Anabell López es una de las voces más representativas y populares de su generación, que, más allá de clasificaciones y asimilaciones personales, la memoria popular vincula al Movimiento de la Nueva Trova cubana, en sus posteriores hornadas. Y aunque no se prodigue en apariciones mediáticas, la cantante ha demostrado con creces que está más allá de cualquier encasillamiento. Sus condiciones vocales e interpretativas están refrendada en una notable discografía y una carrera a través de varias décadas. Ahora, y luego de 10 años sin publicar un fonograma, Anabell López es noticia: está lanzando sus más recientes grabaciones en un nuevo álbum, que será distribuido por Altafonte en las plataformas digitales de música. Sobre esto conversamos con ella.
¿Cómo llega Anabell López a “Con un poco de amor”? ¿Cuál es tu estado de ánimo? ¿Cómo te ves a ti misma y a tu voz en octubre de 2022? ¿Qué vida has elegido para mantener durante tanto tiempo intactas tus altas calidades y cualidades vocales?
La idea de este disco surgió hace años, incluso se iba a llamar “Canciones de mi hermano”. Desde que abrí mis ojos al mundo escucho y canto las canciones de Silvio, es algo que nació conmigo. Después de varios años sin lanzar un disco, “Con un poco de amor” me llena de satisfacción por su valor musical y sentimental. El 2022 no ha sido el año más favorecedor para los músicos y creadores, mientras el mundo se desmorona yo prefiero seguir haciendo música. Elegí una vida tranquila, sin vicios ni excesos, mi compañera de vida es mi voz.
¿Qué te motivó a dedicar en disco íntegro a sus composiciones? ¿Por qué en este momento, en que otros han tenido la misma iniciativa?
No es la primera vez que hago un disco con canciones de mi hermano. En el año 2002 se grabó “Yo te invito a caminar conmigo” una selección de canciones juveniles, en aquel momento inéditas.
Probablemente yo sea la intérprete que más ha cantado la obra de Silvio.
Háblame de la selección de las canciones. En el vastísimo océano de composiciones de Silvio, ¿Qué criterio te guió, o cómo guiaste tú al criterio de elección?
Es un reto que me puse a mí misma cuando escogí canciones ya cantadas por él que marcaron pauta, quise dar un giro y llevar su obra a mi estilo.
Eres uno de los primeros nombres que nos vienen cuando hay que hablar de excelentes cantantes con voces excepcionales, y sobre todo, entre las de tu generación, pero has sido una cantante muy singular: no te has prodigado en demasía, y a pesar de la cercanía o pertenencia al mismísimo tronco de un estilo o movimiento —la Nueva Trova— no te permitiste el encasillamiento cómodo, pues no has sido la trovadora esperada, sino la cantante versátil que asombra. ¿Qué tan difícil te ha sido ese camino? ¿Dónde estuvo lo que perdiste y lo que ganaste con la elección de ser tú misma, más allá de influencias y protecciones?
A pesar de haber estudiado guitarra clásica durante 4 años y acompañarme de ella en mis inicios, la dejé a un lado porque tenía la necesidad de expresarme no sólo a través de mi voz. Creía que en cierto modo me limitaba en mi proyección escénica.
En el disco se observa una intención re-actualizadora en los arreglos muy pertinente, pues parte de las esencias de los arreglos originales en voz de Silvio. Incluso me asombra que te hayas retado a ti misma en esta nueva versión de La gota de rocío, pensando que la anterior tuya parecía insuperable. El pequeño formato y la preeminencia de las guitarras y las percusiones son muy cautivantes. ¿Quién estuvo a cargo de los arreglos?
Creé libremente al hacer los arreglos. Mi método para hacer música quizás no es convencional ya que no sé escribir partituras. Escucho en mi cabeza los instrumentos y cuando elijo un tema comienzo a cantarle a los músicos lo que deben tocar. El sello distintivo de mi discografía son mis arreglos de voces, nunca he utilizado coristas.
El trabajo vocal del disco es muy delicado y atractivo y se nota una intención personal de traspasar los límites que hasta ahora te habías impuesto: te encargas de todas las voces del disco, incluidos coros; asumes formas que van desde el punto guajiro, la chacarera, hasta reminiscencias del flamenco y sus cercanas influencias árabes, como en Una canción de amor esta noche. También entras en formas más actuales, como en Me acosa el carapálida, con el breve rapeo, me parece muy conveniente. ¿Fue tu idea o del arreglista? ¿Qué tan cómoda te sentiste con este viaje de exploración vocal?
Como dije anteriormente, todos los arreglos del disco estuvieron a mi cargo. Realmente me divierto muchísimo haciendo las voces porque las trabajo como un instrumento más, las pienso armonizando como cuerdas, en mi forma de hacer música el soporte son las voces.
En tu versión de Vamos a andar, este clásico de Silvio es despojado un tanto de su grandilocuencia épica, y se hace más cercano, más próximo y cotidiano. Esto se percibe, quizás, cuando pensamos en el momento en que lo compuso, cantó y grabó. ¿Coincides con esta percepción sobre tu versión? ¿Fue intencional o fortuito?
Con este disco intento enviar un mensaje de amor, resalto lo implícito en cada canción. Veo y siento las cosas de forma diferente. El arreglo musical y la interpretación pueden cambiarle el sentido a un tema. La música tiene un poder inmenso, trato de hacerla a mi manera para que se sienta cercana y sencilla como realmente soy.
Muerto es una hermosísima canción que, hasta donde sé, Silvio nunca ha grabado y pertenece a su prolífica etapa creativa cuando el programa televisivo Mientras tanto. Compuesta en 1966, la incluyes ahora en tu disco… ¿por alguna razón especial?
Crecí escuchando esa canción y siempre me sentí identificada con ella. A día de hoy no tengo a mis padres vivos, pero como soy una mujer espiritual estoy segura de que me acompañan y protegen.
¿En qué canciones Silvio participa como guitarrista?
En el tema “Ojalá” hace una de las guitarras y en “Mariposas” hace las voces masculinas.
En casi todos tus discos está presente de un modo u otro la obra de tu hermano y es conocida la excelente relación entre ustedes. Más allá del título de la canción homónima de Silvio, ¿por qué la referencia en el título a un amor limitado, reducido y no pleno? ¿En esta etapa de total madurez de ambos, cómo ve Anabell a Silvio? ¿Y sabes cómo ve Silvio a Anabell?
Cuando decimos “un poco de amor “no debemos interpretarlo como limitado, reducido o insuficiente. Al contrario, siento que el verdadero mensaje está en todo lo que podemos lograr con ese “poco”.
Siempre me ha resultado muy difícil separar al artista del hermano. Considero que Silvio como artista es el genio de la familia, como hermano puedo decir que es un ser bondadoso y noble.
¿Cómo me ve él a mí? Eso habría que preguntárselo…
Bueno, pues es la primera entrevista en que casi todas las preguntas son mas extensas que las respuestas. Anabell sigue siendo ella…