En una entrevista en 60 Minutes el domingo por la noche, Anderson Cooper le dio al senador Bernie Sanders, candidato Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, la oportunidad de aclarar algunas cosas que el senador había dicho sobre Cuba y Nicaragua en los años ochenta.
Vemos dos videos breves y de baja calidad, escuchamos la voz en off de Anderson Cooper explicando al público las posturas políticas que Sanders había expresado, y vemos un Sanders cuarentón, sin corbata, cabello gris y abundante, los viejos espejuelos de montura negra. Hacia el final del segundo video, escuchamos a Bernie Sanders hablando de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro: “educó a los niños, les dio atención médica, transformó totalmente la sociedad.”
Casi cuarenta años después, en este momento de la entrevista, uno podría suponer que mucho depende de la respuesta de Sanders, que el anciano vestido de cuello y corbata, de cabello blanco y ralo, enfrenta un dilema quasi existencial, que el hombre mayor contempla las ingenuas y simplistas declaraciones de la juventud, y que le corresponde una simple elección: plantar los pies en tierra firme y abogar por la democracia y los derechos humanos, o pisar sobre una isla a la deriva y apuntalando la dictadura y la represión. La pregunta se enmarca en los viejos binarismos de la guerra fría.
Pero pongamos pausa al video un momento y reflexionemos antes de escuchar la respuesta. ¿Cuál fue la pregunta? ¿Hubo en realidad una pregunta? No se invitaba al candidato a reflexionar sobre su propia evolución intelectual, ni sobre la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba, ni sobre posibles medidas legítimas, sobre estrategias geopolíticas, sobre errores históricos. Sanders había compartido hacía cuarenta años una narrativa bastante simplista —casi una fábula— sobre un proceso histórico de enorme complejidad, y el desafío de Anderson Cooper, la pregunta que no llegó a pronunciar pero que se sobreentendió, fue esta: ¿Reniegas o no?
Bernie Sanders: “Es injusto decir simplemente que todo está mal” en Cuba
En este momento clave, desde luego, lo que menos le importa a Anderson Cooper o a 60 Minutes o a los patrocinadores de este programa es una discusión sobre una posible política racional y ética hacia Cuba. Lo que menos conviene al network es una reflexión sofisticada sobre la política exterior de los Estados Unidos. La pregunta —como es lógico en este momento y en esta plataforma y bajo las presiones económicas de siempre— se planea y se lanza para subir la fiebre electoral, agitar el estado de ánimo en el sur de la Florida, inflamar las pasiones y subir los ratings. Lo menos buscado es un intercambio extendido, sofisticado, difícil, matizado.
Por cierto, es muy difícil que cualquier programa sostenga semejante discusión en la televisión comercial de Estados Unidos. Por un lado existe un público anglófono, en su mayoría de limitados conocimientos sobre el tema y al que de todos modos le preocupan mucho más otros asuntos. Por otro lado un público cubano-americano, una pequeña minoría cuyos representantes políticos y medios de comunicación tampoco muestran interés en propiciar un diálogo profundo que salga de los parámetros establecidos por la ortodoxia del exilio histórico.
La respuesta de Sanders, entonces, como es de esperar, se limita a unas pocas frases hechas. “Nos oponemos al régimen autoritario de Cuba. Pero no es justo decir, simplemente, que todo [en Cuba] es malo”. Sanders, a la defensiva, repite la narrativa de hace cuarenta años. Habla de la Campaña de Alfabetización. ¡Tremenda metedura de pata! Y Cooper dice algo sobre los presos políticos —sin llegar a formular una pregunta coherente— y Sanders responde sin titubeos, “condenamos eso”. Acto seguido habla del presidente Trump y sus romances con Kim Jong-Un y Vladimir Putin. Y el tema de Putin sirve como pretexto para cambiar de tema, para hablar de la interferencia en las elecciones presidenciales.
¿Cuál habría sido la respuesta adecuada? Mucha tinta se verterá sobre este tema. The New Yorker ya ha publicado un ensayo What Bernie Sanders Should Have Said About Totalitarianism and Socialism in Cuba. Que Sanders debe haber mostrado más empatía por la experiencia traumática de los cubanos que han llegado a Estados Unidos. ¡Obvio! Que después de denunciar la sistemática violación de los derechos humanos en Cuba, no debe ponerse uno a explayar sobre sus logros sociales de una revolución. ¡Por supuesto! Que no se aclara nada insistiendo que la relación de Trump con otros dictadores es aún más preocupante. También cierto.
