Si bien enero y febrero deben aportar menos fuegos que el promedio, el Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC) acaba de alertar la posibilidad de que esos eventos puedan extenderse durante el primer trimestre de este año.
Un estudio del CGC señala que durante ese lapso los incendios deben ser más intensos y propagarse con mayor rapidez, en correspondencia con la carga de material combustible con que rompen.
El texto establece que se iniciarán acciones concretas en ese sentido hasta el próximo 31 de mayo, cuando empiezan las lluvias. Pero estiman en 320 la cantidad de incendios.
Según cálculos, esta cifra equivale a una temporada promedio en correspondencia con su intensidad, aun cuando está condicionada por evento la Niña-Oscilación del Sur, es decir, por un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial.
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En el documento los guardabosques dijeron también que el trabajo preventivo y profiláctico debe constituir una prioridad en las cooperativas de Producción Agropecuaria, las de Crédito y Servicio, las unidades básicas de producción agropecuaria y los usufructuarios.
De acuerdo con estadísticas, en 2020 en Cuba hubo 504 incendios que dañaron 5.343.68 hectáreas, a razón de 10.60 por cada uno. La Isla tiene un programa para la gestión y manejo del fuego en los bosques para el período 2018-2025, algo poco común en el orbe.
La XXV campaña nacional de protección contra incendios forestales empezó a principios de mes mediante una videoconferencia. El coronel Manuel Lama Gómez, jefe de esta institución, dio detalles sobre sus preparativos.
Se hizo un Taller Técnico y se confeccionó una metodología para enfrentar el período de alta peligrosidad de ocurrencia de incendios forestales en 2021.
La actividad contó con la participación de científicos y de especialistas y directivos de todas las provincias.