Bartenders de más de 60 países despidieron este martes en Varadero el Campeonato Mundial de Coctelería con una muestra de sus mejores habilidades en la ancestral manera de mezclar sabores en el arte de la bebida.
Por cinco jornadas los más prestigiosos bartenders, autoridades y especialistas de la coctelería a nivel global se reunieron por primera vez en Cuba para exhibir sus destrezas e imaginación en la práctica del oficio.
La 69 edición de la más importante cita de la Asociación Internacional de Bartenders (IBA, por sus siglas en inglés), reunió a 33 concursantes en estilo libre y 54 en el clásico. El evento transitó por varios niveles de la competencia escenificada en el Hotel Meliá Internacional de Varadero, balneario situado a unos 140 kilómetros de La Habana.
En el Nivel III o ronda Súper Final disputaron los premios 10 competidores de Italia, Polonia, Croacia, Armenia, Austria, Finlandia, Irlanda y Suecia en la presentación de un nuevo cóctel, con base obligatoria del ron cubano Havana Club, patrocinador del certamen. Un equipo de jueces técnicos y otro de cata a ciegas serían los encargados de evaluarlos.
Para llegar a ese punto debieron atravesar los retos de una prueba de cata, una de velocidad y otra de conocimientos, con la elaboración de tres cócteles de la carpeta de la IBA.
UN CÓCTEL GIGANTE
Entre las atracciones del encuentro, una transcurrió el lunes con la elaboración del cóctel Adán y Eva más grande del mundo, en homenaje a la bebida creada por Sergio Serrano, único cubano ganador de uno de estos eventos de coctelería, en 2003.
La bebida gigante de 250 litros tuvo como ron base el Añejo Havana Club 7 Años, mezclado con campari, licor de manzana verde y vermú blanco.
Cuba tiene como antecedente en la preparación de cócteles de gran formato, el Cuba Libre más grande del mundo, elaborado durante el Mitin Panamericano de Coctelería de 2018, realizado en La Habana, según recuerda el reporte de la agencia Efe.
Serrano declaró a la prensa que para él es un honor la participación de su cóctel en este evento de alta calidad competitiva en el que los cubanos exhiben su profesionalidad, resultado de los programas de formación y recalificación promovidos por la Asociación de Cantineros.
La denominación de “cantineros” para los bartenders deriva en la Isla de las antiguas fondas españolas, donde servían a los clientes cantinas con comida acompañadas de bebidas y cócteles.
CUBA, SUS CÓCTELES Y MAESTROS RONEROS
El mojito y el daiquirí son los más conocidos de los auténticos cócteles nacidos en Cuba. Tales tragos deleitaron a personajes como el célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway, quien acuñó la frase: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita”, en la que identificó dos restaurantes-bar donde acostumbraba a consumir esos emblemáticos tragos cubanos.
El mojito se hace con una mezcla de ron cubano Havana Club Silver Dry, creado específicamente para coctelería, más agua, azúcar, hielo, zumo de limón, y para coronarlo, una rama de hierbabuena.
El daiquirí requiere de un batido de los ingredientes: ron blanco, preferiblemente Havana Club Silver Dry, el zumo de un limón, dos cucharadas de azúcar blanco y hielo frappé.
Cuba cuenta con un grupo de maestros roneros integrado por nueve con esa categoría -incluidas dos mujeres- y otros cinco que son aspirantes.
Salomé Alemán y Noemí del Toro, son las únicas mujeres en la Isla dedicadas a la labor de maestras roneras, artífices de la selección de mezclas, sabores y añejamientos resultantes de una cultura y experiencia trasmitida por ocho generaciones de cultivadores de esta tradición.
Ellas participaron en estos días en talleres, presentaciones de licores e intercambios con colegas de otras naciones en el foro coctelero mundial de la “playa azul”, sobrenombre por el que se conoce a Varadero.
Efe/OnCuba.