El joven audiovisual cubano se encuentra en momentos de prosperidad en relación a los últimos 20 años. La intuición de que la obra de arte no surge aislada sino ligada con otros y con su tiempo, hace pensar que esto se debe también a los espacios de exhibición que han ido alcanzando.
La Muestra Joven que organiza el ICAIC cada año, como podría ser el Festival de Cine Pobre de Humberto Solás, El almacén de la imagen o el Festival de Documentales Santiago Álvarez in memoriam, vienen siendo como la energía de la que se valen los realizadores para crear sus obras con la certeza de que existen buenísimas oportunidades para la exhibición de las mismas.
La Industria no solo se añora porque ofrezca el presupuesto sino porque asegura el movimiento de sus producciones. En nuestro país este tipo o manera de hacer cine de forma independiente, casi autofinanciada, llegó con retraso. Pero no existían los lugares que permitieran a los que ya hacían, compartir sus propuestas.
La Muestra fue entonces una provocación a los que tenían las ideas paralizadas. Ahora, en su oncena edición, no sería justo hablar de ella solo como un espacio de exhibición, pues ha madurado lo suficiente como para simplificarla tanto. La Muestra Joven se ha convertido en lo que pudiera llamarse un festival de cine. Al menos ese es el ambiente que se respira entre todos los que confluyen por estos días en la esquina de 23 y 12.
Desde sus inicios ha tenido entre sus objetivos fundamentales: ajustar la dirección de la mirada, enfocar los temas con más precisión y lograr que la percepción de las películas sea más profunda. En ese sentido se encaminan las actividades colaterales a la exhibición de las obras.
Los espacios: Moviendo ideas, Clases magistrales y Haciendo cine le han dado la oportunidad a los que se inician para encontrarse y debatir sobre el audiovisual. Y para completar el ambiente cultural que arrastra la Muestra, se organizan exposiciones de fotos y carteles cinematográficos.
Esta edición promete versátiles propuestas cinematográficas hechas por los más jóvenes cineastas de la Isla. Dejamos abierta la invitación a los cines de La Habana hasta el 8 de abril próximo, fecha en que se clausura el evento con la entrega de los premios a las obras seleccionadas.