Organizaciones religiosas e iglesias de los EE.UU. enviaron una carta al secretario de Estado Mike Pompeo, en la que se oponen “enérgicamente” a la posible inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo por parte de la saliente Administración norteamericana.
En la misiva, 14 entidades religiosas –entre ellas, la Alianza de bautistas, la Iglesia Presbiteriana estadounidense, el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo de EE.UU., la Iglesia Metodista Unida, la Iglesia Episcopal y Iglesia Evangélica Luterana en América y el Servicio Mundial de Iglesias– le expresan a Pompeo su “firme oposición” a que el gobierno de su país incluya a la Isla en dicho listado y lo instan a que no lo haga.
“Los informes de prensa sugieren que está considerando agregar a Cuba una vez más a la lista de ‘estados patrocinadores del terrorismo’, y escribimos para expresar nuestra firme oposición”, escriben los firmantes, quienes afirman que “no hay justificación” para agregar al país caribeño a esta lista.
“Si bien Estados Unidos tiene desacuerdos políticos con Cuba sobre una variedad de temas, estos temas no están relacionados con el patrocinio estatal del terrorismo. Agregar a Cuba a la lista de estados patrocinadores del terrorismo será percibido internacionalmente como un gesto político que socavará la credibilidad de Estados Unidos en el tema del terrorismo”, señalan las organizaciones religiosas en la carta, publicada en el sitio oficial Cubadebate.
En su opinión, “designar a Cuba como estado patrocinador del terrorismo no solo sería erróneo, sino cruel. Si bien no endurecería las sanciones existentes a las empresas estadounidenses en el comercio con Cuba, dañaría al pueblo cubano, incluidas las familias, comunidades y congregaciones que son nuestros socios. Complicaría algunas ventas de terceros países a Cuba y desalentaría la inversión extranjera”.
Además, apuntan, “la economía cubana ha recibido varios golpes duros en los últimos años, incluidas las restricciones impuestas por Estados Unidos a las remesas familiares, la contracción en el número de visitantes estadounidenses como resultado de las limitaciones de viaje impuestas durante esta administración, el cierre de COVID, los esfuerzos estadounidenses para restringir el petróleo envíos a Cuba, y los propios desafíos económicos internos de Cuba” y agregan que “el resultado ha sido penurias y escasez para el pueblo cubano”.
“Como nuestros socios en las iglesias cubanas –congregantes, ministros y sus comunidades– se ven gravemente afectados por estas medidas, hemos pedido su fin”, aseveran los religiosos estadounidenses, para los que “la propuesta de agregar a Cuba a la lista de patrocinadores estatales del terrorismo solo empeoraría esta situación y perjudicaría a quienes ya padecen problemas económicos”.
“Por todas estas razones, nos oponemos enérgicamente a cualquier decisión de agregar a Cuba a la lista de estados patrocinadores del terrorismo y le instamos a que no lo haga”, finalizan su misiva.
Mike Pompeo insiste en colocar a Cuba en el listado de países patrocinadores de terrorismo
Esta semana, Mike Pompeo confirmó al medio estadounidense Bloomberg News que su gobierno evalúa tomar esta medida antes de terminar su mandato el 20 de enero, la cual se sumaría a la larga lista de sanciones tomadas contra la Isla por la Administración Trump, empeñada en revertir el acercamiento promovido por Barack Obama y entorpecer un eventual acercamiento bilateral una vez que Joe Biden asuma el poder.
Fue precisamente Obama, de quien Biden era vicepresidente, quien retiró a Cuba en 2015 del listado de países patrocinadores del terrorismo, durante el “deshielo” entre ambos países impulsado entre su gobierno y el del exmandatario cubano Raúl Castro. Sin embargo, la Administración Trump no ha ocultado su deseo de dar marcha atrás a esta medida.
A fines de diciembre, el gobierno cubano había denunciado que Pompeo preparaba una maniobra para incluir a Cuba en el listado de países que patrocinan el terrorismo.
Entonces el canciller de la Isla, Bruno Rodríguez, escribió en su cuenta de Twitter que con esa acción Pompeo busca “complacer a la minoría anticubana en la Florida”.
Si Washington ingresa a Cuba en el listado, al presidente electo Joe Biden le será un poco engorroso sacarlo, siguiendo la filosofía del expresidente Barack Obama del cual fue su vicepresidente. Es un proceso que tarda normalmente un mes, depende burocráticamente del secretario de Estado entrante, Antony Blinken, un diplomático muy profesional, pero en ciertos aspectos también conservador. De todos modos igualmente es raro que Estados Unidos mantenga en el listado a países con relaciones diplomáticas, porque ese vinculo pasa por el reconocimiento de la legitimidad de ese gobierno.
Ya en mayo pasado, el gobierno de Estados Unidos incluyó a Cuba en una lista de países «que no cooperan por completo» con la lucha antiterrorista, según informó entonces el Departamento de Estado del país norteño.
Hola muy buenas tardes un saludo desde cuba será que podría facilitarme la posibilidad de patrocinio estoy en Cuba y no tengo como salir de acá sin patrocinador por favor me podría aconsejar alguna institución para que me haga el patrocinio