Cuba ha diagnosticado 506 casos con la fiebre de Oropouche desde que se confirmó el primer positivo en la isla a finales de mayo pasado, informó este miércoles el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El virus, trasmitido por la picadura de jejenes y mosquitos, está presente en las 15 provincias cubanas y hasta el momento no se han notificado casos graves ni fallecidos, según explicó a medios oficiales el director de Higiene y Epidemiología del Minsap, Francisco Durán.
El 80 % de las personas de las que se ha sospechado que contrajo la enfermedad sin un test positivo se ha recuperado en casa, según Durán.
Una semana antes, el Minsap alertó sobre el “aumento considerable” de casos, que hasta inicios de agosto ascendían a “más de 400”.
El Ministerio calificó la situación epidemiológica como “compleja” por la circulación simultánea de este patógeno con otros como la influenza y el dengue.
Los síntomas del Orpouche incluyen la aparición repentina de fiebre; dolor de cabeza; rigidez en las articulaciones; dolores; molestias y, en algunos casos, visión doble; náuseas y vómitos persistentes. Los síntomas pueden durar de cinco a siete días.
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En los últimos meses se han detectado hasta 8000 casos en áreas de países de América del Sur y el Caribe como Bolivia, Perú, Colombia, Brasil y Cuba, sin antecedentes de este virus, por lo que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió en julio de 2024 una alerta epidemiológica.
Para la OPS el nivel de riesgo de la región es “alto” y a la escasa información sobre una enfermedad detectada por primera vez en 1955 cerca del río Oropouche en Trinidad y Tobago se suma hoy su expansión a áreas fuera de las zonas consideradas como endémicas, además de las muertes descubiertas y los posibles casos de transmisión vertical relacionados con muertes fetales y microcefalia en recién nacidos.
Efe/OnCuba.