A finales del mes de mayo, Cuba recibirá la presidencia del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL), según reporte de la propia institución.
La Isla asumirá cargo por un período de dos años, el cual se hará efectivo en la XX reunión del Órgano de Coordinación Técnica de ARCAL, que sesionará en Varadero, Matanzas, donde se presentarán los principales impactos del acuerdo en el país.
De acuerdo con el reporte, en Matanzas se evaluará el alcance del fortalecimiento de la medicina nuclear y la radioterapia, el uso de las tecnologías de irradiación en diferentes sectores, la caracterización y manejo de suelos y cuencas hidrográficas, el desarrollo de nuevas variedades de cultivos más resistentes y la planificación energética.
Al recibir la presidencia, Cuba tendrá la misión de proseguir la colaboración en la formación de recursos humanos, la promoción de las aplicaciones nucleares y el fomento de una cultura de seguridad en la región.
En más de tres décadas como miembro del Acuerdo, la Isla ha participado en más de 130 proyectos y ha mantenido un activismo permanente en los órganos de ARCAL, que celebrará en Cuba su 35 aniversario en el marco de las festividades por los 500 años de La Habana.
Precisamente, el colofón de las actividades será el “Taller Internacional de Tecnologías Nucleares y Avanzadas para una Habana que crece”, del 14 al 18 de octubre próximo.
Cuba forma parte de ARCAL desde 1988 y en 1997 fue sede de la Reunión de Máximas Autoridades Nucleares donde se transitó de un acuerdo institucional a un acuerdo intergubernamental.
El Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe nació en 1984 a partir de una iniciativa de diez países de la región presentada ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Actualmente, un total de 21 naciones del continente son miembros de la organización, que se ha consolidado como un mecanismo de cooperación tras coordinar más de un centenar de proyectos relativos a tecnología con radiaciones, energía, medio ambiente, salud y seguridad alimentaria.
El Acuerdo tiene por objetivo desarrollar y fortalecer la cooperación técnica en la región, contribuir al incremento del flujo económico y social entre las naciones de América Latina y el Caribe, así como ampliar la transferencia del conocimiento y la aplicación con fines pacíficos de la tecnología nuclear.