La celebración oficial por los 60 años de la Revolución Cubana, el próximo 1ro de enero, no será en la Plaza de la Revolución “José Martí ” de La Habana, ni en la “Antonio Maceo” de Santiago de Cuba, ni en el cuartel Moncada, también en la urbe santiaguera, sedes tradicionales de las conmemoraciones políticas en la Isla.
El acto se realizará en el Cementerio Santa Ifigenia, principal necrópolis de Santiago de Cuba, donde se encuentran los restos del líder revolucionario Fidel Castro y de varios de los principales próceres de la historia cubana como José Martí, Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, madre de los generales independentistas Antonio y José Maceo.
El lugar fue anunciado por Lázaro Expósito, primer secretario del Partido Comunista en Santiago, en un programa televisivo local, y confirmado este jueves por los medios de prensa cubanos y el perfil en Twitter de la Presidencia de la Isla.
https://twitter.com/PresidenciaCuba/status/1078290057302290432
Expósito dijo que “unos mil santiagueros” asistirán al acto, mientras otros 2 mil lo verán en una pantalla gigante en el teatro Heredia, el más grande de la ciudad.
Además, explicó que será ” al filo de las cinco de la tarde”, otra novedad con respecto a celebraciones anteriores, generalmente realizadas en horas tempranas de la mañana.
La elección del Cementerio Santa Ifigenia responde a su simbología revolucionaria y su conexión con Fidel Castro, a 60 años de que el entonces Comandante guerrillero pronunciara desde el balcón del Ayuntamiento de Santiago “el discurso que anunció al mundo el triunfo del Ejército Rebelde sobre las fuerzas de la dictadura” de Fulgencio Batista, según el periódico Trabajadores.
El camposanto santiaguero es Monumento Nacional y está considerado patrimonio por sus valores históricos y artísticos. En este sitio se hallan los restos de patriotas, militares, músicos y otras relevantes figuras de Cuba, y también resalta por su arquitectura funeraria.
Allí descansan desde diciembre de 2016 las cenizas de Fidel Castro –cuya tumba ha sido visitada por más 1,5 millones de personas desde entonces, según datos oficiales–, muy cerca del mausoleo de José Martí, que fuera inaugurado en 1951 y que con sus 24 metros de altura es el símbolo por excelencia de la necrópolis.
El pasado año, fueron trasladadas a la cercanía de estos mausoleos, las tumbas de Céspedes y Mariana Grajales –llamados “el Padre” y “la Madre” de la Patria, respectivamente–, a las que, como a las de Castro y Martí, se le colocó una guardia de honor, cuya ceremonia de cambio es diariamente vista por cientos de visitantes.