Especialistas confirmaron el retorno de flamencos rosados a un ecosistema del litoral norte de la provincia de Ciego de Ávila, afectado tras el paso del huracán Irma en 2017.
En un reciente recorrido por el sitio de intervención directa de Punta Alegre, uno de los cuatro definidos por el proyecto internacional Resiliencia Costera (RC), la Unidad de Manejo Provincial de esa iniciativa comprobó la presencia de unos 30 ejemplares de esa especie.
Los flamencos han encontrado en el sistema lagunar, próximo a los manglares rehabilitados, un hábitat apropiado para su crecimiento y desarrollo, destaca el reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Nelson Martínez Moya, propietario de la finca ganadera Rivero, que abarca alrededor de cuatro hectáreas de bosques de manglares, explicó que hace meses avistó unos siete flamencos, los cuales han permanecido en el área e incrementado su población, al hallar un entorno favorable para convivir y reproducirse
Mantener la presencia de estas aves centra el esfuerzo de los trabajadores de la finca, apoyados en la transferencia de conocimientos y recursos recibidos para el manejo de un ecosistema sensible que proporciona seguridad ante las amenazas del cambio climático y eventos hidrometeorológicos extremos.
Flamencos en Cuba, Bahamas y Yucatán
Los flamencos forman parte de las denominadas aves zancudas y presentan tamaños que varían en relación con la especie; los más grandes pueden medir entre 120 y 150 centímetros y pesar hasta 3,5 kilogramos.
La coloración de las plumas varía en correspondencia con las especies y el hábitat; los que se encuentran en ambientes caribeños, como Cuba, Bahamas y la Península de Yucatán, suelen ser brillantes y de tonos carmín o bermellón.
Suelen convivir en lagos, lagunas costeras, marismas, estuarios, zonas de manglares, llanuras de marea e islas de arena en la zona intermareal, particularmente en ambientes rodeados de aguas saladas, salobres y alcalinas de poca profundidad, donde se alimentan de algas, larvas, insectos, crustáceos, moluscos y pequeños peces.
Los especialistas destacan que se vuelven rosados en la medida que crecen y modifican su alimentación, pues los adultos incluyen en su dieta alimentos que contienen carotenoides, sustancias que le proporcionan el hermoso color. En caso de reducir su consumo, el plumaje palidece.
Resiliencia de ecosistemas y comunidades
La rehabilitación de esa zona del litoral avileño se ha realizado durante los últimos tres años, mediante labores de regeneración natural asistida que garantizan el incremento de la resiliencia de ecosistemas y comunidades costeras ante los impactos del cambio climático, entre esos el ascenso del nivel del mar y eventos hidrometeorológicos extremos).
La iniciativa de Resiliencia Costera se implementa bajo el liderazgo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), a través de la Agencia de Medio Ambiente y su Grupo Nacional para la Evaluación de Riesgos, con la participación de otros actores y el acompañamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) en Cuba.
El proyecto cuenta con financiamiento de la Unión Europea (UE), a través de la Alianza Global para el Cambio Climático Plus, organismo que apoya a los países más vulnerables a fortalecer su resiliencia para afrontar las condiciones atmosféricas imperantes en el planeta.
Hablan de 30 ejemplares. En Bolivia otro municipio de ciego de Ávila los flamencos rosados se cuentan por centenares y siempre han estado aquí.