El presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez, destacó en el programa televisivo Mesa Redonda que en la lucha contra el coronavirus su institución cuenta con un plan que abarca distintos aspectos, uno de ellos garantizar los medicamentos marcados por los protocolos. Aseguró su disponibilidad para los pacientes que se pudieran diagnosticar, incluso en el escenario más desfavorable.
Dijo que BiocubaFarma también se ha incorporado a la producción de jabones, desinfectantes, soluciones hidroalcohólicas y medios de protección. Y que la acción antiviral del interferón ha demostrado efectividad en el tratamiento de la enfermedad, junto a otros productos desarrollados por la industria biofarmacéutica. Dijo que muchos países le habían pedido apoyo a Cuba para el suministro de medicamentos. Hasta la fecha, 62 naciones han solicitado el interferón.
Insistió en que los pacientes asintomáticos constituyen la causa fundamental de propagación de la epidemia; de ahí la importancia del pesquisaje masivo para identificar sospechosos y aislarlos. Se trata de un reto internacional y local, dijo. Este 12 de abril se hicieron en Cuba más de dos mil muestras para diagnosticar la enfermedad.
Por su parte, el director del Instituto Finlay de Vacunas, el doctor Vicente Vérez, informó que aun cuando la búsqueda de una vacuna demorará un tiempo, existen otras opciones para mejorar los sistemas inmunes de los enfermos.
Cuba, dijo, cuenta hoy con dos vacunas utilizadas para combatir tanto el cáncer como las alergias, y comenzarán a aplicarse a los grupos de riesgo. Su finalidad se dirige a fortalecer el sistema inmune de las personas. Explicó que varios investigadores trabajan en un proyecto dirigido a conocer la incidencia de esas vacunas en los enfermos para evitar que lleguen a estado grave.
Dijo, sin embargo, que lo más importante era el aislamiento social, el empleo del nasobuco y espejuelos. Todo esto permite levantar una barrera contra el virus y disminuir la carga viral en caso de enfermar.
La directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, la doctora María del Carmen Domínguez Orta, dijo que la institución tiene una base investigativa de veinte años. Un producto específico, la Molécula 258, tiene como finalidad regular el sistema inmune de las personas y controlar la inflamación de los órganos sin generar inmunodepresión.
Se ha aplicado, dijo, en tres pacientes en estado crítico en el IPK y el Hospital Naval con resultados positivos, pero -señaló- solo se utiliza cuando no existen más opciones y con el previo consentimiento de los familiares.
Destacó que ese medicamento no es una cura, sino una alternativa terapéutica, de ahí la importancia de cumplir con las medidas de prevención.
Por último, el doctor Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, dijo que la vacuna para fortalecer la inmunidad innata ante la Covid-19 está en fase final de estudio.
“La vacuna, que se aplica por vía sublingual, potencia la inmunidad ante la entrada del virus” dijo, y explicó que las muestras que analizadas tras la aplicación del medicamento corroboran que estimula las moléculas que marcan la activación del sistema inmune innato.
Esa vacuna será favorable para los grupos más vulnerables y los ayudará a estimular la respuesta inmune contra el virus.
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