A veces, tenemos la sensación de que cuando nos pasa algo muy bueno, no durará mucho. Será porque ya se acumulan los años y sabemos lo que cuesta mantener la armonía en casi todos los ámbitos de la vida, o por el simple miedo a perder lo que tenemos.
En los últimos años, y luego ya de tener mi negocio propio en Cuba, no puedo evitar recordar con especial emoción la “era Obama”. No hace falta volver a repetir cuán positiva fue aquella época para el sector privado, para el turismo, para la inversión extranjera en Cuba. En mi caso, siempre digo que lo que más me marcó fue el intercambio entre ambos Estados Unidos y Cuba.
Gracias a mi emprendimiento tuve la oportunidad de participar en reuniones, conocer a políticos de ambos lados y estar presente, de alguna forma, en aquel momento histórico que vivimos con mucha expectativa. La voluntad de ambos lados, por lo menos de las personas que conocí, era de apertura y de colaboración entre ambos países. Se hicieron avances y se cumplieron objetivos; podría haberse aprovechado más, pero queda en la lista de mejoras para el futuro.
Nuestro sector se empoderó, crecimos, nos hicimos fuertes; pero eso no duró lo suficiente. Muchos nos mantenemos trabajando, pero ya llevamos un tiempo en la tensa calma del ojo del huracán que se nos ha impuesto, lamentablemente desde ambos lados.
En julio de 2017, semanas después del discurso de Trump en la Florida, cuando más necesitábamos el apoyo de nuestro país, las autoridades congelaron 27 licencias de trabajo por cuenta propia. Quedamos más de un año esperando nuevas regulaciones que finalmente, para alegría de todos, nunca llegaron a aprobarse en su totalidad. Este año, otras nuevas medidas se anuncian, sin embargo, seguimos a la espera de su implementación. Las pocas líneas de comunicación que existen entre el gobierno y el sector privado han tenido siempre un carácter constructivo, colaborativo y de entendimiento y eso me hace ser positiva sobre nuestro futuro.
Con este antecedente y con muchas cosas ocurriendo, el pasado 17 de abril se confirmaron algunos de los comentarios que veníamos leyendo en la prensa y compartiendo con los amigos. El gobierno de los Estados Unidos endureció su política hacia Cuba a raíz de la activación del Título III de la ley Helms Burton.
Junto con ello el gobierno de Estados Unidos, a través del asesor de seguridad John Bolton, anunció que habrá nuevas limitaciones a la cantidad de dinero para el envío de remesas y el anuncio de restricciones para los viajes de los norteamericanos a la Isla. En momentos como estos yo me pregunto: ¿quién le dio la potestad al gobierno norteamericano para limitarnos o restringirnos?
Entonces, tengo la oportunidad de expresar cuánto afecta esta medida al sector privado; un sector que según ellos mismos explican en su política, pretenden “apoyar” y “ayudar”. Pues déjenme decirles que están haciendo todo lo contrario.
Empecemos diciendo que la Ley Helms-Burton, aun cuando no nos afecta directamente, tiene consecuencias serias para nuestra realidad. Primero que todo, incide en la inversión extranjera del país y por supuesto en la privada, pues muchas de esas inversiones son oportunidades de desarrollo para nuestros negocios. A esto unámosle todo el desconocimiento y la incertidumbre que dichos anuncios crean para cualquiera de los inversores interesados en Cuba.
Asimismo sucede con las remesas, que son actualmente la mayor fuente de financiación de negocios privados en Cuba. Recibir dinero de familiares y amigos ha sido la oportunidad de muchos para comenzar su emprendimiento en el país ante las limitantes para acceder a créditos bancarios. Igualmente, ha sido la vía de algunos cubanos en el exterior, para volver y estar más presentes en la Isla. Limitar las remesas, es limitar el crecimiento del sector privado.
