La Asamblea de Cineastas Cubanos, que agrupa a reconocidas figuras del audiovisual en la isla, emitió una declaración pública en la que respalda a los estudiantes universitarios y rechaza las nuevas tarifas impuestas por la empresa estatal de telecomunicaciones (Etecsa).
Firmada por 15 miembros del grupo, entre ellos los realizadores Fernando Pérez, Ernesto Daranas, Luis Alberto García y la productora Rosa María Rodríguez Pupo, la declaración califica el ajuste tarifario como un síntoma más de un modelo social y económico que “se quiebra” ante la falta de diálogo y participación real.
“La sociedad cubana sigue con atención los eventos generados a raíz del anuncio de las nuevas tarifas impuestas por Etecsa”, afirma el texto.
En el documento, los cineastas destacan el papel protagónico de los jóvenes universitarios, especialmente los de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), en el debate público generado.
Los estudiantes —señalan— no solo rechazan las tarifas, sino que demandan servicios básicos indispensables para la educación contemporánea, como zonas wifi, bibliotecas digitales y plataformas de intercambio de datos.
“¿Cómo entender la educación de hoy sin estos servicios básicos?”, cuestiona el documento, que insiste en que estos no deben considerarse concesiones, sino derechos.
Cineastas critican falta de transparencia de Etecsa
Desde la Asamblea se critica la falta de transparencia del Gobierno y la insistencia en responder a la crisis con medidas impopulares como la dolarización, ratificada recientemente por el presidente Miguel Díaz-Canel.
El mandatario refirió este jueves en televisión nacional que el aumento de Etecsa era un mal necesario, mientras que la presidenta de la empresa, Tania Velázquez, ofreció disculpas públicas, en medio del descontento social y una creciente contestación universitaria.
“Renunciar a implementar las medidas sería renunciar a ingresos sin los cuales estaríamos acelerando el ya inminente desplome del servicio”, afirmó el presidente, subrayando que el país enfrenta un “colapso tecnológico inminente” si no se obtienen recursos frescos en divisas a la mayor brevedad.
Díaz-Canel reconoció el fuerte rechazo social, pero insistió en que la situación de Etecsa es crítica y que el Gobierno está dispuesto a hacer “correcciones” y “seguir buscando soluciones”.
Para los cineastas, la medida evidencia una lógica “economicista” que evade las causas estructurales del colapso de Etecsa y desplaza nuevamente la carga sobre la población.
“Más allá de la urgente necesidad de divisas, no se reconocen las causas internas que han incidido en el quiebre de Etecsa y se vuelve a colocar sobre las espaldas de ciudadanos cada vez más empobrecidos las respuestas”, señala la declaración.
Advierten que “el verdadero problema no es el quiebre de una empresa, sino el quiebre de un modelo”, al tiempo que denuncian presiones institucionales contra los estudiantes movilizados, a quienes, en ocasiones, se les señala por alterar el orden académico.
Según el grupo, esto responde a un patrón repetido de deslegitimación de cualquier expresión cívica que no se canalice por vías oficiales.
“Nadie tiene derecho a usurpar sus voces”
La Asamblea de Cineastas Cubanos recuerda también experiencias pasadas en las que la crítica fue silenciada.
“El ámbito cinematográfico en el que nos estructuramos como gremio ha sido una suerte de laboratorio”, afirman, en referencia al movimiento El Cardumen y el cierre de la Muestra Joven ICAIC tras sus reclamos generacionales.
Frente a este escenario, el grupo alerta sobre intentos de “anular y dividir” al estudiantado.
Rechazan la narrativa gubernamental que atribuye las protestas a “fuerzas oscuras” o “agentes externos”, e insisten en el carácter legítimo y autónomo de las demandas estudiantiles: “Quieren hablar de un país y de su gente. Nadie tiene derecho a usurpar sus voces”.
Además de Fernando Pérez, Daranas y Rodríguez Pupo, entre los firmantes figuran también Gustavo Arcos Fernández-Britto, Belkis Vega, Juan Antonio García Borrero, Iván Giroud, Deymi D’Atri, Dean Luis Reyes, Mijail Rodríguez, entre otros.
La declaración concluye con un llamado a respetar el derecho de las nuevas generaciones a imaginar y construir la nación con la que sueñan.
“No se trata de clonar ni de comparar. Se trata de respetar”, afirman. “Es su derecho”.