En una llamada telefónica con su homólogo en Beijing, el presidente ruso Vladimir Putin defendió la respuesta de China al nuevo coronavirus en medio de ataques estadounidenses.
De acuerdo con una nota del Kremlin, Putin y el presidente de China, Xi Jinping, sostuvieron “un completo intercambio de puntos de vista sobre la situación en torno a la pandemia de coronavirus” en una conversación telefónica este jueves.
Ambos mandatarios han tratado de impulsar su asociación estratégica trabajando juntos en medio de la crisis. Enfatizaron sus esfuerzos dirigidos a “fortalecer aún más la cooperación en esta área, incluso mediante el intercambio de especialistas, el suministro de equipos médicos, medicamentos y equipos de protección”.
“La parte rusa apreció mucho las acciones consistentes y efectivas de sus socios chinos, que hicieron posible estabilizar la situación epidemiológica en el país. Los intentos de acusar a China de informar tardíamente a la comunidad mundial sobre el surgimiento de una infección peligrosa son contraproducentes”, dice el comunicado.
“Ambos líderes expresaron su confianza en que al continuar trabajando estrechamente entre sí, sus países podrán superar con éxito los desafíos asociados con la pandemia”, reiteró.
Beijing informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un nuevo coronavirus durante la víspera de año nuevo y notificó oficialmente a Washington el 3 de enero. Al inicio Trump elogió la respuesta de Xi.
En marzo, sin embargo, el epicentro de la Covid-1 había migrado al oeste a Europa y los Estados Unidos. Trump y sus funcionarios comenzaron a emplear términos como “el virus de Wuhan” y “el virus chino”; los diplomáticos de Beijing impulsaron teorías infundadas sobre el origen de la enfermedad como parte de lo que el Departamento de Estado llamó una campaña de “desinformación” lanzada por China y Rusia.
Recientemente Trump dirigió su ataque contra la propia OMS, acusando a la organización de estar demasiado “centrada en China” y mandando a congelar los fondos destinados a esa agencia de las Naciones Unidas. La medida recibió la condena de diplomáticos de Beijing y Moscú.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo en conferencia de prensa que “la decisión de Estados Unidos solo puede debilitar la fuerza de la OMS, socavar la cooperación antipandémica internacional e impactar negativamente a Estados Unidos y otros países, en particular a los más vulnerables”.
Según la agencia de noticias rusa Tass, el representante permanente de Rusia ante las agencias con sede en Ginebra, Gennady Gatilov, dijo que “haría un daño grave a la organización internacional, que ha estado desempeñando el papel principal de coordinación en la lucha contra la pandemia”.