Por último y no menos importante ha sido la presentación de nuevos cambios referidos a los viajes de los estadounidenses a Cuba. Aun cuando todavía no sabemos cuáles serán estas medidas, solamente su anuncio, ya está afectando la llegada de turistas. Muchos de los que piensan visitarnos, leen las noticias y quedan en un estado de desconcierto, sin saber realmente qué pueden y qué no pueden hacer. En estos casos, la mayoría opta por cancelar su viaje ante el temor de infringir alguna de las leyes de su país. Para todos los que trabajan en el sector privado y conviven con el turismo, los últimos meses no han sido los mejores. El número de visitantes norteamericanos a Cuba sigue decreciendo, y en paralelo, los ingresos de los emprendedores.
Los últimos tiempos no han sido nada fáciles. La incertidumbre mata muchos de nuestros negocios, aún cuando nos empeñamos en mantenerlos vivos. ¿Será que esta realidad le importa a alguien? ¿Será que las personas que promueven esas medidas las toman teniendo en cuenta algo más que intereses personales? Hace mucho tiempo que es hora de superar conflictos y orgullos, nos hemos ganado el derecho del diálogo y queremos ejercerlo.
Aún está suspendida la actividad de Programador de equipos de cómputo, que era la que ampara el desarrollo de software. A todo el mundo se le ha olvidado este detalle.
Yo comprendo que las medidas que el presidente Trump ha tomado tienen un impacto negativo en el cuentapropismo pues han disminuido las visitas a la isla de los turistas estadounidenses. Pero ese impacto puede revertirse promocionando el destino Cuba en otros países.
Con la excepción de lo antes mencionado, yo eximo a Trump de toda culpabilidad –es mi opinión personal- el resto de las piedras en el camino del cuentapropismo las ha puesto el gobierno cubano.
Muy bien por la emprendedora Marta, pero creo que debiera replantearse sus prioridades, primero reconoce que una parte importante de los cuentapropistas han iniciado su negocios con remesas del exterior, no con sus ahorros de varios anos de un decoroso salario en el pais y despues insiste en que son los “yumas” la fuente de ganancias para su negocio, pasando por cuestionar a Trump por defender los intereses de su pais y limitar la cantidad de moneda Norteamericana que llega a la Isla.
En ningun momento cuestiona por que ella no pudiera importar sus propios insumos para no depender del mercado interno ,ni tampoco se queja de las abusivos impuestos del negocio, ni mucho menos que cuando el bueno de Obama que ella tanto extrana intento el acercamiento, fue Cuba la que lo corto tildando las buenas intenciones del Hermano Obama como de doble intencion.
Indiscutiblemente que las medidas de Trump afectan al negocio privado pero es poco lo que se puede hacer para influir en desiciones de otro pais. Acaso no es hora ya de empezar a exigir mas libertad para importar y exportar bienes, articulos y materias primas?, de que los bancos faciliten los creditos para desarrollo de pequeñas, medianas y grandes empresas privadas?, que se cree un verdadero Mercado mayorista para que las mulas dejen de ser los proveedores?, de que no los atosiguen con tantos impuestos?, no seria major luchar para que el cubano de a pie tambien pueda tener acceso a sus servicios?. Por que depender de los Americanos para planificar un negocio?. Definitivamente el factor geografico es importante, pero no definitivo. Si quieren de verdad progresar, en sentido de nacion , tienen que quitarse esa dependencia mental que tanto daño hace.
