Autoridades y empresarios del país participan esta semana en el XXI Congreso Mundial de Petróleo, en Moscú, donde presentarán las posibilidades de inversión extranjera en materia de hidrocarburos. El encuentro será una gran oportunidad de negocios para la Isla, según declaró a la prensa Rafael Tenreyro, jefe del grupo de exploración de la Unión Cuba Petróleo (Cupet).
Los planes prefiguran una mayor presencia del capital foráneo sobre todo en la costa norte central y oriental, mientras continúa la exploración en aguas profundas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) en el Golfo de México.
La entrada en vigor este mes de la nueva Ley de Inversión Extranjera, otorga mayor relevancia a la participación cubana en el evento, pues esa normativa incluye el sector energético como prioridad en su cartera de proyectos.
Hace poco se dio a conocer la firma de dos acuerdos de cooperación entre Cupet y las empresas rusas Rosneft y Zarubezhnetf, de modo que esta cita podría ayudar a reforzar las relaciones con los actuales y futuros socios de ese país, uno los mayores productores y exportadores mundiales de petróleo.
Estos documentos prevén desarrollar planes de exploración de crudo y establecer una base logística de Rosneft en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Allí existen 241,6 hectáreas, correspondientes al área A-4, destinada a servicios logísticos especializados en las actividades de prospección y explotación petrolera aguas afuera.
Recientemente, también fue noticia que la firma canadiense Sherrit, presente en Cuba desde 1992, prorrogó por 10 años más su contrato con Cupet, lo cual le permitirá explotar de manera conjunta los pozos de “oro negro” y gas natural en el país hasta 2028.
El sitio web de la compañía – la cual produjo el año pasado unos 20 mil 42 barriles diarios de petróleo nacional-, sostiene que en la Isla existe potencial para crecer en esta industria.
Asimismo, menciona que sus planes para incrementar los rendimientos vislumbran aplicar tecnologías de recuperación de crudo pesado, como la inyección de gas: “La corporación cree que los modestos aumentos en estos factores de lenta recuperación, pueden acrecentar significativamente sus reservas”.
En la actualidad empresas de Francia, China, Vietnam, España, Venezuela, Malasia, Noruega, India, Angola, Rusia y otras naciones, mantienen operaciones en la ZEE, que abarca 112 mil kilómetros cuadrados, divididos en 59 parcelas. Allí se han perforado cuatro pozos, aunque sin resultados.
Tales maniobras llevan consigo una alta complejidad técnica, más las dificultades causadas por el bloqueo. Para que una plataforma semisumergible pueda operar en aguas profundas cubanas, no puede tener más de 10 por ciento de componentes norteamericanos; de lo contrario, estará impedida de funcionar durante seis meses en proyectos con Estados Unidos. Entretanto, los posibles partners estadounidenses quedan vedados de participar en acciones petroleras en y con Cuba.
Junto a las profundidades, existen ofertas de convenios de exploración a riesgo en bloques disponibles en tierra y aguas someras, según explica la Cámara de Comercio a los empresarios extranjeros llegados en misiones de negocio. Tales posibilidades prometen multiplicarse una vez que empiece a funcionar la Ley 118 y su carpeta de oportunidades.
Durante los debates parlamentarios para aprobar esa norma legal, Rodrigo Malmierca, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, se refirió a la pertinencia o necesidad de tener una Ley de Hidrocarburos, teniendo en cuenta el proceso de ordenamiento institucional y jurídico del país. En este contexto, se encuentra la creación en noviembre de 2012 del Ministerio de Energía y Minas, a cargo de regular y conducir las políticas del sector.
El tema petrolero adquiere particular importancia para la Isla, pues los combustibles reportan elevadas cifras dentro de las onerosas importaciones efectuadas cada año. Aquí emerge la dependencia respecto al sistema de acuerdos con Venezuela, en virtud del cual Cuba recibe un tratamiento preferencial en cuanto a créditos y abastecimiento.
A la luz de esos vínculos, la Refinería de Cienfuegos comenzó su producción en 2007, luego de 18 meses de trabajo para reactivarla, tras quedar paralizada en 1995.
De acuerdo con la revista Energía para la integración –editada por la filial PDVSA Cuba S.A.-, el complejo industrial superó en 2012 los 100 millones de barriles de petróleo procesado, siempre bajo la dirección de la empresa mixta Cuvenpetrol S.A.
Por otro lado, parte de los derivados resultantes de la refinación devienen rubro exportable, en segundo lugar después del níquel y por encima de los medicamentos genéricos y biotecnológicos, el azúcar, tabaco, ron y frutos de la pesca.
Si bien para algunos especialistas resulta contradictorio que Cuba potencie el procesamiento de crudo como actividad económica -cuando no genera la materia prima suficiente para sostenerla-, otros votan a favor, ya que este proceso de “agregación de valor” sin contar con producción nacional, ha presentado históricamente buenos resultados; por ejemplo en Japón, con el acero, y en varios países europeos, con el café y el chocolate.
La publicación citada refiere que actualmente existen proyectos para mejorar tecnológicamente y ampliar la Refinería de Cienfuegos y la de Santiago de Cuba, y construir otra en Matanzas.
Corea del Sur no tiene mucho hierro, pero tiene la mayor planta productora de acero del mundo. ¿Por qué criticar a Cuba por exportar derivados del petróleo? La exportación de materias primas es de países subdesarrollados, los desarrollados exportan manufacturas, productos terminados y con valor agregado.