Pero aquélla no es la pregunta que aquí nos interesa, porque si bien la entrevista sirvió para poner de manifiesto los límites de un candidato sobre un tema en particular, mucho más importante es lo que se manifestó sobre los límites de la discusión posible sobre Cuba en Estados Unidos. Más difícil y más urgente que la pregunta, ¿cuál habría sido la respuesta adecuada? es la siguiente: ¿cuáles habrían sido las mejores preguntas, las preguntas más reveladoras, las preguntas más relevantes para un posible Presidente de los Estados Unidos?
Porque al fin y al cabo lo que menos interesa es una evaluación crítica de un complejo proceso histórico de sesenta años, o de sesenta años de política exterior de Estados Unidos hacia Cuba. (Esa evaluación nos interesa a una pequeña minoría.) En primer lugar, ningún candidato a la presidencia es capaz de llevar a cabo semejante evaluación, y en segundo lugar, el público en su gran mayoría no tiene tiempo ni paciencia ni conocimientos suficientes para digerirla.
Entonces, las preguntas relevantes serían, por ejemplo: si bien todos “condenamos” la dictadura represiva en Cuba, ¿cuál es la política exterior más ética y constructiva? Si bien reconocemos la sistemática violación de los derechos humanos en Cuba, ¿acaso una política diseñada para imponer “hambre y desesperación” entre la población civil no constituye a su vez una violación de derechos humanos? Si bien los candidatos Demócratas condenan el gobierno totalitario en Cuba, ¿condenan también y con el resto del mundo (salvo Estados Unidos e Israel) una política que bien podría constituir un crimen de lesa humanidad?
Y si acaso se puede justificar medidas en contra del estado totalitario en Cuba, ¿acaso debe fungir como juez, jurado y verdugo un solo país —el país más poderoso del mundo? ¿Debe fungir como juez, jurado y verdugo, unilateralmente, un país que practica la tortura en Guantánamo y en otras partes del mundo? ¿un país en el que, según los estudios más rigurosos, decenas de miles de personas mueren por año por falta de acceso a atención médica? ¿Debe fungir como juez, jurado y verdugo un país que en estos mismos días mantiene miles de niños en campos de concentración en su frontera con México?
Una pregunta para los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos sobre los derechos humanos en Cuba es válida sólo si admitimos también una reflexión sobre el récord de derechos humanos de aquel país que se autodesigna juez, jurado y verdugo. Es lícito invitar a los candidatos a que “condenen” la dictadura cubana sólo si también se les pregunta si condenan una política exterior destinada a imponer “hambre y desesperación” en una población civil. Si hemos de hablar de derechos humanos, de crímenes de lesa humanidad, ¡qué hablemos! Pero hablemos seriamente, abiertamente, ampliamente.
Los recientes comentarios de Bernie Sanders sobre Cuba han puesto de manifiesto sus limitaciones, su compromiso con una fábula nostálgica de la vieja izquierda. Mucho más bochornosa aun es nuestra propia incapacidad —la incapacidad de nuestros medios de comunicación, de nuestros políticos— de extender la discusión de los derechos humanos en Cuba al campo internacional, al papel de los Estados Unidos en el sufrimiento del pueblo cubano; nuestra incapacidad de extender la empatía para los presos políticos, por ejemplo, a las víctimas de nuestra propia política exterior.
Los límites impuestos a la discusión pública en los Estados Unidos son límites autoimpuestos, una especie de autocensura heredada de la guerra fría. Y si bien Bernie Sanders no ha superado la vieja tradición de izquierda, tampoco han evolucionado los que lo critican con más fervor, tampoco han superado los binarismos de la guerra fría, el chovinismo imperialista, tampoco están dispuestos a examinar de manera crítica la otra fábula que da por sentado la justicia y benevolencia del “greatest country in the world.”
Buen post, no concuerdo en que Sander tenga “límites”, una pregunta emboscada no debería servir para medir la capacidad de nadie. Estoy seguro que, de convertirse en presidente, Sanders sabrá encontrar las mejores respuestas a estos temas.
Saludos.
Muy bien dicho, esperemos y veamos que pasa…
Excelente post.
Buen artículo, solo decir que B. Sanders lejos de responder con frases “convenientes” ,optó por decir lo que realmente piensa y eso lo describe como un politico honorable.
Si alguien DENTRO de Cuba pudiera ir a la tv y discutir en profundidad y diversidad de criterios, los comentarios de Sanders, y esa “compleja realidad cubana “ que menciona, – con y para gente que ciertamente estaría más interesada en el tema que la audiencia americana- como pide el escritor que se haga AQUI , estoy segura sería más fructífero, pero de alguna manera esa posibilidad nunca se menciona.