Marta debería recordar que fue nuestro gobierno el que le hizo una guerra sin cuartel a Obama, y hasta los propios actores de vivir del cuento sufrieron esa guerra. Obama cedió en muchos aspectos de forma unilateral y nuestro país no lo hizo
Bueno, amiga Marta Deus, creo que para nadie es un secreto, que cuando la potencia mas grande del mundo aprieta los cordones a un Pais se lo sienten todos en el. Pero vamos por parte, para recordar, Acciones: Obama (USA) autoriza que los cubanos privados puedan importar equipos agricolas, par la construccion, desarrollo de software, etc. Raul Castro (Cuba), no modifica ninguna ley que beneficie estas acciones del sector rpivados (La duana esta igualita o peor, en perseguir a los TCP), sigue prohibido importar equipos o materias primas con fines comerciales, aun cuando el mismo gobierno reconoce que no tienen y no tendran en buen tiempo posibilidad de un mercado mayorista, los programdores de software tienen prohibido como todo los TCP trabajar con empresas en el extrajero. Donde estab la reciprocidad? Cuba no va aceptar jamas en empoderamiento del sector Privado, eso va en contra de su base ideologica, una cosa es soportarte por interes y otra es apoyarte, todo esta disenado, para cuando un TCP con exito se pase de a raya destruirlo de esos casos conosco cientos, desde un programador de software que instalaba versat sarasola hasta un criador de puercos de exitos….presos todos en estos momentos por diferentes causas inventadas o semi – inventadas, como escarmiento para mantener a raya al resto, por supuesto excepto a los hijos de los grandes. Con todo respeto, lo hecho por USA antes y ahora no vambia nada en esencia, los bancos cubanos solo dan creditos de 10 000 pesos cubanos unos 400 CUC, que hace un cubano emprendedor con eso?, es una burla, no puedes invertir en tu propio pais, porque la Ley de Inversion ES PARA EXTRANJEROS, la PTI, G-2 tienen sus nuevos departamentos solo para vigilar al nuevo sector privado, todo esta disenado para que no avance, asi que nada vale esforzarce en Cuba como emprendedor, siempre seras ciudadano de segunda categoria y un ciudadano con problemas ideologicos o casi……
Estimada Deus, el sector privado en Cuba (eufemisticamente TCP) es un espejismo mientras persista el socialismo tropical, no se engañe. El TCP tiene como unico objetivo ser fuente de ingresos al fisco. El flujo de capital hacia el gobierno de Cuba desde todas las fuentes es directamente proporcional al control que ejerce sobre cada detalle de la vida de sus ciudadanos para mantener el control ideologico.
Nadie ha pensado en las actividades de seguridad electrónica o alta seguridad, como instaladores de CARAMAS de Vigilancia, instaladores de alarmas, instaladores de equipos electrónicos contra incendios, Cerrajería de alta seguridad (Montaje de cerraduras computarizadas, cambio de mecanismos de cerrojo a equipos automotores etc.) en el país existen varias entidades certificadoras y reguladoras para estas actividades, ¿Por qué no se implementa un grupo de medidas para dicha actividad? ¿Aunque el mecanismo sea tedioso y lleno de piedras y regulaciones como de costumbre pero que exista por favor, por cierto, hoy en día toda esta mano de obra es manejada por el sector estatal y para las compañías extranjeras es importada, los CUENTAPROPISTAS se pueden pagar entrenamientos en el extranjero, hay mucha gente capacitada para estos trabajos que hoy se realizan de forma clandestina, ¿porque no legalizarlo? Más de lo MISMO… piedras y piedras y piedras…. ¿Será el BLOQUEO? yo diría Ley FRENO AL TRABAJADOR NO ESTATAL. Y así seguiremos por los siglos de los siglos…. “Sin un canal de TV donde se pueda promocionar tu negocio que no sea YOUTUBE”, sin aprobaciones Revolucionaras en todo el sentido de la palabra, sin regulaciones que te ayuden a ampararte contra malas decisiones por parte de los inspectores, bla bla bla….nada de eso importa solo importa que no hallan muchos ingresos y por ende tu negocio no puede prosperar….. ES UN FRENO, PARE Y BLOQUEO CONTRA EL CUENTAPROPISTA
En nuestra constitución quedó plasmado, no se permitirá acumulación de capital en manos de particulares. Con esas premisas no es posible el desarrollo del sector privado. Por ahí se debe empezar a cambiar. Los factores externos pueden influir pero no son los que determinan, se pueden tomar muchas medidas que permitan su desarrollo. En los tiempos de Obama que usted habla con nostalgia, al sector privado de a pie le cortaron las alas, con excesivas he injustas inspecciones.