó Cheché. Ahora si que estamos bien arreglados.
¿Y no será Iboru, iboye, iboye, ibosise? (shishe en transcripción hispana). ¿Qué igbó – bosque – es ese Igború? Eso es igual que ‘pataki’, que significa ‘importante’, no cuento/ leyenda/ historia/ narración que sería itan.
PS. Si Obama quisiera consultarse con Ifa… no tendría que ir a la calle Infanta a buscar un babalawo con caravelitas en la mano (¿eso es una raíz? si Adesina o Tata resucitan se vuelven a morir). ¡Pa’ la cantidad de babalawos que hay en los EUA!
Despues que se vaya tendra que hacerse un sarayeyeo o un ebbo y si se deja abrazar por quien tu sabes: Ibae-Ibae-entonu.
“Prefiere escribir de economía, política, sociedad y prensa cubana…” No pierdas la costumbre.