Las exigencias son siempre a un solo lado…
como siempre,los izquierdistas y la retorica!!! Lo verdaderamente importante,sanders lo dijo y los televidentes lo oyeron y vieron : Sanders quiere “pasarle la mano a una dictadura totalitaria ,enemiga de los EEUU y de lo que representa ” no quiere reconocer su error de juventud lo que le convierte en un politico militante de izquierda radical que cambia “la felicidad de los pioneros” por 60 anos de dictadura y repression….y eso es suficiente.Sanders no es un politico tradicional,es un fanatico ideologico…y mucho peor que trump,,,,,
Siempre me he preguntado , porque el mundo debe aceptar el papel de juez , jurado y verdugo ( como bien dice el articulista) de EEUU. Es este país ejemplo de respeto a los derechos humanos? Su sistema político es perfecto ? Vivo en Cuba . Y nos estamos sintiendo las medidas de Trump. Al final al que se castiga no es al gobierno cubano. Es al pueblo, al ciudadano de a pie. Con este mismo gobierno y Obama las cosas parecían mejorar. Esta es la concreta lo demás es retórica
Y yo pregunto: ¿Por qué los cubanos no le hacemos el reclamo al Gobierno de Cuba que no nos deja ser personas normales?
¿Acaso no sabíamos todos que esto podría pasar?
Es mas acaso no podíamos habernos preparado mejor para algo que sabíamos que pasaría al seguro.
¿Acaso no sabemos los cubanos que el bloqueo interno impuesto por el gobierno es peor que el de EEUU?
¿Hasta cuando insistiremos en auto-engañarnos para no enfrentar la verdad y al verdadero culpable?
Para quitar el bloqueo solo hacen falta elecciones libres y democráticas en la isla.
¿Cuál es el temor? ¿No se la pasan en el gobierno insistiendo en que tienen el apoyo del pueblo? ¿Que importan unas elecciones pluripartidistas reales si se sobreentiende que con el voto del pueblo las van a ganar?
Después de tales elecciones el bloqueo caería automáticamente.
Pero además si no se quiere hacer lo que dice EEUU, ¿que impide el comercio con China, Rusia, Iran, Turquía, VietNam, y tantos muchos otros a los que con el dinero en la mano, no le importarán ningunas sanciones.
Sé que el bloqueo externo existe, pero, ¿que hay del interno? ¿pa cuando lo tumbamos? ¿cuál es la excusa pa mantenerlo? ¿porqué no hablamos de eso?
Los ciudadanos americanos estan pagando la cuenta de la crisis del 2009 y van a seguir pagandola durante muchos años. Los hombres al derecha de los Republicanos saben bien lo bueno que pueden sacar del posicionamento con Cuba. Nunca van a explicar a sus electores sin cultura politica el daño enorme, con las medidas de Trump, que hacen al pueblo Cubano, a la salud, a la educación, A LOS RETIRADOS, a todos esos pequeños “cuenta-propistas” que trabajaban afuera del modelo de la economia planificada. Al contrario, estaban copiando un modelo economico muy liberal, evitando de contar las horas de sus empleados, trabajndo todos los dias, a veces 12 horas o más, engañando al estado para evitar pagar impuestos y sobre todo quedarse con el dinero ganado ! Los Cubanos no son diferentes que los pueblos del resto del mundo : La puerta abierta por Obama iba a tumbar ese castillo socialista y muy rápido pero Trump cierro la puerta con el prextexto del Venezuela y así permitió a sus aficionados quedarse con EL ENIMIGO y seguir entregando los votos de una grand mayoria de Americanos incultos politicamente y PERDER LA POSIBILIDAD DE TENER ESE DISCURSO AGREVISO QUE DEJA PENSAR A SUS ELECTORES QUE SON HOMBRES FUERTES CON QUIENES LOS AMERICANOS PUEDEN CONTAR ! Sin Cuba, sin Venezuela, sin Nicaragua, quien va a atacar, Rocket Man ? No, el tiene cohetes ! El ciudadano tendria que analisar el papel de la politica exterior de los EEUU que HOY MISMO firmaron un acuerdo “historico” con los Talibanes (los barbudos de Afghanistan ! LOL ! Pompeo pidio a los Talibanes de seguir combatiendo al Al-Quaida pero Pompeo no dijo que los EEUU habian permitido el acceso al pober de los … Talibanes para derotar los pro-sovieticos con la ayuda de… Ousama Bin Laden (!!!!!) en lugar de apoyar moderados (pero a lo mejor un poco marxistas) como Massoud. Pompeo ocultó tambien, decir que los mismos EEUU con Europa y Israel habian ayudado en los ultimos meses Al-Nosra, grupo disidente en Siria … de Al Quaida pero opuesto a Bachar-El-Assad … que el Presidente Sarkozy (Francia) habia invitado por el desfile del 14 de Julio de 2007 antes que traicionarlo ! Los EEUU y sus aliados no tienen un doble moral, una triple moral, no tienen moral ! El abandono de los Kurdos es el ultimo hecho que lo demuestra con fuerza ! La mejor manera de derotar el socialismo en Cuba es desarollar el capitalismo “casero”, del sector cuenta-propista pero los EEUU necesitan un enemigo en lugar de hablar de los verdaderos problemas sociales en los EEUU, la salud (Cuantos Cubano-americanos vienen de vacaciones para curarse – como el regimen “malo” socialista puede permirlo ? Como el govierno “malo” socialista de Cuba puede permitir a una ciudadana americana-cubana de Miami de enriquicerse con el dinero de los turistas extrañeros a travers RB&B a quienes renta su piso (aunque no vive en Cuba ?) Pobre Cuba, dejenla vivir en paz !
Así empieza en desvarío para no resolver nuestros problemas: Que si los talibanes, que si Pompeo o lo rusos con los Sirios y bla, bla.
Señores, los jodidos somos los cubanos dentro, el bloqueo no se va a caer solo, pero mas importante: ¿Qué hacemos auto-bloqueándonos? Ese bloqueo que nos hace mas daño que el de EEUU, no lo queremos ver, solo los daños del de EEUU.
¿Qué tendrán que ver Pompeo, los Sirios, los rusos, franceses o talibanes con nosotros dejando perder cosechas de arroz, frutas y vegetales de todo tipo, con impedir al campesino y al cuenta-propista prosperar, con no aprobar las dichosas inversiones del Mariel, con la corrupción imperante y demás?
Nada!
Nos ahogamos buscando justificantes internacionales pa no resolver NUESTROS propios problemas. Eso es una forma mas de MENTIR descaradamente.
¿Pa cuando vamos a echarle números al bloqueo interno?
Si, como mismo se lo hacemos al externo. Estoy seguro que nos llevaríamos una sorpresa al saber cómo nos influye y apuesto a que la cuantía es tan grande o mayor que la del otro.
Vamos a mirar adentro, nada podemos hacer con el bloqueo externo, pero si está en nuestras manos quitar el interno. ¿Por qué no se hace?
Esos ciudadanos americanos que según usted, están todavía pagando la crisis del 2009 tienen un nivel de vida muy superior al de una mayoría del resto del mundo, pero encima los ciudadanos cubano-americanos pertenecientes al mundo latino que según encuestas tienen ingresos menores que los nativos M A N T I E N E N con remesas nuestra Economía Nacional. Si…, esos “pobrecitos” que tienen que pagar deudas de la tal crisis.
Al menos ellos pagan sus deudas, trabajan y viven bien del fruto de su trabajo. ¿Porqué no lo podemos hacer nosotros? Y no me vaya a salir ahora con el bloqueo que ya expliqué en otro comentario depende mas de nosotros que de EEUU.
En EEUU. están tan pobres pagando su deuda que miles de ciudadanos de todo el mundo (incluyendo muchos países del 1er mundo) pugnan cada año por irse a vivir allí (a pagar deudas de la crisis!).
Pero al menos de ellos sabemos que tienen deudas y las pagan. Los cubanos tenemos deudas mucho peores, quizá el monto no sea tan grande en comparación pero tampoco tenemos tan grandes ingresos, tenemos una administración pésima y no producimos nada (al punto que los ingresos por remesas son mayores que los ingresos por la suma de todas las producciones nacionales. Da verguenza!, pero eso es algo que no se conoce en el socialismo. Como resultados tenemos miles de millones en deuda condonados. Aún así somos incapaces de pagar las que tenemos y ni siquiera sabemos cómo o en que circunstancias se contrajeron tales porque no se han pagado etc, etc, pero claro sabemos de las de EEUU, ¡Pobrecitos los de EEUU que tienen que pagar mucho por la crisis! Como colofón nos damos el lujo de regalarle 200 millones a Bolivia (según entes oficialistas) y nos damos el lujo de pagar los subsidios en alimentos agrícolas de EEUU en vez de invertir ese dinero en el campesino nacional para auto-abastecernos.¿Quién es el malo entonces?
“Como el gobierno 2malo” socialista de Cuba puede permitir a una ciudadana americana-cubana de Miami de {sic] enriquecerse con el dinero de los turistas extrañeros a travers [sic] RB&B a quienes renta su piso [aunque no vive en Cuba?][sic] “.
Dejando a un lado los errores ortográficos y de concordancia: NO, no se lo permite debido a la Ley del Embargo. lo que hace esta ciudadana es ilegal bajo las leyes de EEUU y la regulaciones del Departamento del Tesoro; y, si la cogen en eso, como mínimo va a pagar una grandísima multa, si es que no va presa.